No deja de ser una señal , que avecina lo que se viene, que el cambio de gabinete anunciado por Boric en cadena nacional fuese confirmado por Mario Marcel. Tras una reunión entre el gobierno, los empresarios y la burocracia sindical, Juan Sutil, el presidente de los gremios empresariales, rompió el silencio mediático que guardó durante la campaña y anunció que se venía un "cambio de signo en el gobierno". Antes de confirmar nada, Boric necesitaba el visto bueno de los empresarios.
La derecha, que se restó en primera instancia de conversar con el gobierno, finalmente anunció que asistiría a reunirse con el gobierno. El visto bueno empresarial y el trascendido que el gobierno haría un cambio de gabinete profundo, finalmente convencieron a un sector de la derecha de abandonar el coqueteo con republicanos y sentarse a la mes a negociar un proceso de relegitimación del régimen, ahora en posición de fuerza.
Ni en sus mejores sueños, la derecha imaginó que tras una rebelión que casi voltea a su gobierno y que los obligo a realizar una serie de concesiones, sus planes saldrían tan bien que finalmente recuperarían el poder de veto en el régimen. El péndulo binominal de la política chilena ha vuelto a funcionar perfectamente.
Boric, derrotado, confundido y sin iniciativa política, finalmente se allanó a lo que se venía conversando hace semanas. La necesidad de sacrificar a Giorgio Jackson e Izkia Siches a la vieja concertación para terminar de ajustar el gabinete a los términos binominales que la conversación exige. El Frente Amplio y el Partido Comunista, los impugnadores del neoliberalismo, finalmente se muestran como sus principales relojeros.
El cambio de gabinete se efectuara el día de hoy a medio día en el salón Montt Varas del palacio de gobierno. Se espera que a la ceremonia asistan todos los partidos políticos, que luego sostendrán una reunión con Boric y su nuevo jefe o jefa de gabinete para acorar el itinerario parlamentario y constitucional que se avecina. EL que ya tiene la bendición de los empresarios |