Se hace cada vez más imposible sostener las clases en edificios totalmente abandonados por parte del gobierno de la provincia, pero los pibes alzan nuevamente su voz por una educación de calidad. “Es el mismo problema, no solo en este colegio sino en muchos más. No queremos quedarnos de brazos cruzados”, nos cuentan.
Los reclamos varían y ascienden en gravedad. Se encuentran todos los días en un edificio donde no se puede garantizar siquiera el acceso a los baños en el recreo donde cientos de alumnos forman largas filas para poder acceder a estos, ya que la mitad están clausurados por falta de mantenimiento y cañerías tapadas.
Los pasillos donde ya se acumulan varios incidentes, tienen pisos levantados y las escaleras no cuentan con antideslizantes para asegurar la circulación de todos los alumnos de forma segura.
“Hay aulas en donde no podemos respirar. El malestar es constante cuando ingresamos entre tanta humedad que hay en los techos y paredes. Se están cayendo de a poco”.
El IPEM 138 con más de 120 años desde su creación hoy no puede contar con la totalidad los espacios en los cuales sus alumnos de tres especialidades distintas cursan y es que muchos de estos aparte de los problemas estructurales como la humedad y los pedazos de revoque que se desprenden o grietas en las columnas, no cuenta con la ventilación y calefacción adecuada para sobrellevar las jornadas diarias entre el frio que ingresa por ventanas y puertas rotas o el calor acumulado en verano.
Los ventiladores y caloventores fueron abandonados a su suerte y los pizarrones ni siquiera se sostienen. “Hace poco una profesora se le cayó un pizarrón encima”, nos cuenta uno de los alumnos que vienen llevando a cabo campañas de cartelería junto con sus compañeros y padres para hacer visibles estos problemas.
En laboratorio y cantina además de estos problemas no se puede tener acceso a iluminación o enchufes funcionales ya que estos están en corto constantemente. Ni hablar de que se tienen que topar con distintas plagas como son cucarachas y alacranes, además de las palomas las cuales copan gran parte de las aberturas dejando restos que perjudican el bienestar de quienes están cerca.
Esta no es una historia nueva. Nos encontramos ante una institución que ya cuenta con una tradición de lucha desde las tomas del 2010 y otras dos en el año 2014 y 2015 donde se conquistaron planes de obras firmados y asegurados por el mismo Walter Grahovac, ministro de Educación desde este entonces, los cuales no fueron cumplidos y quedaron archivados como falsas promesas de poner a la escuela en condiciones dignas y asegurar su mantenimiento comprendiendo la antigüedad de esta.
“Ya hemos presentado muchas cartas sin respuesta alguna, frente a esta situación nos vamos a seguir organizando para tomar acciones que ayuden a visibilizar el conflicto”. Tomando el ejemplo de los docentes que se vienen organizando contra el ajuste y que salieron a las calles en un paro masivo el miércoles 31 de agosto y hoy martes 6 de septiembre salen nuevamente a las calles, buscan que su reclamo se haga conocer y sumar fuerzas comprendiendo que no es una realidad distinta en el resto de colegios públicos de la provincia.
Y es que esto no es un suceso aislado, nos enfrentamos a un ajuste a la educación pública que recorta el presupuesto a jardines infantiles, que precariza cada vez más las condiciones de trabajo y que impone salarios que dejan a la docencia por debajo de la línea de pobreza.
“Nos organizamos en contra de un mismo objetivo, al igual que nuestros profesores, y es el abandono del Ministerio de Educación”.
Si querés sumar denuncias por el estado edilicio de tu colegio, escribinos: 3515 17-1753. |