Ante la renuncia de Adolfo Mosquera como Ministerio de Seguridad de la Provincia de Córdoba, Laura Vilches, legisladora y concejala (MC) por el PTS-FIT, señaló "La renuncia de Mosquera se da en el contexto de un profundo cuestionamiento a una política de seguridad que a lo largo de los años garantizó la impunidad sistemática del accionar policial. El caso Blas Correa mostró a los ojos de millones el modus operandi de la policía que asesina, oculta pruebas y trata de inculpar a las víctimas, algo que sufren cientos de familias de los barrios más humildes de Córdoba las que vienen luchando para lograr justicia por sus familiares y denunciando esta política sistemática."
Luego dijo: "Ayer mismo, la mamá de Rodrigo Sánchez se encadenaba frente a Tribunales exigiendo justicia para su hijo. La misma demanda sostienen los familiares de Joaquín Paredes, Ezequiel Castro, Facundo Rivera Alegre, de Yamil Malizzia, Lucas Funes, y tantos otros más. Familias que junto a mi compañera Noel Argañaraz acompañamos en movilizaciones, audiencias públicas, pedidos de informes a los funcionarios, concentraciones. En los barrios populares la policía ejerce una violencia permanente sobre la juventud como forma de control social."
Y prosiguió: "Pero no nos engañemos: Schiaretti busca cambiar ministros para preservar una política. Por eso decimos que no es sólo un Ministro, sino una política de conjunto de la que es responsable el gobernador. En este sentido, en el tuit donde se anuncia la salida de Mosquera, el Gobierno de Córdoba dice ’por la situación socioeconómica nacional hemos definido profundizar y fortalecer las acciones en materia social, de empleo y seguridad’, un eufemismo para decir que en una provincia donde hay récord de pobreza e informalidad laboral van a enfrentar las consecuencias del ajuste con más represión."
Para finalizar, señaló: "Por su parte, la oposición de Juntos sobreactúa su denuncia al accionar del gobierno en materia de seguridad porque están buscando capitalizar la crisis de cara a las elecciones del año que viene. Una falta de respeto a las y los familiares de víctimas del accionar policial. Su modelo es el de Morales en Jujuy, o Cornejo en Mendoza que criminaliza, persigue y reprime a quienes salen a pelear contra el ajuste, la violencia femicida o por trabajo; de mayor exclusión y represión. No es de la mano de los que buscan imponer un ajuste a través de la mano dura que vamos a frenar la violencia policial, sino fortaleciendo un gran movimiento antirrepresivo con la movilización independiente en las calles como se expresa en cada marcha de la gorra, cada marcha contra el gatillo fácil. Esa es la salida contra la pobreza, la exclusión y la represión policial." |
