En "La libertad de prensa y la clase obrera" el revolucionario ruso se posiciona ante un debate que se daba en México ese año. El principal burócrata sindical del país, Vicente Lombardo Toledano, sobre quien volveremos más adelante, se encontraba realizando una campaña exigiendo al gobierno que prohibiera o censurara a la prensa reaccionaria.
Trotsky señalará varios peligros que esta política escondía para la clase obrera, y llamará a los revolucionarios a que no confíen en el fortalecimiento el aparato del Estado para combatir a los sectores de derecha, dándole la potestad de decidir qué se puede decir y que no. Ya que: "La teoría y la experiencia histórica atestiguan igualmente que cualquier restricción de la democracia en la sociedad burguesa es, al fin y al cabo, enderezada invariablemente contra el proletariado".
Por su parte, propondrá entonces fortalecer la prensa obrera y revolucionaria, con plena libertad, como la verdadera vía para combatir a los "fachos".
Este es un texto que escribió durante su exilio en México, entre 1937 y 1940, el último de su vida antes de que fuera cobardemente asesinado por un sicario estalinista. En está misma época escribió El Programa de Transición, que ya hemos recomendado en Armas de la Crítica. Pero una parte muy importante de su obra, y muy poco conocida vale aclarar, está dedicada a nuestro continente, y se reúne en los Escritos Latinoamericanos, publicados por ediciones IPS-CEIP que impulsa nuestro partido, el PTS, y dónde está el artículo que recomendamos, y que pueden encontrar al final de esta nota. Aquí sólo queremos plantear algunas claves para facilitar su lectura.
¿Quién era Lombardo Toledano?
Lombardo Toledano era uno de los nombres más importantes de la política mexicana de esa época. Este era el principal dirigente de la burocracia sindical. Su rol político por lo tanto era evitar cualquier tipo de organización independiente de la clase obrera. Es decir, cualquier tipo de organización que no estuviera subordinada a los intereses de Toledano. Es por esto que Trotsky claramente no era de su agrado.
Tanto es así, que además de impulsar la campaña contra la prensa reaccionaria que mencionamos más arriba, también fue el principal impulsor de una campaña junto al Partido Comunista que respondía a Stalin, llena de mentiras y acusaciones falsas para que el gobierno mexicano le prohibiera a Trotsky ingresar al país, y luego exigiendo su deportación. Además, estuvo involucrado en el primer atentado contra la vida de Trotsky, el fallido atentado de Siqueiros. En este punto la doble vara de Toldeano queda clara, pero esto no termina aquí.
Y es qué además de ser un burócrata sindical, Lombardo Toledano se alineó con el estalinismo, que en ese momento perseguía a todos sus opositores políticos con métodos contra revolucionarios, y que más tarde organizó el atentado que acabó con el fallecimiento de Trotsky.
Combatir la prensa reaccionaria
A Trotsky el gobierno mexicano le puso una serie de condiciones para poder ingresar al país. La más importante, que no podía intervenir en la política interna de México. Es por eso que el artículo "La libertad de prensa y la clase obrera", se publicó en Clave, nombre de la revista de los trotskistas latinoamericanos, pero sin la firma del dirigente bolchevique.
En él plantea, como decimos al principio, que cualquier "censura democrática", con el aumento de la lucha de clases, se volverá contra los revolucionarios: "Los burgueses de todos los matices llegarán a fin de cuentas a ponerse de acuerdo entre ellos, y dirigirán entonces los reglamentos restrictivos, todas las especies de censuras "democráticas" contra la clase obrera".
Sin embargo, Trotsky reconoce que hay un problema con la prensa reaccionaria, ya que está era muy difundida y consumida por los sectores populares. Así, señala por qué había trabajadores que terminaban eligiendo los diarios de derecha. En su opinión, era porque las supuestas publicaciones de la clase obrera estaban dirigidas por la burocracia sindical traidora. Este era el caso de El Popular, el periódico que respondía a Toledano.
Fortalecer la prensa revolucionaria
La propuesta de Trotsky entonces era clara. Ninguna confianza en el Estado burgués, ni en la burocracia sindical y sus diarios amarillistas, o en el estalinismo. Solo en fortalecer una verdadera prensa obrera y revolucionaria. Así es como opinaba que se podía lograr que los trabajadores abandonaran las publicaciones reaccionarias, con una: "prensa honesta, que exprese sus necesidades (las de la clase obrera), defienda sus intereses, amplíe su horizonte y prepare la revolución socialista en el país".
Esto se ligaba a una pelea de fondo, que era la de liberar a la opinión pública de las exigencias del capitalismo. Esto significa que los medios de producción ligados a los medios de comunicación dejen de ser propiedad privada de ciertos sectores, y reproduzcan ideas en función de sus intereses. Sino que estén al servicio de los distintos sectores de la sociedad. Esto lógicamente no es posible bajo el capitalismo, sino que implica la toma del poder por el proletariado, y una reorganización del conjunto de la sociedad para que no se organice en función de la ganancia de unos pocos.
Todo lo contrario a lo que hacía el estalinismo en la unión soviética, que había concentrado los medios de difusión en la burocracia, dándole el monopolio de la opinión pública, mientras censuraba a todos sus opositores, sobre todo al trotskismo.
Para fortalecer a la prensa revolucionaria entonces, había que terminar con la burocracia sindical y soviética, que evitaba la organización de los trabajadores, y construir un verdadero partido obrero y socialista. En función de este objetivo es que los trotskistas de Latinoamérica impulsaban la revista Clave, que llegó a tener una considerable difusión en nuestro continente, y dónde además del artículo del que venimos hablando, se pueden encontrar importantes aportes para pensar una salida revolucionaria para los pueblos oprimidos por el imperialismo.
Para retomar esas discusiones, y como aporte a los debates actuales, es que ponemos a disposición de nuestros lectores el artículo "La libertad de prensa y la clase obrera".
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