En los últimos días se han dado a conocer un conjunto de correos electrónicos del Estado Mayor Conjunto, los cuales fueron filtrados por un grupo internacional de hackers llamado “Guacamaya”. En estos correos se encontró información sobre cómo actuaba el estado y los órganos de este frente a ciertas situaciones, y cómo perseguía organizaciones de izquierda.
Entre las múltiples organizaciones políticas que fueron espiadas, hay algunas articulaciones feministas de Valparaíso y Viña del mar, tales como la Coordinadora 8M y Pan y Rosas. Estas prácticas por parte del Estado son totalmente inaceptables, y denunciables. Ya que se hizo un seguimiento no tan solo de las organizaciones, sino también de sus participantes y representantes.
La persecución política es una táctica que han utilizado históricamente los miembros represivos del estado, para detener a “los responsables”, siendo que se encuentran en todo su derecho de movilizarse.
También es una práctica que implanta miedo en la población y da la posibilidad de reprimir como se hace hasta el presente, ya que hasta el día de hoy Carabineros reprime las movilizaciones y persigue a los estudiantes movilizados.
Debemos de, en conjunto, denunciar estos hechos que nos afectan al momento de organizarnos. Que sean visibilizados no garantiza que no se sigan cometiendo, ni que se vuelvan a cometer a futuro.
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