La Comisión de Mujeres de Guernica se convirtió, en estos dos años, en un ejemplo de lucha y organización para diferentes sectores de trabajadores y trabajadoras. Estas aguerridas mujeres, que hoy siguen organizadas junto a 56 familias en la Asamblea Permanente de Guernica (APG), se vienen preparando para participar del 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que se realizará el 8, 9 y 10 de octubre en la Provincia de San Luis.
El sábado 24 parte de la APG participó de los talleres y posteriormente de la asamblea de Mujeres y Disidencias que se realizó en la Universidad Nacional de Lanús junto a la diputada nacional del PTS-FITU Myriam Bregman y Andrea D’Atri, fundadora de la agrupación feminista socialista Pan y Rosas. En la misma, Nicole Salvatierra, una de las protagonistas de la toma de tierras más emblemática de las últimas décadas, fue parte de la mesa principal desde la que comenzó preguntando: “¿Quién es el que permite que haya precarización laboral, que haya gente sin casa y casas sin gente, que hayas pibes en los barrios abandonados en la desidia porque no pueden acceder a una atención médica?”
No es casual esta primera interpelación a la audiencia, teniendo en cuenta que las familias de Guernica siguen sin obtener respuesta del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, que encabeza Andrés “Cuervo” Larroque. Hace dos años, desde aquel brutal desalojo con más de 4.000 efectivos de la Policía Bonaerense, que desde este organismo se les viene negando la entrega efectiva de los lotes para que las familias puedan construir sus viviendas, entrega a la que el propio Larroque se comprometió por escrito en las actas firmadas. Por ende, desde Guernica saben bien que es el Estado, personificado en los gobiernos nacional y provincial, no solo permiten que millones vivan en la pobreza y con sus necesidades básicas insatisfechas, sino que deliberadamente elige quiénes pagan el ajuste, mientras empresarios y el FMI se la llevan en pala. Las últimas cifras de pobreza e indigencia son enormes entre jóvenes y niñes en particular: el golpe donde más duele.
Desenmascarar al enemigo: “Lo único que hay para ustedes es un parador”
Parte de la pelea que quieren llevar estas mujeres al Encuentro implica dejar al descubierto el rol del Gobierno: “Lo único que hay para ustedes es un parador” es la salida que ofrecieron desde el Ministerio de Mujeres y Diversidad durante la toma a quienes sufrían violencia de género. Contó Nicole, con la bronca atravesada en la garganta: “Sabían de los casos de miles de compañeras que estaban pasando violencia de género extrema y los anotaron en una planilla. Esa planilla no se sabe dónde está”.
La propia realidad de las mujeres de Guernica mata el relato. La idea de que el feminismo lucha contra el machismo en una pelea contra los varones y no contra todo el aparato del Estado y el sistema capitalista y patriarcal, es una idea que estas mujeres quieren discutir: “No se puede hablar feminismo cuando las que tenemos los peores trabajos somos las mujeres, las que seguimos violencia de género somos las mujeres, las que no tenemos vivienda y tenemos que dejar de estudiar y lo digo en primera persona, tenemos que dejar de estudiar porque tenemos que laburar y mantener a nuestros hijos”.
Tanto la idea de un feminismo que tiene una lucha individual como un feminismo “fragmentado” que considera que el reclamo por vivienda digna no es parte de la pelea del movimiento de mujeres y disidencias es una de las batallas que desde la Asamblea Permanente de Guernica se plantean disputar en San Luis: “el Estado nos reprimió, nos desalojó con nuestros hijos, nos dejó en la calles, nos pegó, nos maltrató y nos niega la vivienda. ¿Eso no es violencia? Es terrible.”
“Somos mujeres y somos pobres y también vamos a hacer política”
Para dar estas discusiones, contaban las mujeres durante y después de asamblea en Lanús, que se sienten confiadas. Y esta confianza en poder expresar su realidad y sus ideas la ganaron en estos dos años de experiencia donde pasaron de ser silenciadas a plantarse en asambleas e incluso decirle al Ministro Larroque, al negarse a hablar con ellas “porque estaban haciendo política” que sí: Nosotras somos mujeres y somos pobres y también vamos a hacer política”. Una política de y para la clase trabajadora, que refleje esta enorme lucha por vivienda y trabajo digno que en algunos casos, ya afecta a una 3° generación en las familias de Guernica y que no quieren seguir viviendo así.
Tomando toda la fuerza que hay en las calles en la pelea contra el ajuste, y la organización que mantienen en pie, en este Encuentro Plurinacional, las mujeres de Guernica llevarán su voz. Viajá junto a ellas y Pan y Rosas para pelear por una perspectiva de salida a la crisis.
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