Las docentes, mayoría mujeres, estamos a la cabeza de la lucha contra el ajuste a lo largo y ancho del país y contra los gobiernos que lo ejercen, desde Cambiemos hasta al Frente de Todos. No hay grieta, todos están aplicando el ajuste que indica el FMI y que el gobierno de Massa, Alberto y Cristina Fernández decidieron llevar adelante. Mientras la docencia no cubre la canasta familiar, los techos de las escuelas se caen a pedazos y no hay inversión alguna en educación, ¡50.000 millones fueron recortados en el presupuesto a educación! Y otros tantos en salud, los cuales recayeron en los sectores más vulnerables: nuestros y nuestras estudiantes con discapacidad y necesidad de acompañamiento pedagógico. No es de extrañar que los ajustes recaigan, sobre todo, sobre las espaldas de las mujeres trabajadoras.
En la Ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, se dijo ¡Basta! Impusimos un paro educativo porque nos negamos a que nuestra vida esté atada a los designios de Acuña y Larreta trabajando no solo dos o tres turnos para llegar a fin de mes, sino que además tengamos que destinar el sábado, único momento para estar con la familia, para la imposición de supuestas “capacitaciones” cuando éstas ya existen y son en servicio. Pero no estamos solas, se suma la fuerza de las y los estudiantes secundarios que salen a reclamar por la necesidad de alimentación de calidad y cantidad, inversión en infraestructura y contra las pasantías que los obligan a trabajar para empresas de forma gratuita, y en trabajos que nada tienen que ver con los contenidos escolares. Al mismo tiempo, denuncian la persecución brutal que tanto el gobierno como los medios de comunicación ejercen sobre ellos, llegando hasta el punto de ir a buscar a las familias de quienes se encuentran tomando las escuelas con la policía.
Desde la agrupación 9 de abril creemos que a esta bronca educativa hay que darle fuerza y continuidad. Para que junto a las mujeres de los movimientos sociales que pelean por tierra y trabajo, que son las madres de nuestras y nuestros estudiantes, seamos una sola fuerza imparable. Por eso, hemos peleado para que la UTE/Ctera, que viene dejando pasar todos los ataques al gobierno, llame a un paro y movilización y exija a la Ctera y la CTA un paro nacional. Esa pelea también la llevaremos al 35° encuentro.
Asimismo, como parte de la comisión directiva de Ademys, hemos propuesto en cada reunión de la comisión de mujeres que era necesario organizar ampliamente a las trabajadoras de las escuelas, docentes, auxiliares, familias, junto a estudiantes secundarias y terciarias para viajar junto al sindicato y ser miles en el Encuentro. Insistimos en que, para ello, no se debía cerrar la posibilidad de sacar más micros y teníamos por delante el desafío de impulsar una campaña enorme para inscribir tanto a afiliadas y no afiliadas para que viajen con nosotras, porque eso nos fortalece. Pero, lamentablemente, esta posición no fue compartida por el conjunto de las agrupaciones que integran la comisión de mujeres. Sin embargo, iremos como parte de la delegación del sindicato para seguir ampliando la organización.
¡Vamos a San Luis, lxs trabajadores del neumático nos marcan el camino!
En el paro docente del 22 de septiembre, luego de que cortáramos Callao y Corrientes, decidimos marchar hasta la toma del Ministerio donde se encontraban los trabajadores del neumático. En una imagen se expresó la solidaridad de clase, uniendo nuestros guardapolvos con sus uniformes, demostrando que no sólo somos las maestras de sus hijxs sino que también somos trabajadoras que peleamos por nuestros derechos y que ellos no están solos. Se enfrentaron a las burocracias, gobierno nacional, empresas multinacionales, medios de comunicación, los llamaron salvajes… ¡y ganaron!
La lucha de los trabajadores del neumático logró mostrar de forma sencilla quiénes son nuestros aliados y quienes nuestros enemigos. Su triunfo, es el triunfo de todos y todas nosotras. Hay que seguir el impulso y más que nunca imponer un verdadero plan de lucha para frenar la política de ajuste, pobreza y dependencia del FMI a la que nos está llevando el gobierno de Alberto, Cristina, Massa y los gobernadores. |