El miércoles a las 00 comenzó un paro nacional de 48 horas, a excepción del AMBA, de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo por las paritarias del sector. Según señalaron en un comunicado, la medida de fuerza se debe a la negativa de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) para firmar una paritaria que iguale el salario de los choferes con el aumento acordado en el AMBA.
La posición de los empresarios fue insistir nuevamente en su reclamo de un tarifazo y por mayores subsidios, equivalentes a los que reciben los empresarios metropolitanos. “Si (el Estado nacional) no se hace cargo, tendremos que ir a un aumento desmedido de tarifas", planteó a modo de amenaza Gerardo Ingaramo, presidente de la Fatap. Representantes de la Fatap y UTA fueron citados ayer al mediodía por el Ministerio de Trabajo de la Nación pero la audiencia finalizó sin ningún acuerdo.
Por su parte, la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) cuestionó la medida de fuerza. "La medida de fuerza no nos conduce a nada", sostuvo Jorge Berreta, quien también enfatizó en el reclamo por los subsidios y un nuevo aumento del boleto. La semana pasada, la Aetat presentó al Concejo Deliberante un pedido con un "estudio de costos" para que el boleto urbano se fije en $192.
Desde la izquierda se rechazaron los planteos empresariales. "Los empresarios del transporte reciben subsidios millonarios y todavía quieren más. A los choferes les dicen que no les van a aumentar el sueldo y a los usuarios que van a descargar sobre nuestro bolsillo un nuevo tarifazo. ¿Hasta cuándo?", sostuvo Alejandra Arreguez, del PTS-Frente de Izquierda.
"No se puede seguir ajustando a los laburantes solo para sostener las ganancias de un puñado. Con un servicio estatizado bajo control de trabajadores y usuarios, se puede avanzar a una planificación eficiente, barato, sin lucrar con un servicio elemental", agregó. | 
