| Convocada inicialmente por la confederación CGT (Confederación General del Trabajo) y posteriormente por la FO, Solidaires y FSU (NdT: otras centrales sindicales), la fecha del 18 de octubre de 2022 parece convertirse en un punto de apoyo para muchos sectores que quieren ir en huelga por ajuste salarial. Inspirados por la gran fuerza del paro de las refinerías de petróleo, en huelga desde hace varias semanas, los trabajadores de las centrales nucleares, energía, RATP (ferrocarriles) y hasta la educación convocaron a huelga el próximo martes.
Del lado ferroviario, la dinámica es particularmente fuerte: esta semana, el centro técnico de Landy votó a favor de la huelga a partir del lunes, apelando a otros centros técnicos a hacer lo mismo. Como nos dijo Karim Dabaj, trabajador de Landy y activista de SudRail (Federación de Sindicatos de Trabajadores Ferroviarios): “Muchos trabajadores ferroviarios nos preguntaron sobre la huelga petroquímica, diciendo que había una posibilidad de que pudiéramos luchar juntos por los salarios […].
Claramente, la huelga de las refinerías inspiró y puso ideas en la mente de los trabajadores ferroviarios”.
Según fuentes sindicales internas, muchas estaciones prevén seguir esta dinámica en la llamada SudRail: Lyon, Montpellier, Paris Rive Gauche, Paris Nord, Nantes, Chambéry, Normandy, PACA, Limoges, Bordeaux, Paris Sud Est, Metz-Nancy, Strasbourg o incluso París Saint Lazare. En un comunicado de prensa, SudRail sí exige aumentos generales de salarios, pero también denuncia la ofensiva contra las refinerías ExxonMobil y Total con las demandas de los huelguistas, y señala la lucha contra el gobierno en la reforma de las pensiones: "Sabemos que si Macron decidió romper la huelga en las refinerías por todos los medios, es para no dar confianza a los que luchan mientras se acerca una contrarreforma de las pensiones”.
Traducido de Revolución Permanente. |