Este miércoles las patronales agrupadas en la Confederación de la Producción y el Comercio dieron a conocer públicamente su molestia respecto del paro que mantiene bloqueado parcialmente el tránsito en la zona norte y centro del país.
Según su declaración la gremial reclama el uso de la fuerza pública para desbloquear las carreteras, mantener el tránsito y restablecer el estado de Derecho, acusando al paro de ilegal.
Así mismo, señalan que el paro no estaría justificado y que estaría poniendo en riesgo el suministro de combustible y otros insumos críticos en diversas faenas del norte, “afectando seriamente la operación de la industria con graves consecuencias para las empresas, los trabajadores y la comunidad”.
Estas declaraciones distan mucho de las realizadas en febrero de este año, durante los últimos días del gobierno de Piñera, cuando junto a la Cámara Nacional del Comercio emitieron un comunicado manifestando “preocupación por la situación de inseguridad que viven constantemente los choferes de carga terrestre de nuestro país, quienes son los encargados de abastecer de productos a toda la ciudadanía”.
El gobierno, por su parte, no demoró nada en responder el reclamo patronal y en menos de 24 horas anunció que invocarán la Ley de Seguridad Interior del Estado en contra de la paralización por afectar a las personas, la circulación y el abastecimiento, según indicó la Ministra del Interior Carolina Toha.
¿Dónde está el peligro de invocar tan a la ligera la Ley de Seguridad Interior del Estado? Sutil, en su tono que nos tiene tan acostumbrados, responde “sí para volver a restituir la normativa se tiene que aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado, creo que en estas circunstancias amerita, como también amerita en otras, como por ejemplo lo que ocurre en La Araucanía y en el norte. Creo que en eso es importante no hacer diferencias entre una situación y otra”, esto mientras el gobierno discute nuevos alcances para los estados de excepción.
Para nadie es novedad que el gobierno rápidamente responda cuando recibe el llamado de los dueños del país, quienes pusieron el grito en el cielo para ser inmediatamente atendidas sus molestias.
La CPC hipócritamente habla de la seguridad de los choferes, pero les interesa la seguridad de sus mercancías, hablan del abastecimiento de la población, pero sólo les interesa hacer negocios con las necesidades de los más pobres. Hay gato encerrado, hay otros intereses detrás del reclamo patronal y detrás de la respuesta del gobierno, y no son precisamente las necesidades de los trabajadores y el pueblo. | 
