De esos temas habló Diego Sacchi en su columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
Dentro de la cancha y también fuera de ella, hubo expresiones que tienen que ver con lo que pasa en algunos países y con el intento de prohibir expresiones políticas desde la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado).
El Mundial comenzó cuestionado desde el día que se eligió la sede, luego llegaron las denuncias por la precarización laboral de los migrantes que construyeron los estadios y la infraestructura. Más cerca del comienzo la persecución a la comunidad LGTBI y la opresión de las mujeres en Qatar, se hizo evidente.
Las selecciones de varios países llevarían a cabo una protesta en contra la discriminación homofóbica que tiene lugar en el Estado de Qatar. Allí, como es públicamente conocido, la relaciones entre personas del mismo sexo son consideradas un delito.
Esto ya había provocado la condena de la comunidad internacional, sumándose a las otras múltiples críticas que existen contra el régimen qatarí por sus persistentes violaciones sobre las libertades democráticas. Como parte del rechazo, se venía desarrollado la campaña One Love.
La FIFA, como siempre amiga de los poderosos, prohibió el uso del brazalete y directamente amenazó con sancionar a los jugadores. Pero eso generó más repercusión, como se vió en el partido de Alemania con Japón, donde los jugadores alemanes taparon sus bocas en rechazo a la “censura”.
Obviamente para la FIFA no toda expresión política está mal. Es posible que cuando Argentina juegue contra Polonia, veamos a Lewandowski luciendo una cinta de capitán con los colores ucranianos. Esa manifestación sí la permite la FIFA, pero cuidado que alguien saque una bandera para denunciar los ataques constantes que recibe Palestina del ejército israelí.
Por su parte, los futbolistas de Irán no cantaron el himno, mientras que los propios hinchas silbaron en forma de protesta por la represión que se vive en el país que se desencadenó ante el asesinato de Masha Amini. A su vez, se vieron carteles en la tribuna que decían: "libertad a la mujer.
Otro destacado que comenzó antes del mundial fue la campaña “Boycot Qatar 2022”. La convocatoria que reunión a hinchadas de toda Europa ponía el foco en la ausencia de derechos en el país de la península árabe.
En especial sobre la situación de los trabajadores que construyeron los estadios y la infraestructura para el mundial. Un informe reportaba que a mediados de 2021 más de 6.500 trabajadores habían muerto, una media de 12 vidas por semana desde 2010. Según Human Right Watch, eran obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, 7 días a la semana, soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados.
Hice este breve repaso para tomar mejor dimensión del cinismo del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que dijo sentirse "árabe, gay y trabajador migrante" y que los críticos contra lo que pasaba en Qatar tiene una “la doble moral que estamos viendo”. “ Los occidentales, los europeos y eso me siento, y lo que hemos estado haciendo en los últimos 3000 años deberíamos culparnos por otros 3000 años".
La FIFA llegó a pedirle al G20 y otros líderes del mundo que hagan un cese de fuego en Ucrania por un mes, durante el mundial de Qatar. También envió una carta a todas las federaciones en la que pidió que no se hable de política, y que se concentraran en el fútbol, pero con esto no logró tapar una realidad, que incluso dentro de los estadios se puede ver. |