Por su parte, los grandes dueños del país han logrado alinear a favor de sus intereses a todos los partidos del régimen incluyendo al Partido Comunista, que firmó este acuerdo junto a los partidos de la ex concertación y a los pinochetistas de la UDI. A pesar que personeros del PC, como Jadue, quien salió criticando este acuerdo con alegorías de izquierda, igualmente firmaron y defienden esta nueva cocina bajo el ridículo argumento de que hay que disputar todos los espacios y pelear porque sea más vinculante.
La misma posición que tiene Jadue, es la posición de las Juventudes Comunistas, es más en las propias redes de la jota, le mienten descaradamente a los trabajadores a los jóvenes y al pueblo pobre, diciendo que “...es imprescindible un proceso constituyente con participación vinculante, de modo que el pueblo pueda incidir en la redacción de su historia y futuro.” (@jjcc_chile), cuando el acuerdo que su propio partido firmó de la mano de la derecha más rancia, establece que hay 12 bases constitucionales que son iguales o peores a la Constitución pinochetista; un “Comité Técnico de Admisibilidad” de 14 tecnócratas designados por el Senado que tendrán poder de veto de todo lo que, a su juicio, no se ajuste a dichas bases; una “Comisión Experta” de 24 tecnócratas designados en partes iguales por la Cámara de Diputados y el Senado, la cual elaborará un anteproyecto y podrá participar en etapas cruciales de la “deliberación” del “Consejo Constitucional”, que elegirá a sus miembros con las reglas del actual Senado. Ese órgano “100% electo”, en realidad sólo podrá discutir en torno al anteproyecto de los famosos “expertos”.
La JJCC, quienes se jactan de ser comunistas, con el respaldo que le dan a este acuerdo, muestra que están cada vez más cerca de los intereses de los grandes empresarios y millonarios dueños del país que de los intereses de las y los trabajadores, de la juventud precaria, y las mujeres que hoy en día son quienes cargamos en nuestras espaldas con la crisis económica que mantiene la inestabilidad, con la inflación por las nubes y los sueldos reales bajando.
Mientras la crisis la seguimos pagando las y los jóvenes hijos de la clase obrera, quienes tenemos los trabajos más precarios, y donde muchos tenemos que trabajar y estudiar a la vez, las juventudes de gobierno no llaman a la organización en los lugares de estudio para generar movilización y así por ejemplo enfrentar el alza de los aranceles en las universidades, no han hecho nada para fortalecer la organización durante este año, cuando estudiantes se movilizaron por la salud mental, infraestructura, autoritarismo, por las precarias condiciones de las y los funcionarios, estuvieron subordinados limpiándole la cara al gobierno y legitimando todas las decisiones que ha tomado Boric, como la militarización del Wallmapu, o también cuando después de 3 años de rebelión se acordaron que hay presxs políticxs, - para posar por izquierda pero que en los hechos están más por derecha- cuando en ningún momento han apoyado esta lucha ni puesto a disposición sus tribunas, ni los organismos que dirigen para exigirle al gobierno la libertad de todas y todos quienes fueron privados de libertad en la revuelta popular.
Quienes nos consideramos parte de la juventud revolucionaria, anticapitalista y que lucha por el socialismo, estamos totalmente en contra de ese acuerdo y de conciliaciones con la burguesía y sus partidos políticos, que no hacen más que defender sus propios intereses a costa de la miseria del pueblo trabajador. Pactar con este sector, significa pactar políticas anti obreras y populares. Ante la subordinación de las juventudes comunistas, a los intereses de los grandes capitales que buscan mantener los pilares de la herencia de la dictadura.
Hacemos el llamado a toda esa juventud, que tiene las ansias de cambiar este sistema, a organizarse para construir una izquierda revolucionaria en total oposición a gobiernos burgueses y con total independencia de clase de los partidos y gobiernos que solo concilian con los empresarios y dueños del país para desmovilizar y quitarle el poder a las grandes mayorías.
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