Este viernes, diputados del Frente de Todos presentaron el proyecto que propone iniciar el juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia. El pedido lleva la firma de doce legisladores y legisladoras de ese espacio político. En el texto se pide que los cuatro integrantes del máximo tribunal -Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti- se presenten ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja, que se encargará de la investigación.
Sin embargo, el oficialismo no cuenta con los votos necesarios para aprobar la acusación contra el tribunal en Diputados. Para lograrlo debería contar con una mayoría de 2/3, porcentaje hoy inalcanzable para el Frente de Todos. Incluso hoy, el bloque oficial no cuenta siquiera los números necesarios para lograr el quórum por cuenta propia.
En ese marco, la decisión de impulsar el juicio a la Corte tiene mucho de show político. El objetivo del Frente de Todos es convertir a la Corte y al Poder Judicial en los blancos de una campaña persistente de cara a las elecciones del año en curso.
Sin embargo, el show no está solo del lado del oficialismo. La oposición de derecha, agrupada en Juntos por el Cambio se convirtió en la defensora más activa de la casta judicial. En lo que es, de hecho, una extorsión, anunció que no dará quórum en la Cámara Baja hasta no sea retirado el proyecto contra la Corte. La decisión implica, de hecho, la paralización de la actividad legislativa.
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