La conferencia presidencial de este jueves se centró en celebrar los ochenta años de creación del IMSS con distintas intervenciones que buscaron presentar al instituto como un logro de la sociedad mexicana y un acuerdo entre empresas, obreros y gobierno.

La presentación contó con la participación de representantes empresariales y funcionarios, quienes buscaron demostrar un clima de concordia y entendimiento gracias al cuál habría un instituto fundamental para la vida y la salud de millones de mexicanos.

Sin embargo, la celebración se aprovechó también para señalar al bloque conservador que se opuso en su momento al presidente Lázaro Cárdenas, así como los intentos de privatización de la salud y de la política neoliberal de gobiernos pasados.

Este clima amistoso y donde se presenta al IMSS como una institución que sigue creciendo y avanzando, contrasta con la realidad que viven sus trabajadores con jornadas extenuantes, así como los usuarios quienes tienen que perder muchas horas para lograr ser atendidos. Y es que la política de privatización neoliberal de la salud efectivamente afectó al instituto, pero siguen habiendo múltiples problemas en el sector, como lo demostraron durante la pandemia las marchas y manifestaciones de enfermeras, médicos y residentes de múltiples centros de salud.

Hacia el final de la conferencia, la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, habló del acuerdo al que llegó el sindicato de telefonistas con el hombre más rico de México Carlos Slim, supuestamente, gracias a la disposición de las partes para negociar y llegar a un acuerdo, se habría logrado solucionar un conflicto de larga data correspondiente en buena medida a los problemas derivados del sistema de pensiones de la empresa.

Así, mientras una empresa multimillonaria busca atacar los derechos de sus trabajadores, se busca presentar como un gran logro de la concordia el que el sindicato haya aceptado la negociación supuestamente a partir de consultar a sus bases. El ideal de conciliación de clase que presenta la Cuarta Transformación, no se corresponde con la lógica y la dinámica capitalista donde los empresarios buscan explotar hasta la última gota de sudor a sus empleados, mientras estos lo único que buscan es tener un mejor salario y mejores condiciones de vida.

Por último, el presidente presentó las encuestas de aceptación de los mandatarios a nivel global, congratulándose del respaldo que mantiene en la sociedad mexicana y saludando el respaldo que otros gobiernos aliados mantienen como lo es Lula en Brasil o Pedro Sánchez en el Estado español.