Ante el reclamo de los y las vecinas del barrio La Gloria, la municipalidad hizo un intento de inauguración de la pileta municipal, dónde acudieron algunos funcionarios para la foto. Pero la foto y la realidad para la gente del barrio fue frustrante y, también, peligrosa: el municipio habilitó una pileta con agua que no está en condiciones óptimas para nadar, porque presenta filtraciones. Como denuncian en la página del municipio, los profesores desaconsejaban utilizar la pileta, ya que el agua se encontraba verde.

Este no es un caso aislado. La política de abandono y desinversión que aplica el municipio en el barrio La Gloria es una gestión común en todos los barrios populares. La diferencia con el centro de Godoy Cruz y otros barrios como Bombal o Fuchs es muy evidente. En esos barrios sí invierten, sí hay calles asfaltadas y plazas bonitas y en condiciones para que jueguen los niños y niñas.

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"Un peligro que los niños se estén bañando se pueden ir al fondo de la pile y los profes no lo ven aparte las infecciones que pueden contraer", "Nosotros acá en el barrio la gloria aún estamos esperando que "comience la temporada de verano" no se puede disfrutar con el agua sucia que llenaron la pileta!! Muy triste!", fueron algunas de las respuestas de vecinos y vecinas del barrio en las redes sociales de la Municipalidad.

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Embellecer algunos espacios y otros no, tiene un trasfondo de clase que explica por qué no invierten en los barrios populares. La desigualdad social se refleja en estas acciones y se legitima la diferencia entre los distintos sectores sociales.

Todos los días, vemos denuncias que hacen en los barrios Huarpes o Pablo VI ante la falta de limpieza, iluminaria y problemas cloacales. O los problemas que tienen los mismos trabajadorxs para llegar a finde mes porque cobran sueldos de pobreza que apenas superan los $ 50.000, como así también, la precarización que sufren lxs trabajadorxs terciarizados y de las cooperativas que el municipio fomenta.