Govern y PSC han cerrado en las últimas horas el acuerdo para los presupuestos catalanes de 2023, todo después de más veinte reuniones, y que tendrá también el apoyo de los Comuns.
Las negociaciones se han desencallado después de que ERC y el president Aragonès aceptaran incluir la construcción del cuarto cinturón, el tramo de la B-40 entre Sabadell y Terrassa.
No obstante, ya desde hace semanas el govern había aceptado las otras dos demandas del PSC de Salvador Illa como son la construcción del Hard Rock en Salou y la ampliación del Aeropuerto de El Prat para que "acontezca un verdadero hub intercontinental” a golpe de impacto ambiental.
Mientras que por otro lado, se ha sabido hoy también que como parte de la negociación con el PSC por unos presupuestos que ERC necesita de forma urgente, la formación de Pere Aragonès a las Cortes españolas ha facilitado que la reforma de la "Ley Mordaza" del gobierno del PSOE y Unidas Podemos pueda seguir su camino para que acabe siendo votada y aprobada.
Momentos después de comunicarse el acuerdo ha comparecido la consellera de presidència Laura Vilagrà para informar de que estos son "los presupuestos más importantes de la historia en cifras". Y seguramente no le falta razón entendiendo que el proyecto de país del govern y PSC es la consecución de mayores infraestructuras y grandes macroproyectos. Estos son, sin duda los presupuestos del retorno al autonomismo, sin el cual no hay posibilidad de mayor financiación.
Ahora bien, haciendo caso de las grandes huelgas que se están llevando a cabo en sectores tan esenciales como son la sanidad y la educación, es el caso de las jornadas de lucha de la semana pasada que han dado continuidad a las de los últimos dos años, las cuentas presupuestarias resultan insuficientes se mire por donde se mire.
En este sentido, si se considera el gasto sanitario público como un porcentaje del PIB, este tendría que crecer en casi 3.000 millones de euros anuales para igualar la de la Unión Europea. No obstante, el incremento de la financiación para el departamento de Salud con estas cuentas se queda muy por debajo con una partida solo de 1.284 millones. No hay duda que la atención primaria y los profesionales sanitarios lo seguirán sufriendo.
Por otro lado, Vilagrà ha manifestado también que aun con el acuerdo con el PSC para los presupuestos de 2023 "la mayoría del 52% sigue existiendo" y ha interpelado a Junts a que apoye a las cuentas. Pero en realidad lo que está haciendo el gobierno es pactar con los mismos que ordenan infiltraciones policiales en la izquierda independentista y el activismo social catalán, o el mismo Catalangate, el espionaje masivo de los dispositivos móviles de más de 60 políticos y activistas independentistas con el software Pegasus.
Hay que recordar también que en origen estas cuentas presupuestarias fueron elaborados por el anterior conseller d’Economia hasta el momento de la ruptura de govern català entre ERC y Junts. Se ha sabido también que en las últimas horas el secretario general de Junts Jordi Turull, se había ofrecido a negociar los presupuestos para salir adelante y en palabras suyas "recuperar la estrategia unitaria independentista".
Y es que tanto Junts como ERC tienen en su horizonte poner el epílogo al retorno a la normalidad autonómica después de más de una década de processisme. Tanto es así que el máximo interesado en la ampliación del Aeropuerto de El Prat cuando se abrió la cuestión en 2021 era el propio partido de Turull, Borràs y Puigdemont. No en vano, es el mismo partido heredero del pujolisme y las grandes negociaciones con los gobiernos del Estado español. Habrá que ver que hace ahora Junts, pues todavía hay tiempo para apoyar unos presupuestos que desde el principio tienen su impronta o si prefiere oponerse como viene haciendo en clave electoralista.
Como también habrá que ver que hace la CUP ante la más que segura aprobación de los presupuestos. Más allá de una posible enmienda a la totalidad de las cuentas, como ha dejado entrever Eulàlia Reguant en una rueda de prensa después de conocerse el acuerdo del PSC y ERC, ¿seguirá manteniendo la puerta abierta a una recomposición de la unidad popular haciendo llamamientos a Aragonès? Por otro lado, la CUP es hoy incapaz de emerger como una alternativa para los sectores que todavía hoy tienen intactas las aspiraciones para lograr el derecho a la autodeterminación, todo después de años de política de mano extendida a la hoja de ruta de las direcciones de ERC y Junts.
La fecha de la votación de los presupuestos en el Parlament de Catalunya no será antes de entrado el mes de marzo, no obstante, lo que queda claro es que el final de ciclo del processisme es una realidad y la restauración autonomista va camino de concluir. |