El calor agobiante volvió al área metropolitana de Buenos Aires, y los vecinos del Barrio San Cayetano no pudieron soportar más la situación: la falta de agua en la zona ya no es una excepción si no la regla, y este martes decidieron realizar un corte de calles para visibilizar un problema ante el cual tanto la intendenta Mayra Mendoza como el gobernador Axel Kicillof hacen oídos sordos, mientras este último continúa de gira por la provincia en una poco disimulada campaña por su reelección.
Los testimonios de vecinos y vecinas lo explican: se vieron obligados a tomar esta medida porque con bolsitas de agua que les entregan las familias no pueden hacer frente a las altas temperaturas. Los gobernantes que viven en condiciones muy alejadas de las del pueblo se muestran inmutables ante este tipo de problemáticas, que atraviesan todo el conurbano donde la inflación es mayor aun que en el resto del país, los niveles de informalidad laboral y subocupación aumentan, y la falta de obras de infraestructura básicas hace que los servicios más necesarios para la vida no existan o se den de forma intermitente (aun cuando se vienen aplicando aumentos de tarifas, que también incluyen al transporte público).
El barrio San Cayetano no necesita bolsitas de agua: necesita un verdadero plan de obras públicas que garantice a las familias trabajadoras que allí habitan agua, electricidad, gas y cloacas; que esté controlado por los trabajadores y los vecinos, que son quienes conocen realmente cuáles son las prioridades.
El miércoles 8 a las 17 horas vecinas y vecinos realizarán un corte en la rotonda de Pasco, para continuar con el reclamo.
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