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8 de febrero de 2023 Twitter Faceboock

Literatura
La verdadera historia de terror detrás de Blancanieves
Meke Paradela | @mekepa

En 1937 Walt Disney hizo una versión que se convirtió en su primer largometraje animado. Pero la historia que escribieron los hermanos Grimm en 1812 y que tuvo varias modificaciones posteriores, fue bastante más oscura. A continuación te contamos la verdadera historia de Blancanieves.

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El 4 de febrero de 1938, hace exactamente 85 años atrás, se estrenó en Estados Unidos la película "Blancanieves y los siete enanitos". De esta manera, dejando atrás algunos cortometrajes, Walt Disney se lanzó finalmente a realizar un largometraje animado que sería el primero de una larga lista que llevaría a su empresa a convertirse en un gigante de la animación cinematográfica. Para esta adaptación, Disney se basó en una versión muda de 1916 que vio en su adolescencia. Pero la verdadera historia escrita por los hermanos Grimm tenía algunas cosas bastante distintas.

Trabajo no remunerado y fantasías

En su aspecto básico, la historia es la misma. Una mujer celosa de la belleza de otra, manda a matarla para seguir siendo "la más linda del reino". Existen distintas investigaciones que se desarrollaron para saber si esta historia tuvo alguna inspiración real, pero siguen siendo puras conjeturas. En el relato de los Grimm, dos hermanos alemanes que durante el siglo XIX se dedicaron a juntar y a recopilar historias del folklore tradicional, la madrastra (o la propia madre según otras versiones) le pregunta también al espejo quién es la más bonita, y al obtener como respuesta que era Blancanieves, envía al cazador a matarla. Como en la historia de Disney, el cazador se arrepiente, salva su vida y ella descubre una cabaña donde viven siete enanos. Blancanieves les explica su situación, por lo que los enanos le dicen que no hay problema, que se quede, pero con una condición: que les cocine, que les limpie la casa y que básicamente les mantenga todo mientras ellos (también) trabajan.

De esta manera, Blancanieves se pasa diez años trabajando como empleada doméstica para los enanos a cambio de seguir con vida, un negocio redondo para los cánones de la época. En algún momento parece que a la Reina se le ocurre preguntarle al espejo otra vez por la más linda y ahí descubre que su hijastra (o hija) seguía viviendo. Entonces trata no solamente una sino tres veces de matarla: la primera vez decide hacerlo ella misma disfrazada de un vendedor y le regala corpiños de encaje. Blancanieves los acepta y la Reina, siempre disfrazada, comienza a atarla fuerte hasta que se desmaya y es allí cuando llegan los enanos para desatarla y así salvarla. En el segundo intento, la Reina envenena un peine, se vuelve a disfrazar de vendedor y se lo regala a la princesa. La empieza a peinar, ella se vuelve a desmayar y una vez más la rescatan los enanos. La tercera tenía que ser la vencida para la Reina y otra vez se disfraza pero no de bruja sino de esposa de un granjero y ahí sí es que le ofrece una manzana envenenada. De ahí en más, la historia casi continúa tal cual la narró Disney en su película... excepto por algunos detalles.

El baile de la muerte

En la clásica composición del denominado "cuento de hadas", es una mujer o princesa la que siempre es rescatada de las garras del mal por el apuesto príncipe azul para ofrecerle un mundo de felicidad eterna. Blancanieves no fue la excepción para los Grimm. El príncipe la encuentra en su ataúd, rodeada por los enanos pero acá no hay ningún beso. Decide que en lugar del bosque salvaje, su amada estaría mejor en el castillo de su padre. Para eso, manda a sus sirvientes a que levanten el ataúd y transporten a Blancanieves. Pero uno de ellos tropieza, se cae y es quien de casualidad la termina reviviendo porque, con la maniobra, el pedazo de manzana envenenada se cae de la boca de la princesa. Ahora sí, el príncipe le ofrece matrimonio, ella acepta y realizan una ceremonia donde invitan a todo el mundo menos a la Reina malvada.

A todo esto la Reina estaba ya segura de su triunfo. Por milésima vez vuelve a preguntar si ella era la más bonita y el espejo, astuto, no le dice que es Blancanieves sino la novia de un príncipe. Decide averiguar sobre el casamiento y ahí descubre que su hijastra sigue viva. Por cuarta vez trata de matarla y el príncipe decide defender a su amada de una forma bastante particular. Recordemos que en la versión de Disney, la madrastra pelea con el príncipe hasta que se le cae una roca encima y así muere. Pero los hermanos Grimm pensaron en una muerte más "medieval": el príncipe le ordena a la Reina a que se ponga un par de zapatillas de hierro al rojo vivo y que con ellas baile hasta morir. Solo a partir de entonces es que concluye la historia y Blancanieves es supuestamente feliz con su príncipe.

Para los niños

Es imposible saber si esta historia de crueldad, vanidad, superficialidad y con varias connotaciones sexuales era parte de lo que realmente consumían los destinatarios de estos cuentos de hadas, es decir niños. Este tipo de historia, de la que los Grimm recolectaron como folklore, estaba muy presente en numerosos países europeos, asiáticos y africanos, con distintas versiones pero como parte de una tradición muy marcada en estas regiones.

Si Walt Disney leyó la historia de los Grimm no lo podemos saber, lo cierto es que la película llegó al cine de la manera más edulcorada posible, con un bosque vivo cuyos animales eran amigos de Blancanieves y unos enanos adorables que solo trataban de ayudarla. Fue un éxito total que llevó a que fuese estrenada en cine varias veces y se convirtió en un clásico del estudio de animación, llegando a ser nombrada como "la mejor película estadounidense de animación de todos los tiempos".

 
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