Es conocido ese chiste del decomiso de drogas, que mientras va pasando por las policías y la burocracia, cada vez se van reduciendo más y más los kilos hasta que llega el acusado al juez y lo deja libre por los pocos gramos que era la prueba. En el caso SQM, una de las aristas del caso Penta, tras ocho años, el clásico chiste es nuevamente una realidad, de los casi 180 imputados en su momento, hoy en el juicio oral apenas habrán 8 acusados.

Entre ellos los más de renombre Pablo Longueira, histórico líder de la UDI, y uno de los principales acólitos de Jaime Guzmán, ex senador y exministro, y el también ex niño rebelde de la Concertación Marco Enriquez-Ominami, los demás: el exgerente general de SQM Patricio Contesse; la secretaria de Longueira, Carmen Valdivieso; el exdiputado de la Democracia Cristiana Roberto León; la secretaria de la presidencia de la UDI, Marisol Cavieres; el exsecretario general del PRO, Cristián Warner, y el exembajador DC Macelo Rozas.

Llaman también la atención entre los acusados, las secretarias de la UDI, el eslabón más bajo de la cadena, que aunque acá no las defenderemos por supuesto, llama la atención el descaro y la burla a la población que no sean los mandos mayores de la UDI, o el mismo Ponce Lerou, quien financiaba ese partido fundado hace más de 30 años por funcionarios de la dictadura.

Recordemos que ya ante la justicia estadounidense el 2017, SQM pagó una multa por más de 30 millones de dólares reconociendo haber hecho "pagos indebidos" a políticos chilenos, entre los que estaban el ex senador Jaime Orpis del tambien bullado caso Corpesca, Pablo Longueira y el ex subsecretario Pablo Wagner (todos militantes de la UDI al momento de recibir los pagos); y Marco Enríquez-Ominami (PRO).

Para el caso de Longueira la Fiscalía solicitó 818 días de cárcel y multas por cohecho, mientras que MEO arriesga cuatro años de cárcel por delitos tributarios. El juicio se prolongará entre 18 y 24 meses.