El pasado viernes trabajadoras y trabajadores despedidos del Hospital Regional de Antofagasta, en contexto de las indicaciones entregadas por el gobierno de reducir el personal honorarios, se reunieron en una Asamblea de despedidos, espacio de deliberación para organizar la defensa de los puestos de trabajo y de la salud pública.
Hasta el momento alrededor de 40 trabajadores han sido notificados con la carta de despido, lo cuál dejarían sus funciones el día 28 de febrero, donde además algunas unidades se reducirán el personal a la mitad.
Pero estos despidos no afectan solo a las decenas de familias que quedaran en la calle, después de haber puesto su trabajo a disposición para enfrentar la pandemia, sino que afecta también directamente a los usuarios colapsando y haciendo aún más lenta la atencion en áreas como urgencia por ejemplo, donde ya son demasiadas horas las que se espera por una atención.
Un sector tan imporante como la UTI del centro de derivación más importante de la macrozona norte, disminuirá las camas de atención, hecho que colapsara en cadena otros servicios como la urgencia, sumado a la gran sobrecarga que enfrentará el reducido personal que permanecerá en sus funciones, por otro lado para las y los usuarios implicara un colapso y una lista de espera más larga para acceder a una cama.
En el área de rehabilitación cardiaca, muchas agendas tendrán que cerrarse y muchos usuarios quedaran sin acceso a una parte importantísima de su tratamiento, afectando la salud de los pacientes.
Asimismo sectores de nutricionistas cesaran sus funciones dejando a sectores como la urgencia sin apoyo de nutricionista, cuestión fundamental considerando el largo tiempo que pasan los pacientes hospitalozados en dicho servicio esperando cama en hospitalizados.
Los ejemplos suman y siguen, todo nos lleva a más colapso y precarización de la salud pública. Para buscar frenar estos ataque la asamblea de despedidos que se llevó a cabo es un ejemplo de cómo enfrentarlo, a diferencia de la línea que tienen los gremios de acatarse a las normas que nos imponen. Confiemos en nuestra fuerza y en la organización de los diferentes sectores en unidad junto con los usuarios. Basta de precarización laboral, basta de precarizar la salud de la población trabajadora y pobre. No permitamos ningún despido a las y los honorarios, no somos desechables, ¡vamos por el paso a planta de todas y todos!. |