Joe Biden, extendió la duración del decreto de emergencia nacional con respecto a Venezuela, al considerar que la situación en el país “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos”.
"La situación en Venezuela continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos. Por lo tanto, he determinado que es necesario continuar con la emergencia nacional declarada en el Decreto Ejecutivo 13692 con respecto a la situación en Venezuela", sentencia el texto, firmado por Joe Biden.
El 8 de marzo del 2015, el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, emitió una orden ejecutiva en la que implementaba y ampliaba las sanciones que venían siendo aprobadas por el Congreso ya a finales de diciembre del 2014, declarando al mismo tiempo una “emergencia nacional” ante lo que consideraban el “riesgo extraordinario” que supondría la situación de Venezuela para la seguridad de Estados Unidos.
En una carta al Congreso Biden manifiesta que “de acuerdo con la sección 202(d) de la Ley de Emergencias Nacionales (50 USC 1622(d)), continuaré durante 1 año la emergencia nacional declarada en la Orden Ejecutiva 13692.″
Una declaración de “emergencia nacional” y que un país constituya una amenaza para la seguridad nacional, es un instrumento que le permite al presidente estadounidense, en determinadas circunstancias, ir más allá de lo que haya aprobado el Congreso a la hora de dictar sanciones contra un país.
Cualquiera puede saber que un país del nivel de Venezuela, no constituye ninguna amenaza a la seguridad nacional de una de las potencias más importantes del mundo y con el mayor poderío militar del planeta. Que dicho sea de paso en estos momentos se encuentra en una guerra por procuración abasteciendo vía la OTAN armas en Ucrania.
Biden sigue con la política agresiva de Trump, gobierno durante el cual se vio una de las mayores injerencias contra Venezuela llegando incluso a usar la amenaza de una intervención militar en el país. Y su objetivo, con la extensión del decreto ejecutivo de Obama, no busca más que apuntalar a una oposición de derecha que se encuentra en total debacle política y completamente dividida, en el marco de las negociaciones que se llevan adelante en México, por ahora en forma pública paralizadas, pero que transcurren en el marco del mayor de los secretismos.
Sabemos del cinismo y la hipocresía del imperialismo cuando habla de derechos humanos que no pasa de utilizarlo para sus objetivos injerencistas o justificar escaladas para su intervencionismo. Jamás les ha interesado la situación del pueblo trabajador de Venezuela, quien es el que sufre en carne propia la más grande violación a sus derechos por parte del Gobierno de Maduro, un régimen autoritario y represivo y que aplica planes hambreadores con salarios mínimos que no llegan a los cinco dólares mensuales.
Repudiar la política de injerencismo de Biden con la extensión de los decretos ejecutivos de Obama y sanciones de por medio que solo han agravado los padecimientos del pueblo, es una cuestión fundamental. El enfrentamiento a Maduro y todas sus políticas autoritarias que violan los derechos democráticos más elementales del pueblo trabajador, no puede pasar por apoyarse en el imperialismo y en las políticas de la oposición de derecha, quienes incluso son partidarios de los planes antiobreros de Maduro. |