Este jueves a las siete de la mañana, cerca de diez institutos parisinos habían sido bloqueados, los jóvenes decidieron continuar la pelea contra la reforma de las pensiones junto a los refineros, ferroviarios, basureros y trabajadores de la energía que decidieron radicalizar al huelga. “Estudiantes del lado de los trabajadores” afirmaba un cartel delante del instituto Lamartine.
Mientras que se daban manifestaciones por toda Francia, varios miles de jóvenes se encontraron en Saint-Lazare al comienzo de la manifestación parisina. Había una presencia de estudiantes de múltiples universidades: Nanterre, Paris 1, Paris 3, Université Paris Cité, Paris 8… El cortejo se distinguía por sus grandes pancartas llenas de color y numerosos carteles con reivindicaciones: entre ellos se encontraban estudiantes de las escuelas de arquitectura y de bellas artes que se movilizaban desde hacía varios días contra la falta de medios en sus escuelas y también contra la reforma de las pensiones. Enzo, estudiante de arquitectura de Belleville afirmaba a los micrófonos de Révolution Permanente: Queremos aportar nuestra fuerza de choque para ayudar a todo el mundo, trabajadores, ancianos, jóvenes, estudiantes de secundaria…
Los estudiantes de secundaria acudieron de forma masiva a la movilización ampliando el bloqueo de sus centros y buscando unirse a un movimiento más duradero. Helena, estudiante de secundaria y militante de Poing Levé (organización juvenil de Révolution Permanente, NdT) insistió en la necesidad de combatir al mismo tiempo la reforma de las pensiones, apoyando a los trabajadores y sus huelgas, pero también contra el Servicio Nacional Universal que pretende imponer Macron (pseudo servicio militar y de adoctrinamiento de jóvenes en los valores de la V República Francesa, NdT).
Esta voluntad de Macron de encarcelar a la juventud se hizo patente en la manifestación donde se desplegó un gran dispositivo policial, con antidisturbios cargando contra los cortejos y que detuvieron a un manifestante, mientras que horas antes había puesto a un estudiante de secundaria de Racine bajo custodia.
Una represión que expresa el pánico que tiene el gobierno a que la juventud se movilice masivamente contra la reforma de las pensiones. La manifestación del pasado jueves envió no solamente el mensaje de que hay que ampliar en el tiempo el movimiento, de radicalizar la pelea del lado de los trabajadores y de la huelga contra la reforma pero también de articular un combate conjunto y ampliar las reivindicaciones a la cuestión del presupuesto de Educación o la batalla contra el Servicio Nacional Universal. Una dinámica que debe consolidarse para que la mayoría del movimiento estudiantil de universidad e institutos se sume a la batalla actual. |
