Al igual que en Estados Unidos, y solo tres días después de que Biden asegurara todos los depósitos del sistema bancario del país, la banca suiza tuvo que salir a hacer lo suyo ante la caída inminente del Credit Suisse. El banco había confirmado que sus balances de liquidez incluían instrumentos y herramientas que no eran en efectivo, falsificando en los hechos los balances de la entidad. Ante los rumores de malversación y la caída de del Silicon Valley Bank en Estados Unidos, Suiza fue el primer país europeo en salir al rescate de la timba financiera, preanunciando otra ronda de socialización de las pérdidas de los bancos.
Esto permitió que las acciones de Credit Suisse abrieran esta mañana en la Bolsa de Valores de Zúrich con una espectacular subida, del 30,82 %, tras el anuncio horas antes de que el Banco Nacional de Suiza (BNS) le hará un préstamo de 54.000 millones de dólares.
La acción había perdido un cuarto de su valor en la víspera, arrastrada por la crisis bancaria en Estados Unidos y la desconfianza generalizada de los inversores hacia el sector financiero, agudizada en su caso por los pésimos resultados de sus cuentas en los dos últimos años y una sucesión de escándalos.
Con esta alza en el precio de sus acciones, Credit Suisse recupera el terreno perdido el miércoles, cuando cerró la sesión con una caída del 24 %, tras haber bajado hasta un 30 % a media tarde, el peor descenso entre los bancos europeos, todos castigados por la ola de pánico que se apoderó de los mercados.
Tras recibir insistentes solicitudes por parte del banco, el BNS y la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) decidieron emitir una declaración conjunta de apoyo a la entidad, pero a todas luces este paso fue juzgado insuficiente para calmar la tormenta, por lo que en medio de la noche se anunció el préstamo de la entidad emisora.
Con este dinero, el banco indicó que hará una recompra por 3.200 millones de dólares de títulos de deuda senior, lo que le ahorrará el pago de intereses en un contexto alcista de los tipos.
Al igual que con la quiebra del Silicon Valley Bank, varias entidades afrontan problemas de falta de liquidez y pérdidas por la baja del valor de los bonos del tesoro debido a los aumentos de la tasa de interés de parte de los bancos centrales de todo el mundo. Solo en Estados Unidos la diferencia entre el valor nominal en que todos los bancos compraron bonos del tesoro frente al valor actual, disminuido, es de más de 600.000 millones de dólares. De esa friolera se va a hacer cargo la reserva estadounidense para rescatar al sistema bancario. Una situación similar es la que se vive en Europa, y estos son los primeros cimbronazos de una crisis más profunda.
En caso del Credit Suisse era clave no solo para Suiza sino para todo el sistema europeo. En el contexto de la crisis financiera de 2008, el banco fue clasificado "de importancia sistémica" ("too big to fail") para la economía de toda la región, lo que explica el rápida salvataje del Estado, que se vuelve a hacer cargo de las pérdidas provocadas por la timba del sistema financiero. |