El Hospital de niños “Victor J Vilela” es el efector público Municipal de mayor complejidad de la ciudad de Rosario y la región, allí se derivan pacientes de otros efectores, a la vez que se da respuesta a la demanda de quienes acuden espontaneamente. El Hospital a su vez cuenta con servicio de neurocirugía y sala de quemados, único en la red pediátrica publica de la ciudad y alrededores. Al ser un Hospital de tercer nivel y gran complejidad atiende un gran flujo de pacientes, muchos con patologías complejas que demandan mucho tiempo de atención y mayor uso de recursos que en otros erectores.
Hace tiempo que los trabajadores de la salud de dicho hospital vienen haciendo oír sus reclamos. La última movilización fue el jueves pasado, pero el reclamo no inicio allí. Son trabajadores que día a día sostienen con su cuerpo un sistema de salud cada vez más desfinanciado. Los trabajadores denuncian que esto se expresa en la falta de cargos, jerarquizaciones y recursos.
Tal como sostiene una trabajadora del servicio de UTI: “Trabajadora de la UTI denuncia que ante jubilaciones los cargos quedan sin cubrir y se reducen todos los servicios, faltan médicos, camilleros, administrativos. La municipalidad no invierte en salud. Esto no es de ahora sino que es de hace años.” Esto sucede a que pese a que existe jóvenes profesionales capacitados y formados para cubrir dichos puestos de trabajo. Aquellos pocos que son contratados lo hacen informal.
Nos comunicamos también con personal del servicio de guardia del hospital, quienes nos comentaban que “la cantidad de pacientes del sistema de salud público se incrementó en los últimos años por la crisis económica.. . muchos padres y madres perdieron sus empleos y con esto la obra social, lo que sobrecarga el sistema público. A su vez muchas situaciones y patologías críticas se incrementaron con la crisis social y la pospandemia.”
En ese marco es que se desenvuelven los recortes en salud. Nos cuentan: “Nuestro reclamo apunta a la falta de recursos humanos. Muchas veces somos en la guardia 2 médicos menos de los que la misma municipalidad cree que debemos ser. Hemos llegado a tener 40 pacientes internados, para lo cual no hay recursos suficientes, para eso tuvimos que requerir a internaciones en los pasillos, en todos lados. Cada vez estamos más agotados, habitualmente somos 5 médicos para los 30 o 40 pacientes internados más toda la demanda de la guardia que suelen ser entre 200 y 400 pacientes.” Por otra parte el problema de la guardia también se presenta cuando “muchas de las camas están bloqueadas por faltas de enfermeros. Y eso hace que los pacientes se acumulen en la guardia y no puedan pasar a la sala, cursando toda su internación en la guardia”
Un trabajador nos comenta que: “Otra grave problemática es la paga. Percibimos salarios miserables que lejos están de ser justos y coherentes a un trabajo de alto riesgo, enorme estrés y 10 años de estudio en promedio. Además actualizamos permanentemente nuestra formación y eso nos los costeamos nosotros”. A lo que también agregan: “A su vez no tenemos categorías profesionales, lo que hace que no haya reconocimiento al trabajo que hacemos. A los profesionales no se nos paga por el trabajo nocturno, feriados. Tampoco cobramos por ser un area crítica. Todo esto hace que nuestro sueldo sea muy bajo”
A fines del 2022 fueron partes de las importantes movilizaciones que se realizaron en todo el país, con la ciudad de Rosario como uno de sus epicentros. Hoy los profesionales de la salud se encuentran nuevamente luchando por la salud pública. Al hacerlo chocan los distintos gobiernos que mantienen y profundizan la situación de precariedad por la que atraviesa la salud pública. | 
