Convocada por organizaciones de migrantes sin papeles, a las manifestaciones se sumaron sectores que salieron a las calles a protestar contra la reforma jubilatoria que impuso el Ejecutivo por decreto. Esto quedó expresado con la presencia de sectores de trabajadores y estudiantes que están en huelga contra la reforma y que se agrupan en la “Red por la huelga general”.
Días antes de la manifestación, el martes por la noche, la prensa anunciaba el aplazamiento del proyecto de Ley de inmigración. El presidente del Senado, Gérard Larcher del derechista Republicanos, pidió a Emmanuel Macron el lunes por la noche que pospusiera el debate sobre el proyecto de ley.
El revés del gobierno de Macron en el proyecto de ley de inmigración, que inicialmente debía ser debatido el 28 de marzo en el Senado, constituye una primera victoria para el movimiento social por los derechos de los migrantes. La ley impulsada por Darmanin, prometía ser el próximo gran ataque del gobierno, en particular, preveía endurecer las condiciones de regularización, intensificar las expulsiones de personas obligadas a abandonar el territorio francés o incluso ampliar la "doble pena" sistematizando las expulsiones de extranjeros que serían objeto de condena judicial. .
Pero la combinación del gran movimiento de protestas y huelgas contra la reforma jubilatoria, la movilización iniciada por varios colectivos de inmigrantes indocumentados, y la profunda crisis política en la que está sumido el gobierno obligó al presidente Macron y su ministroo Darmanin a posponer su proyecto de ley racista.
La retirada temporal del proyecto que el Ejecutivo prepara desde hace más de un año, con exabruptos racistas y reaccionarios del ministro del Interior, Darmanin, demuestra la fuerza y el potencial del movimiento actual. Esto confirma el vínculo entre la batalla contra la reforma jubilatoria y la lucha contra todos los proyectos racistas del gobierno.
Pero si el gobierno se ve obligado a retroceder bajo la presión del movimiento actual, no significa que abandone la idea de imponer leyes antimigrantes. De hecho, en su discurso televisado del miércoles, Macron aclaró que "sin duda habrá varios textos de inmigración" que "llegarán en las próximas semanas". Dijo que quería "reajustar las cosas y cortar [el proyecto de ley] en textos más cortos".
Según las palabras de un asesor del Ejecutivo, el texto debería dividirse entre un proyecto de ley que trate los puntos más “consensuados” y otro con las propuestas más difíciles de aprobar. Según el diario Le Monde, el gobierno también podría intentar presentar “un texto más técnico con menos espacio político”. El contenido del proyecto aún no está enterrado y el gobierno está tratando de encontrar formas de llevar a cabo su ataque masivo contra inmigrantes e indocumentados.
Es por esto que la movilización de este sábado muestra que es necesario seguir en las calles. La unidad que se vio entre las organizaciones de migrantes, de trabajadores y estudiantes es un hecho muy importante.
Los trabajadores y las organizaciones sindicales deben tomar la demanda para tirar definitivamente todas las reformas que quiere imponer el gobierno. Tomar la pelea de los inmigrantes indocumentados es también colocar una piedra importante en la batalla contra las ideas reaccionarias y racistas de la extrema derecha. En momentos en que la batalla contra la reforma de las pensiones se radicaliza pero mantiene su masividad, el gobierno está más débil que nunca. |