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29 de marzo de 2023 Twitter Faceboock

Historias
La guerra de Malvinas y el fútbol
Daniel Morello | Docente e Historiador deportivo. https: //www.youtube.com/@bibliotecadelfutbol

El historiador Daniel Morello investiga su impacto en el mundo del fúltbol y nos cuenta cuando los futbolistas cambiaron los botines por los borceguís, la pelota por un fusil y los sueños de primera por los de sobrevivir.

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El 2 de abril de 1982 la dictadura cívico-militar genocida hizo un desesperado intento por perpetuarse en el poder, e inició las acciones militares para recuperar las islas en manos del imperialismo británico.

El propósito de este articulo no es analizar las consecuencias del conflicto bélico, es investigar su impacto en el mundo del fútbol.

De la canchas a las trincheras

El 2 de abril de 1982 la junta militar envió a más de 10.000 soldados, la mayoría de ellos colimbas con escaso entrenamiento y armamento, a una ridícula guerra para preservar su poder.

Vamos a entrar en la historia de ellos, de la generación 1962, cuando los fútbolistas cambian los botines por los borceguís, la pelota por un fusil, los sueños de primera por los sueños por sobrevivir. Mas de uno de los protagonistas admiten que hay escenas de los soldados jugando al fútbol en un gallinero, con ganas de jugar, pero sin poder por el mal estado físico, la mala alimentación o que el frío les impedía jugar más de 15 minutos.

Juan Jerónimo Colombo

Llego a la primera de Estudiantes una semana antes del desembarco y el 15 de abril ya estaba en las islas. Oriundo de Roque Pérez, provincia de Buenos Aires llego al pincha desde el club Pedernales. La colimba lo atrapó en las inferiores del club. Cuando le dieron de baja había terminado el torneo de las inferiores de 1981, comenzó a entrenar y Bilardo le pidió que entrenara con la primera, pero el destino lo llevo a las Islas Malvinas.

El 13 de junio los sorprendió un bombardeo de morteros, según cuenta Juan en una entrevista dada a “En una baldosa”, y su compañero el Negro Dandrea se le tiro encima, recibiendo las esquirlas por él. También cuenta que prefería no volver a hacerlo con una lesión que le impidiera seguir jugando al fútbol.

A su regreso fue recibido con indiferencia, Estudiantes tenía que renovarle contrato o dejarlo libre, pidió una prórroga a la AFA que le negaron. Afortunadamente el club lo mantuvo, cuando estaba listo para el debut la hepatitis retrasó su vuelta a los entrenamientos. Debuto el 3 de abril frente a Instituto, antes de poner rumbo a Ferro de General Pico. Islas lo llevo a Independiente y a Logroñes pero las lesiones acabaron con su carrera.

Hincha de San Lorenzo se dedica a entrenar fútbol infantil y conducir un programa partidario en una radio local.

Hector Rebasti

Arquero de las inferiores de San Lorenzo, le tocó la colimba y a la vuelta le costó volver a un estado físico adecuado. Lo dejaron libre y probó suerte por insistencia de su padre en la vereda de enfrente, en Huracán. Le hicieron una prueba y quedó, decisión que le costó, por ser hincha del Ciclón. Al poco tiempo empieza a entrenar con la primera, pero no tuvo una etapa para acomodarse. Fue convocado para reincorporarse al ejército donde le dieron un fusil y lo enviaron a la guerra. Al regreso ya no era el mismo, estuvo un tiempo en Huracán pero no llego a adaptarse, estuvo a punto de firmar en algunos equipos pero no pudo volver al fútbol. Termino trabajando en el Banco Provincia donde se jubilo.

Javier Dolard

Jugaba en Boca, compañero de Ruggeri en las inferiores, hacía 5 meses le habían dado la baja del servicio militar y estaba nuevamente de uniforme, pero esta vez en las islas. Atrás quedaban los entrenamientos, los goles (era goleador de su categoría) y la convocatoria al preseleccionado juvenil de Menotti. Habia llegado de Córdoba para probarse en River y no tuvo suerte, sí en Boca, donde le insistieron que no abandonara los estudios.

De regreso de Malvinas le costo adaptarse, y un desgarro le trunco prácticamente la posibilidad de volver al fútbol, un breve paso por Independiente de General Pico y también pasó a trabajar en el Banco Provincia.

Hector Cuceli

Compañero de Rebasti en las inferiores de San Lorenzo, a la vuelta nunca llego a poder recuperar el nivel, una promesa incumplida de San Lorenzo de un contrato lo alejaron del fútbol. Tiene un taller mecánico propio.

Claudio Petrusi

Aquero de Rosario Central, estaba en las inferiores del Canalla cuando lo enviaron a Malvinas, fue destinado al cuerpo médico en las islas, al regreso no pudo seguir en el fútbol, se recibió de médico.

Omar De Felippe

Estaba haciendo las pruebas en Huracán cuando lo llamaron al combate, uno de los pocos que siguió con la carrera. Jugó en Huracán, Arsenal, Once Caldas, Villa Mitre, Rosario de Puerto Belgrano y Olimpo. Como DT en Olimpo, Quilmes, Independiente Emelec, Velez, Ñewells, Atlético Tucumán y Platense. Fue campeón de la serie A de Ecuador logrando clasificar a Emelec a la copa Libertadores y logra ascender a Olimpo (campeón de primera B nacional), a Quilmes y a Independiente.

Sergio Pantano

Jugaba en las inferiores de Talleres de Remedio Escalada cuando fue a las islas. A su regreso jugó en la primera de Talleres logrando el ascenso a la B en 1983. También jugó en San Telmo, El Porvenir y Berazategui.

Luis Escobedo

Cuando lo llevaron a las islas ya tenía seis partidos en Los Andes, al regreso siguió jugando en el mil rayitas, Belgrano de Córdoba, Colón, Santiago Wanders de Chile, Vélez, Temperley y Dock Sud. Actualmente asiste a ex veteranos de Malvinas.

Julio Vázquez

Jugaba en el Centro Español, cuenta que a la vuelta no recuerda lo que le paso los primeros seis meses. Intentó estudiar, trabajar y jugar al fútbol. Lo echaron de un buen trabajo cuando se enteraron que era ex combatiente, ahora con la pensión afirma que se siente más reconocido. Continuó ligado al fútbol como entrenador de Ituzaingó, Cañuelas y ayudante de campo de Nueva Chicago en primera división.

Gustavo De Lucca

Jugaba en las inferiores de River cuando lo llamaron a la guerra. A su regreso tuvo una amplia trayectoria, jugó en Nueva Chicago, Talleres de Remedios Escalada. All Boys, en equipos de Chile como Santiago Wanders, Cobreloa, Deportes La Serena, Ohiggins, Colo Colo, Regional Atacama, Deportes Temuco, Everton, y en Alianza Lima de Perú como en FC Baden de Suiza. Fue goleador en Chile tanto en primera B 1987 como en primera división en 1988 y campeón de la Recopa Sudamericana con Colo Colo en 1992.

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Fútbol en tiempos de guerra

Muchas veces las guerras pararon al fútbol, pero en nuestro país la pelota siguió rodando. Se jugó el torneo nacional de 1982 que empezó el 12 de febrero, dividido en 4 zonas de 8 equipos donde los dos primeros pasaban a cuartos de final.

El viernes 2 de abril las tropas argentinas desembarcaban en Malvinas, mientras Central Norte de Salta le ganaba 1 a 0 a Mariano Moreno de Jujuy.

El 2 de mayo mientras hundían al ARA General Belgrano, River vencía de visitante 3 a 2 a Quilmes, lo mismo hacia Ferro con Atlético Concepción de Tucumán, Boca y Estudiantes empataban en 1, Deportivo Roca le ganaba 1 a 0 a Racing, entre otros resultados.

Mientras las tropas inglesas intensifican los ataques empieza a definirse el torneo y se juegan los cuartos de final. Ferro elimina a Independiente de Mendoza, Quilmes a Unión de Santa Fe, Talleres de Córdoba a Racing de Córdoba y Estudiantes a San Martín de Tucumán.

En la parte más dura del ataque Inglés y mientras se daba el ataque más cruel, se jugaron las semifinales, el 6 de junio y el 13 de junio. Ferro elimina a Talleres y Quilmes a Estudiantes un día antes de la rendición argentina en Malvinas.

Ya con la guerra terminada y mientras se ocultaba a los pibes que volvían, el enorme Ferro de Griguol venía de pelearle los campeonatos a Boca y a River, le gana la final a Quilmes, empate de visitante y triunfo de local 2 a 0. El Ferro de Bacigalup, Gomez Cuper Rocchia y Garre Arregui Saccardi, Cañete, Crocco, Marcico y Juarez.

También la selección jugaba sus partidos, el 12 de mayo cuando 3000 soldados ingleses salían para las islas, entre ellos los mercenarios Gurkas, en Rosario se jugaba el último partido preparatorio para el mundial. Un triunfo 1 a 0 ante Rumania y el 13 de junio ya en España, en el partido inaugural, Argentina caía ante Bélgica 1 a 0. Ese día la selección formó con Fillol, Galván, Olguín, Pasarella y Tarantini Ardiles, Gallego y Maradona, Bertoni, Ramon Díaz y Kempes, el gol de Bélgica, Erwin Vandenbergh. Luego vendría la rendición de las tropas argentinas, y el mundial seguía como si nada, en lo deportivo el fracaso de una de las selecciones que en nombres parecía una de las mejores, con la base del 78 y las figuras del juvenil del 79.

Argentina 2 Inglaterra 1, la herida aun sangraba

Habían pasado 4 años de la guerra de Malvinas, los militares ya no estaban el poder, la movilización popular los había expulsado. Mientras el pueblo se daba cuenta que con la democracia sola no se comía, ni se educaba, ni se vivía, empezaba a movilizarse y organizarse. Se jugaba el mundial de México, el 22 de junio se enfrentaban Argentina e Inglaterra en el estadio Azteca de México por los cuartos de final del mismo.

En las inmediaciones y en el mismo estadio se enfrentaron las barras bravas de ambos países, como también lo harían después del partido. Cuenta la leyenda que entre exiliados argentinos las barras argentinas y las escocesas emboscarían a los holligans.

El partido se empezó a vivir cuando ya se vislumbraba la posibilidad del choque, Argentina elimino a Uruguay 1 a 0 e Inglaterra a Paraguay 3 a 0.

Las formaciones fueron en Inglaterra Shilton, Butcher, Fenwick, Sanson, Stevens, Hoddle, Reid, Steven, Hodge, Beardsley y Lineker entrando desde el banco Waddle y Barnes. En Argentina Pumpido, Ruggeri, Brown, Cuciuffo, Giusti, Burruchaga, Batista, Enrique y Olartocoechea, Maradona y Valdano, ingresando Tapia desde el banco.

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La historia de los dos goles icónicos de ese mundial, la mano de Dios y el mejor gol de todos los tiempos, ambos de Maradona y el descuento de Lineker es conocida, un triunfo que se vivió como cierta revancha, aunque los goles no pudieron cerrar aun las heridas abiertas, de los que quedaron en las islas, los muertos en combate y los que murieron por las secuelas de la guerra. También los muertos por el hambre y el frío y las torturas de los militares argentinos, como Astiz, muy valiente para torturar pero que se rindió sin disparar un tiro.

A modo de cierre

El fútbol no es ajeno a los sucesos históricos, la historia del deporte, del fùtbol va ligada a la historia general, es imposible entender los hechos deportivos sin abordar la historia general. Durante la guerra de Malvinas la pelota siguió rodando, la guerra dejo víctimas, héroes que dejaron sus vidas en las islas, y cambió la vida de los colimbas y las enfermeras que fueron a las islas. El fútbol tuvo sus colimbas en esta guerra, algunos pudieron seguir ligados al deporte y otros no.

Mientras la dictadura pretendía utilizar el fútbol a su favor, también continuaba en las vidas de los pibes en las islas, que por diarios viejos, o radios intentaban seguir a sus equipos y a la selección.

Intentar jugar al fútbol en la nieve, con pelotas hechas con cualquier material, el intento de poder escuchar algún partido o gritar un gol, son historias repetidas por los que volvieron.

 
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