En la última publicación del informe que elaboran los trabajadores de la Junta Interna de ATE-Indec, se presentan argumentos actualizados al mes de febrero para exigir a los gremios paritarios una recomposición salarial, tomando de piso esta estimación. “También es un parámetro para el seguro de desempleo, planes de gobierno y jubilaciones”, se lee en el mismo.
¿Cuánto debería ser nuestro salario?, se titula el informe que señala: “Un Hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijxs en edad escolar necesitó, en FEBRERO de 2023, $ 273.146 para satisfacer sus necesidades mínimas. Este valor se compone de $94.664 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $ 178.482 para acceder a otros bienes y servicios básicos.”
Esta estimación al incluir otros gastos como el del alquiler -cada vez más costoso- es mucho más realista que la publicada por el Indec. Al respecto el informe aclara: “Las canastas utilizadas para este ejercicio no son las utilizadas por el INDEC para la medición de la pobreza, que en Febrero 2023 llegó a $ 177.063.- para una familia tipo 2 , sino que son las llamadas “Canastas de Consumos Mínimos” y surgieron como propuesta metodológica innovadora en el INDEC, aunque todavía no se han aplicado en las mediciones oficiales.”
Desde la Junta Interna ATE- Indec sostienen que “ningún trabajador debería ganar -de bolsillo- menos que el valor calculado en este ejercicio”, y que se trata de una canasta de consumo mínimo, no óptimo. Una aclaración muy pertinente, sobre todo si tenemos en cuenta que la inflación ya alcanzó una variación de 102,5 % interanual en febrero. Mientras distintas proyecciones y el REM (relevado por el Banco Central) la ubican en 98%. Muy por detrás de la propuesta que Massa exigió a los gremios: una pauta salarial para el año de 60%, en dos acuerdos semestrales de 30%. Este porcentaje está alineado con la proyección de inflación reflejada en el Presupuesto 2023, de ficción.
Los salarios, una variable de ajuste
El informe expone una actualización del cálculo de la pérdida del poder adquisitivo del salario de los estatales. “ Lo hacemos luego conocer la variación de precios del IPC y la actualización de las Canasta Básica Alimentaria y Total, que fueron respectivamente de 102,2%, 115,1% y 111,3%, en términos interanuales. Dato duro para quienes destinamos gran parte de nuestros ingresos a satisfacer las necesidades básicas de nuestras familias", advierte.
La caída del poder adquisitivo para una categoría D0 en Febrero de 2023 es del 33,5% con respecto a diciembre de 2015. Esta pérdida (actualizada a febrero de 2023) equivale a “$3.916.359 o 32 salarios de nuestro caso testigo Nivel D Grado 0 del SINEP en el mismo período de referencia.”
En relación al fraude laboral que es moneda corriente en el empleo público, el informe sostiene que para los monotributistas la pérdida en estos 5 años equivale a casi 9 sueldos. A esta caída en el poder de compra se suma la no percepción de medios aguinaldos, presentismo y las exiguas sumas fijas que el gobierno otorga como paliativo.
Respecto al Salario Mínimo, Vital y Móvil los trabajadores de la Junta Interna de ATE-Indec consideran respecto a la última actualización que “le da la espalda a las necesidades de quienes necesitan el auxilio del estado.” En cambio proponen que el SMVM sea igual al valor de la Canasta básica total que el INDEC actualiza mes a mes, y que para el mes de febrero de este año fue de $177.063.
“Queda claro que nuestros salarios son, para los distintos gobiernos, una variable del ajuste.” Ante el aumento en el costo de vida que afecta a todos los trabajadores y sectores vulnerables que destinan todos sus ingresos a cubrir necesidades básicas, es necesario exigir un aumento de emergencia para recuperar todo lo que se perdió durante el Gobierno de Macri y con Fernández. Las direcciones sindicales son cómplices, deberían pelear contra el ajuste aplicado por Massa y el FMI, y por lograr un salario mínimo igual a la canasta básica, que se actualice por inflación, en el camino de lograr un mínimo que cubra una canasta de consumos mínimos. Así como también pelear por el pase a planta permanente de los trabajadores contratados, tercerizados, e informales, y por la unidad de trabajadores ocupados y desocupados.
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