El internismo sin fin del Frente de Todos no se toma descanso. La ruptura del diálogo entre Nación y Provincia es algo evidente y pone de manifiesto el quiebre de la relación entre el presidente y la vice. Lo novedoso, sin embargo, es el desafío público del cristinismo hacia Alberto Fernández con respecto a definir todas las candidaturas en unas PASO.
En la última semana Wado de Pedro se encargó de dejar en claro en distintas entrevistas que el Frente de Todos terminará yendo a dirimir sus candidaturas en las internas, según él "por la decisión unipersonal del presidente". En el último reportaje, realizado en C5N, el ministro de Interior aclaró que "muchos sectores del FdT le pidieron discutir parte de la estrategia", pero "no existió el ámbito para discutirla". A raíz de eso, aseguró: "Hoy nos queda ir a una PASO, donde el Presidente se va a presentar, es lo que tengo entendido. Sería muy bueno que el Presidente se presente, que el resto del FdT pueda armar una alternativa y que la gente pueda definir en las PASO".
Lo interesante es leer lo que De Pedro no dice explícitamente, pero que por lo bajo empieza a tomar cada vez más fuerza. Visto el escenario y la negativa de Alberto Fernández a bajarse públicamente de una posible candidatura, el cristinismo elige redoblar la apuesta y desafiarlo para que arme una lista 100% propia, “albertista”, en donde no haya ningún candidato en común en las distintas boletas. Desde el entorno de la vicepresidenta incluso dejan trascender que no pretenden “integrar” listas luego de las primarias, yendo a una suerte de mata-mata: el que gana, se lleva todo.
Ante este cambio de postura, el jefe de Gabinete Agustín Rossi se adelantó para reclamar “un código de convivencia” que permita ordenar “cómo se van a distribuir los cargos legislativos”. Rossi señaló: “A mi criterio, en aquellos lugares donde sí hay una síntesis, por ejemplo en una provincia donde hay un acuerdo de quién tiene que ser el candidato a gobernador, que vaya incluido entre los distintos candidatos a Presidente".
La principal preocupación pasa por la Provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas. Siguiendo la lógica que propone el cristinismo, Alberto Fernández debería buscar un precandidato a gobernador que enfrente a Kicillof, que buscará su reelección. Una jugada que, de concretarse, resultaría un dolor de cabeza para el presidente, que tendría serios problemas para armar sus listas provinciales y municipales.
El desafío ya había sido preanunciado por el jefe de asesores de Kicillof, que en declaraciones públicas respondió las críticas de Aníbal Fernández al gobernador con una chicana: "Quizás él conoce más la provincia que el gobernador. En ese caso, Aníbal se podría presentar a una (interna en las) PASO para gobernador de la provincia. Es más, podríamos pensar una fórmula, inclusive ahora que se habla de una PASO a nivel nacional y provincial, podría ser Fernández presidente y Fernández gobernador".
La "estrategia" (si es que se la puede llamar así) del cristinismo sería presionar fuerte al presidente para que, ante la posibilidad de ver vaciadas sus listas o que le resulte muy difícil lograr un armado competitivo, termine bajando su candidatura y lograr mejores condiciones para una negociación en el Frente de Todos.
Cónclave del Partido Justicialista
Intentando mediar en la interna, Rossi remarcó: "Tenemos que tener una reunión del Consejo del Partido Justicialista este mes para convocar al Congreso que tiene que autorizar las alianzas. Ya estamos en tiempo de descuento, porque antes decíamos ’faltan cuatro meses’. Ahora se empiezan a contar los días".
El Consejo del PJ, que posiblemente sea convocado para mediados de abril, será la instancia formal donde el peronismo deberá acercar alguna definición. Si bien la fecha límite para el cierre de alianzas es el 14 de junio y la negociación podrá seguir hasta esa fecha, la reunión del PJ puede adelantar algunas resoluciones sobre cómo encarará la elección el oficialismo.
En el sector alineado con Cristina Kirchner esperan tener de su lado a Sergio Massa, quien cuenta con el apoyo de la vicepresidenta y es respaldado en las medidas de ajuste que viene llevando adelante. Sin ir más lejos, Kicillof fue uno de sus defensores públicamente en la última medida del robo a los jubilados a través del canje de bonos de Anses.
En medio de un ruido cada vez más intenso, las próximas semanas serán claves para ver cómo se definirá la estrategia electoral del Frente de Todos. Hasta ahora, la crisis interna sigue acumulando tensiones entre las distintas alas y solo existe un único punto de acuerdo: seguir bancando el ajuste que encabeza Massa, de la mano del FMI. |