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La Izquierda Diario
12 de abril de 2023 Twitter Faceboock

Provincia de Buenos Aires
Cinco horas de clase en las escuelas con poca comida: con hambre no se puede aprender
Corresponsal Berisso

El gobierno provincial determinó que los alumnos de primaria permanezcan cinco horas en la escuela, pero les recorta los alimentos. Sin nuevos edificios, con proyectos sin presupuesto y precarización laboral docente, los niños del turno mañana ingresan una hora antes, y los del turno tarde salen una hora después. Dialogamos con docentes de la localidad de Berisso.

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Foto: Frutas entregadas en una escuela primaria de Berisso

Lejos de pensar en una gran inversión presupuestaria en educación, la quinta hora comenzó a regir esta semana en el marco de múltiples recortes y un enorme rechazo por parte de la comunidad educativa compuesta por familias, docentes y auxiliares.

La Izquierda Diario conversó con maestras de grado de diversas escuelas públicas de Berisso, entre ellas Zulma Maldonado, docente delegada la Primaria 22 y miembro de la Agrupación Marrón quien explicó que el agregado de esa hora “se basa en una ley nacional con la que el Gobierno pretende mostrar una supuesta inversión en educación para revertir la crisis educativa que se profundizó en pandemia. Pero la realidad es que viene recortando el presupuesto en educación. Al no haber invertido en nuevos edificios o en condiciones dignas de enseñanza, la quinta hora termina implicando que nuestros alumnos entren a las siete y muchos tengan que salir a las seis de la mañana de sus casas.”

Además, remarcó que esa hora "está por fuera del estatuto, mal paga, y sin recursos para darle a los chicos un desayuno. Es una política de precarización y que aumenta la brecha entre la escuela pública y privada. Enfrentar la crisis educativa implica inversión real en escuelas, con alimentos para todos los alumnos, sin aulas hacinadas. Con recursos para las olas de calor y el frío. Con docentes que lleguemos a la canasta familiar con solo un cargo, sin profesores taxi.”

Y analizó que “la crisis educativa está ligada en primer lugar a las consecuencias económicas que golpean a toda la comunidad, porque con hambre no se puede estudiar, y en Argentina dos de cada tres chicos no tienen cumplidas sus necesidades básicas. Plata hay, crecimiento económico hubo, pero mandan todo el dinero para pagar la deuda, mientras nuestros alumnos pasan hambre y frio, mientras no se invierte en salud y educación”.

En la Primaria 3 la problemática es la misma, y una maestra acercó su opinión: “La verdad todo fue una manipulación. Dijeron que se iba a consultar, se hizo una consulta, el 90 por ciento dijo que no y se lo pasaron por el bolsillo. No sirve pedagógicamente, sin contar que no hay insumos. Una banana se corta en 3 pedazos para que alcance para todos los chicos. Seguramente es la decisión de unos pocos sentados en una silla y que nunca entraron a un aula.”

Aunque aclaró que “gran parte de los docentes deseamos una jornada completa. Que se destine el dinero a eso. Queremos trabajar. Queremos que sean de jornada completa. O mínimamente que creen cargos de para para que no nos ocupemos de lo administrativo.”

Por su parte, otra docente de la EP 6 consideró los aspectos pedagógicos del proyecto de la hora agregada: “No considero que incremente horas de estudio, enseñanza y aprendizaje. Se necesita incrementar calidad y no cantidad de horas, ya que lo único que se incrementa es cansancio físico al alumno, el hecho de tener que organizarse y adaptarse a mayor tiempo de atención en clases”.

Haciendo alusión que los alumnos deben entrar a las 7 de la mañana consideró que “se sentirán somnolientos a media mañana los que deben desayunar y salir de sus casas más de una hora antes. Nadie considera la organización de las familias entre hermanos de distintos años. El hecho de enviarlos a clases de deportes en clubes de barrio, baile, idiomas, etc. Sin considerar aquellos que abonan y ya abonaron el mes correspondiente, sin previo aviso de la confirmación oficial de inicio de clases con 25 horas semanales.”

Y que, para realizar un proyecto efectivo, que cumpla las expectativas de mejorar la calidad educativa “es necesario considerar que el programa esté sincronizado con el proyecto áulico que cada día llevan a cabo los docentes titulares de cada área para el logro del objetivo de aprendizaje. También tomar en cuenta la cantidad de alumnos que se encuentran bajo un proyecto de integración, que necesitan una adaptación al ambiente escolar, que lleva mucho tiempo y requiere de la participación directa con su acompañante terapéutico, en muchos casos, y con nuevos docentes en 5ta hora”.

Respecto al rol del Frente Gremial Docente planteó que “no es fácil la tarea docente y en vez de hacerlos sentir respaldados y acompañados, el fácil "lavado de manos" de algunos representantes gremiales, lleva a mayor desgaste emocional en su rol docente”.

Otra docente de la EP 22 resaltó que el programa no genera estabilidad laboral, “dura lo que dura el programa. Está calculado un porcentaje del básico, pero esa hora se paga aparte y no se goza de ningún beneficio estatutario, justamente porque es un programa que pertenece a la institución, no es del docente. Yo creo que deberían darle el aumento al docente. Debería existir un replanteo más profundo. Yo hubiese invertido en preceptores. En maestros de apoyo en todos los salones”.

La comunidad educativa lo rechaza por no estar al servicio de mejorar la calidad educativa. El lunes espera que se aplique en forma dispar por curso y por escuela. Como también se aplica en los hechos un mayor recorte en los alimentos de los alumnos, aumenta el hacinamiento en las aulas, y la precarización en los docentes.

Planteando la necesidad de condiciones dignas de estudio y trabajo, Maldonado resaltó la necesidad “de movilizar a toda la comunidad educativa” y frente a la crisis educativa “pelear por triplicación del presupuesto y que se acreciente en función de la inflación. Con obras en todas las escuelas para condiciones dignas y más aulas, generando trabajo para las familias de nuestros alumnos. Tiene que haber un máximo de 16 alumnos por aula, y parejas pedagógicas de docentes en todos los cursos. Maestras integradoras por escuela y por turno. Desayunos, almuerzo y meriendas de calidad, que ningún docente quede por fuera del estatuto, tener todas las horas pagadas y con plenos derechos. Y que un cargo sea igual a la canasta familiar.

Para lo cual propuso impulsar asambleas por escuela “para organizarnos toda la comunidad educativa. Exigimos a los sindicatos que rompan la tregua con el gobierno y se pongan a la cabeza de todas nuestras demandas. La educación pública se defiende.”

 
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