Si la carestía de vida se hace sentir en todo el país, con el último dato de inflación del 8%, la devaluación por la corrida de los banqueros y grandes financistas a los que pertenecen los liberales como Milei, Marra, Massa, Caputo y un variopinto de “inversores” o “brokers de bolsa” o amigos íntimos devenidos en representantes políticos empeora la situación y empuja a sectores de trabajadores, sobre todo los estatales que son, de los sectores registrados, los que más perdieron poder adquisitivo del salario (20% promedio, que sube o baja según distintos estudios); y que a su vez, más vieron precarizado su trabajo: el primer ejemplo es la implementación de 1 hora más en las escuelas primarias, y el recorte de licencias médicas a sectores que tienen como herramienta de trabajo su cuerpo entero: los sectores estatales de limpieza y docentes.
A esto respondió en parte el enorme paro docente, y el mayor aún, descontento que se expresó en las escuelas.
Inflación en el kiosco de la esquina; inflación en la panadería; inflación…
Hace 30 años, como respuesta a la reacción del régimen político emergió un fenómeno contestatario cultural cuyo nombre era “punk rock”, en eso el poderoso cuarteto conocido como “Los Violadores”, se jactaba de mostrar en canciones, la realidad que viven la juventud de barrios plebeyos, enfrentandose a incluso la censura de la dictadura. Hoy, herederos de ese genero, como 2 minutos, devenidos en “señores de 4 décadas” o un poco más quizás, no solo empalman con nuevos fenómenos contestatarios juveniles como “Trueno” sino que mantienen vigente su aporte cultural. La famosa canción del grupo que lideraba el fallecido Pil Trafa, “Represión”, manifestaba el padecimiento de la juventud de ese entonces.
Hoy, en una suerte de reversión/homenaje a 40 años de la fundación de Los Violadores, podría decirse que la “Inflación” es el padecimiento que aquellos jóvenes, hoy sufrimos. No por nada, los distintos gobiernos y burocracias sindicales siempre fueron reaccionarios con estas manifestaciones culturales que apelan a la conciencia de clase.
Aumenta todo menos el salario. Que aumente la conciencia y la organización
Es clave, entonces, que esa conciencia de clase crezca como lo hace la inflación que sin duda, es la expresión consciente de la clase empresaria y sus gobiernos de que ellos buscan seguir ganando a costa de la miseria de la mayoría. En este sentido, ya se dió a conocer cuánto va a crecer la inflación de abril (que será publicada en mayo) en nada más ni nada menos que alimentos: el dueño de Arcor, la mayor alimenticia del país, y una de las más grandes del mundo ya anunció un aumento de precios de sus productos de promedio 15% ¡En un mes! ¡Ahí están los verdaderos responsables del ataque al salario! Qué decir de empresarios como Marcos Galperín de Mercado Libre, empresa que se jacta de crear puestos de trabajo (50mil dice que prepara para tener en el próximo mes) a costa de la fuga de divisas y evasión de impuestos a las ganancias y aportes patronales. Por eso el domicilio fiscal de Galperín está en Uruguay.
Atomización de la vanguardia, unidad y organización para golpear con un solo puño
En lo que va del año, hemos visto cómo en distintos lugares, trabajadores organizados, desocupados y sectores populares se manifiestan de diversas formas y por diversas cuestiones. Un paro de 48hs, que enfrenta no solo a la conducción de Baradel y la Celeste de SUTEBA, sino al político con “mejor imagen” de todo el peronismo que encabeza las encuestas a gobernador de la Provincia de Buenos Aires; Axel Kicillof. Que no pudo hacer “oídos sordos” al descontento docente, pero tampoco se puede mostrar comprensivo frente a la bronca que se expresó con el paro: por eso frente al “pedido urgente de reunión” de la conducción burocrática de los sindicatos docentes el 21 de abril para discutir la recomposición salarial, el gobierno dijo “hablamos en 2 semanas”, devaluación mediante. Podría decirse que, la provincia más grande del país, esa que concentra el nudo de todos los problemas (y soluciones) no es una isla independiente del resto del país. Es decir, a pesar de todos los aprietes de la burocracia, los gobiernos (provinciales, nacionales y municipales) no pueden parar esa bronca. Pero tampoco alcanza un paro.
Desde ya la carestía de vida y el riesgo que ello implica (colectiveros), la precarización del trabajo asociado a esto (trabajar en 2 y 3 trabajos) y el problema ambiental son, podría decirse, los principales motores: hartazgo es lo que se escucha en todos lados y crece fuertemente el descreimiento en que “la política” pueda terminar con esto. La vanguardia política y de lucha, donde la izquierda tiene peso (relativo) tiene una tarea clave, plantear que el problema no es “la política” en general -como hace el liberalismo radical de Milei y compañia- sino la política que defiende el orden establecido y quiere ir por más beneficios para los empresarios, como está haciendo el gobierno y la oposición macrista de derecha.
Lo que está planteado es buscar las formas para que esa atomización o dispersión de distintas luchas pueda confluir con la izquierda política y sindical. Porque los planes de los políticos de los empresarios y capitalistas van en clave de profundizar los ataques. Para esto no se puede seguir peleando por nimiedades. Hay que reunir al conjunto de los luchadores, el clasismo sindical, y los políticos de la clase trabajadora para trazar un plan de acción que, como sostiene Myriam Bregman y Nicolás del Caño, peleen por tomar el control de esta situación en manos de los y las trabajadores y sectores populares. Por eso, la convocatoria al acto del 1 de mayo, se vuelve clave para ser una primera expresión de esa reunión de todos estos sectores. Para esto como decía Lenin, y en el mes de su natalicio, paciencia, paciencia y mas paciencia, para organizar conscientemente a la clase laboriosa. |