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30 de abril de 2023 Twitter Faceboock

Armas de la Crítica
¿Qué pasaría si aplicamos el reparto de las horas de trabajo en el Gran La Plata?
Segundo Asse | Estudiante de Sociologia - UNLP
Federico Ballesta

Diseño realizado por estudiantes de Contra Imagen La Plata @contraimagenlp

En esta nota buscamos mostrar que si se aplicara la propuesta del Frente de Izquierda Unidad de repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, reduciendo la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana sin afectar el salario, solo en las grandes empresas privadas que vienen ganando fortunas. En la región del Gran La Plata se podrían generar más de 22 mil puestos de trabajo con derechos. Una medida para poner a la clase trabajadora de pie, y reorganizar el país desde abajo.

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En medio de un ajuste brutal a la clase trabajadora, con el dólar que no para de subir, donde el 40% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, con una inflación que supera el 100% en relación al mismo mes del año 2022 y sueldos que corren por detrás del costo de vida, queremos mostrar qué pasaría si aplicamos está medida en la región del Gran La Plata [1].

Este estudio lo impulsamos estudiantes desde la Cátedra Libre Karl Marx en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, junto a trabajadores de las fábricas de la región, y trabajadores desocupados que se organizan en la Asamblea Permanente de La Plata. Queremos mostrar cómo podemos poner nuestros conocimientos al servicio de la clase trabajadora para pensar una sociedad distinta, aportando ideas y argumentos para difundir la campaña del Frente de Izquierda Unidad, que ya viene planteando esta propuesta a nivel nacional. Y responder a las mentiras de chantas como Milei, que solo quiere defender a los patrones, diciendo que ellos también pierden en esta crisis, cuando no paran de llenarse de plata. O incluso a la resignación que intenta sembrar el peronismo, diciendo que no se puede hacer nada más que ajustar, mientras las burocracias de los sindicatos hacen la plancha frente a cada ataque. Además, buscamos que iniciativas como esta puedan replicarse en todo el país, y que pueda aplicarse en cada provincia, región, ciudad, barrio, y lugar de trabajo o estudio, mostrando que la única salida para los trabajadores, los sectores populares y la juventud es por izquierda, afectando los intereses de los empresarios y enfrentando los planes de ajuste de todos los gobiernos.

Aplicando esta consigna se pueden generar miles de nuevos puestos de trabajo genuinos, y terminar con la precarización y la desocupación. Para que los trabajadores ocupados no dejen la vida en el laburo, y tengan más tiempo para vivir, uniendo además a los distintos sectores. Esto solo se podrá conquistar con una enorme lucha y movilización de toda la clase trabajadora, y como parte de un programa de conjunto para que ya no gobiernen los empresarios y sus políticos. Para reorganizar el país desde abajo. La campaña del FITU, con Myriam Bregman y Nico del Caño, busca llegar con estas ideas a millones defraudados con el Frente de Todos y la derecha, para mostrar que se puede pelear, y plantear que hay otra salida.

¿Cómo hicimos este estudio?

Para analizar la aplicación de esta consigna en nuestra región, partimos de la investigación que realizó el economista Pablo Anino en la revista Ideas de Izquierda. En ella se demuestra que aplicando el reparto de las horas y la reducción de la jornada laboral, solo en las 12 mil Grandes Empresas [2] del país, que emplean a más de 3,2 millones de trabajadores, y afectando sus ganancias millonarias, se podrían generar más de 1 millón de nuevos puestos de trabajo, sin afectar el salario.

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Aquí aplicamos ese mismo análisis a la región del Gran la Plata, fundamentando cuántos puestos de trabajo se podrían generar, solo en las grandes empresas de la zona, para responder a las preguntas: ¿Cuántos puestos de trabajo se podrían generar si aplicamos esta medida? ¿Quienes se verían beneficiados? ¿Implicaría que bajen los salarios? ¿Es verdad lo que dicen los liberales de que los empresarios se fundirian?

El dato que señalamos al comienzo sobre la generación de 22 mil puestos de trabajo, resulta del entrecruzamiento de las mediciones de intensidad laboral que registra la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, y la cantidad de puestos laborales que existen solo en las grandes empresas privadas. Así, podemos ver que dentro de la clase trabajadora se encuentran realidades diversas. Pero vamos por partes, ¿Cuánto trabajan los ocupados?

La EPH muestra en porcentajes cuántas horas declaran trabajar los ocupados en sus lugares de trabajo en la semana de referencia, dividiendo así 3 categorías, en función de la cantidad de horas que trabajan en la semana: los subocupados, los ocupados plenos, y sobreocupados. Según el estudio del mercado de trabajo presentado en marzo de 2023, se registró que el 11,6 % de los trabajadores ocupados se encuentran subocupados, es decir, que trabajan menos de 35 horas semanales; un 57,2 % es ocupado pleno, trabaja entre 35 y 45 horas semanales; y un 28,8 % se encuentra sobreocupado, trabaja más de 45 horas semanales [3]. Aclarado esto veamos la cantidad de puestos laborales que hay en las grandes empresas de la zona.

Según la última medición del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, podemos observar que en el Gran la Plata hay 1264 domicilios de explotación [4] correspondientes a Grandes Empresas (hay que aclarar que una misma empresa puede tener más de un domicilio de explotación), donde se declara que emplean a 67.458 personas.

Teniendo estos datos y haciendo el supuesto de que la intensidad laboral que mide el Indec se puede generalizar a las grandes empresas de la región y sabiendo la cantidad de personas empleadas, podemos llegar a estimar cuántos trabajadores están subocupados, cuantos son ocupados plenos y cuántos están sobreocupados. El paso siguiente sería calcular cual es el total de horas trabajadas por esos trabajadores, y entre cuántos puestos de trabajo se dividen, para finalmente dividir el total por 30 (30 horas sería lo que se trabajaría si se aplica la reducción de la jornada laboral a 6 hs, 5 días a la semana).

Veamos los números

Cuadro de elaboración propia en base a datos de la EPH y de la OEDE

En el cuadro podemos apreciar que son 7.825 los trabajadores que se encuentran subocupados (menos de 35 hs), 38.586 los ocupados plenos (entre 35 y 45 hs), y 19.428 los sobreocupados (más de 45 hs). Cabe aclarar que la sobreocupación aumentó casi un 1% respecto al informe del cuatrimestre anterior, lo que significa que son cada vez más los que tienen que aumentar sus jornadas para llegar a fin de mes.

Si multiplicamos la cantidad total de horas trabajadas, por la cantidad de los puestos ocupados obtenemos la masa de horas trabajadas por semana. Si pensamos en esa cantidad de horas, y dividimos la jornada a sólo 30 hs semanales, obtenemos la cantidad de trabajadores que se necesitan para cumplir con esas tareas. Restando este número a los que ya existen, obtenemos los nuevos puestos que podrían generarse: 22.576 nuevos puestos de trabajo genuinos.

Números nacionales para pensar la región

Según el informe de la EPH que se publicó en el mes de marzo sobre el mercado de trabajo [5], en el país hay una tasa de empleo del 44,6%, que representa a 13,1 millones de trabajadores ocupados. Entre ellos tenemos 2 categorías: los asalariados y los no asalariados.

En cuanto a los asalariados, hay un universo que representa a 9,6 millones de trabajadores. En el mismo informe podemos ver que hay un 35,5% (3,4 millones, aproximadamente) que no perciben descuentos jubilatorios, es decir, que trabajan de manera informal. Por otro lado, los trabajadores no asalariados son alrededor de 3,5 millones, en su mayoría trabajadores por cuenta propia (el 84,7%), qué es lo mismo que decir que hay 3 millones que están por fuera de los convenios colectivos de trabajo.

Si sumamos a los trabajadores que no reciben descuentos jubilatorios y se encuentran por fuera de los convenios, tenemos que hay 6.4 millones de trabajadores (el 48,8% del total de los ocupados). Esto quiere decir que casi la mitad del total de los trabajadores que se encuentran ocupados en nuestro país trabajan de manera informal.

El Gran La Plata, la región del trabajo precario

Ahora pasemos a analizar el Gran La Plata. Según los datos elaborados por la EPH, podemos apreciar que los números del trabajo informal en la región son más altos que a nivel general del país.

Hay un universo que representa, aproximadamente, a 431 mil trabajadores ocupados en la región. Si tomamos el mismo criterio del análisis que hicimos más arriba, vemos que en la región del Gran La Plata trabajan, estimativamente, más de 338 mil personas que son asalariadas, dentro de las cuales el 43% asegura que no tiene descuentos jubilatorios: más de 144 mil trabajadores.

Por otro lado, los trabajadores cuentapropistas son aproximadamente más de 86 mil. Si hacemos las cuentas tenemos que más de 230 mil personas trabajan por fuera de los convenios colectivos de trabajo. Porcentualmente es el 53% de los ocupados, cuando a nivel nacional es del 48,8 %. Por ende, según nos muestra esta encuesta, en la región del Gran La Plata el trabajo precario es un 4,2% superior al promedio nacional.

Y… ¿qué pasa con la juventud?

Cuando analizamos los números de la juventud todos los indicadores empeoran considerablemente. Hoy los jóvenes (de 16 a 29 años) en el Gran La Plata son el 24 % de la población ocupada, pero sus condiciones son mucho peores en relación a los adultos de más de 29 años. Si vamos a los números vemos que el 84% (que representa a más de 86 mil personas) trabaja como asalariado, y el 67% de estos (más de 58 mil) dice no percibir descuentos jubilatorios.

Por otro lado, los jóvenes que declaran trabajar por cuenta propia son aproximadamente el 16% (casi 17 mil personas). Si realizamos la misma operación que a nivel nacional y en el general de la región obtenemos que más de 75 mil jóvenes trabajan de manera informal (72%). Osea que, 3 de cada 4 jóvenes se encuentran en esta situación, algo que las empresas saben aprovechar muy bien.

¿Y con el Potenciar Trabajo? ¿Y la desocupación?

Otro dato importante que nos interesa destacar es el que releva el Ministerio de Desarrollo Social de la nación: dice que para La Plata, Berisso y Ensenada hay más de 45 mil planes Planes Potenciar Trabajo [6] . Cuando indagamos más en los datos podemos observar que el 60% son mujeres. No es un dato menor, ya que en su mayoría en los barrios son ellas las que paran las ollas en comedores y merenderos, las que trabajan en las guarderías populares y de manera precaria en las cooperativas. Muchas veces, realizan tareas para el propio municipio como mantenimiento de parques, barrido y limpieza, entre otras.

El último dato importante que nos interesa destacar es el de la desocupación. El informe del Indec muestra que actualmente en nuestra región hay 29 mil personas que no encuentran un trabajo y se encuentran desocupadas [7].

Entonces al llegar hasta acá podemos ver la potencia y la necesidad de esta medida. La generación de más de 22 mil puestos de trabajo alcanzaría para emplear a la mayoría de los desocupados de la zona o emplear a la mitad de los trabajadores que realizan tareas de manera precaria con el Potenciar Trabajo. Como demuestra el estudio de Anino, esto mismo podría aplicarse a nivel nacional. Esto es importante porque los capitalistas usan la desocupación y la precarización como amenaza para que los ocupados acepten peores condiciones laborales. A su vez, las burocracias de los sindicatos y movimientos sociales separan todo el tiempo las peleas de los distintos sectores, como si no tuvieran nada que ver. Así, quienes tienen un trabajo solo deberían plantear el problema del salario, quienes viven de un plan social sólo deberían pelear porque aumenten los montos, mientras que a la juventud solo le queda resignarse a estar precarizada. Está consigna apunta a unir lo que ellos dividen, mostrando que la lucha es una sola, en la perspectiva de impulsar la más amplia unidad y coordinación de los distintos sectores, elevando las aspiraciones.

¿Qué significa esta medida para los que ya están ocupados?

Esta medida implica repartir las horas entre los ocupados, los desocupados y los precarizados, para generar nuevos puestos de trabajo genuinos, a la par que quienes ya están ocupados pueden reducir su jornada laboral. En definitiva, mejorar las condiciones de trabajo para toda la clase trabajadora. Pero una pregunta que siempre aparece es, ¿Qué pasaría con los salarios de quienes ya están ocupados?

Una duda que siempre aparece cuando se habla de la reducción de la jornada es si esta medida implica reducir los salarios de los que ya están ocupados. ¿Trabajar menos significaria cobrar menos? Nuestra propuesta va por otro lado. La reducción de la jornada de trabajo a 6 horas y 5 días a la semana (30 horas semanales) sin rebaja salarial implica que los que pierdan sean los empresarios, que se la están llevando en pala y desde hace tiempo. Ellos ganan millones a costa de nuestro trabajo, como veremos en el siguiente apartado, y nosotros recibimos salarios cada vez más bajos, teniendo que trabajar cada vez más horas y en peores condiciones. Si redujeramos la jornada sin afectar el salario, e incluso peleando para que ningún sueldo esté debajo de la canasta básica familiar, no solo trabajaríamos menos, sino que se ganaría más por hora.

Como nos dice el autor Pablo Anino: “En los hechos, la reducción de la jornada laboral significa una recuperación del 33 % en el salario por hora trabajada para todos los que actualmente tienen una jornada de ocho horas diarias. Por ejemplo, quien hoy tiene un salario de $100.000 con ocho horas diarias, recibe en promedio $625 por hora. Con la reducción de la jornada laboral a seis horas diarias, el pago por hora pasaría a ser $833”. Esto, que implica afectar las ganancias de los empresarios para priorizar nuestros intereses, es lo que pone nervioso al gran capital.

¿Cuánto ganan las grandes empresas de nuestra región?

A nivel nacional, durante los gobiernos del macrismo, y ahora con el del Frente de Todos, los empresarios aumentaron sus ganancias sobre el total de la producción. En el informe que realizaron el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) y el área de Economía y Tecnología de FLACSO muestra que entre 2016 y 2022, los empresarios subieron sus ganancias al apropiarse de una porción más grande del total de la riqueza producida. Pasaron de apropiarse del 40,2 % en 2016 al 46 % en 2022; mientras que la participación del salario pasó de 51,8 % a 43,9%. La mayor pérdida, según muestra el informe, ocurrió durante el gobierno actual. Si analizamos los números del periodo que abarca de 2016 a 2022 la ganancia empresarial creció 5,6 puntos porcentuales, de los cuales 3,6 puntos se hicieron durante el gobierno del Frente de Todos.

Así, es claro que son mentiras los argumentos de los liberales de que los empresarios no contratan más personas porque no ganan lo suficiente, y que es necesaria una reforma laboral para que los trabajadores tengan menos derechos y poder reducir “costos”. Es el mismo gobierno del Frente de Todos el que permite que empeoren cada vez más las condiciones de trabajo en los hechos. Esto es contra lo que por ejemplo están peleando los trabajadores de Mondelez. O la reducción de los impuestos porque “están perdiendo plata”, metiendo en la misma bolsa un comercio de barrio que una multinacional. Las empresas de servicios públicos reciben subsidios millonarios del Estado. El peronismo y el macrismo vienen de bajarles impuestos a la minería, el agro y las automotrices. La realidad es que cada día se enriquecen más, a costa de que nosotros vivamos peor.

Además, esa riqueza de la que hoy se apropian cada vez más, es el producto del trabajo de la clase trabajadora, que hace funcionar el mundo y deja la vida en las fábricas. La ganancia capitalista es un enorme robo, como se explica en esta nota. La política de todos los partidos patronales es seguir dándoles beneficios, mientras nosotros pagamos los costos. Desde la izquierda nos proponemos dar vuelta las prioridades.

Para pensar las ganancias de las empresas en nuestra región (que también están ramificadas en el resto del país) podemos ver el siguiente ranking que elabora la revista Mercado todos los años, donde releva entre otras cosas las ventas y ganancias de las 1000 empresas que más facturan en nuestro país. Estas son solo algunas de las principales empresas que se encuentran con actividades productivas en el Gran La Plata.

Cuadro de 7 de las principales empresas según el ranking de la revista Mercado

En este cuadro, publicado por la revista en junio de 2022, podemos ver las ventas y la facturación en “millones” que las empresas tuvieron para el año 2021. Es difícil imaginar lo que se podría hacer con tanta plata. Cuando hablamos de afectar las ganancias empresariales estamos hablando de afectar estos números. Hagamos el ejercicio de pensar, ¿Qué haríamos si tuviéramos incidencia sobre la riqueza producida? ¿Qué sentido tiene que unos pocos ganen millones cuando la mayoría pasan hambre? ¿Por qué no podemos decidir qué hacer con la riqueza que generamos con nuestro trabajo?

Esto es lo que queremos poner en discusión. Queremos cuestionar este sistema completamente irracional, donde los de arriba se organizan y gobiernan todo el tiempo para que primen sus intereses. Tenemos que organizarnos para cambiar esta realidad, por una donde seamos los trabajadores, los sectores populares y la juventud quienes tomemos las decisiones, qué se hace con los recursos, qué y cómo producir, y qué hacer con nuestro tiempo, que es lo más valioso que tenemos.

¿Cómo conquistar el reparto de las horas y la reducción de la jornada?

Mientras millones de trabajadores están sobreocupados haciendo 10, 12 o más horas para ver si llegan a fin de mes, millones están sin trabajo. Mientras la ciencia y la técnica avanzan, vemos como los regímenes de trabajo se siguen precarizando cada vez más. ¿No sería lógico que con estos avances trabajemos menos y en mejores condiciones?

Pero la clase capitalista no va a resignar fácilmente la ganancia que se apropia alargando e intensificando la jornada de trabajo y pagando salarios de miseria. Es a través de la lucha por la reducción de la jornada laboral, en perspectiva de terminar con la desocupación, que podremos imponerla. Esto requerirá la movilización masiva de los trabajadores ocupados y desocupados, mediante sus organizaciones (comisiones internas, sindicatos, movimientos sociales, etc). Su conquista está directamente ligada a enfrentar a la clase capitalista y a su Estado, para que los trabajadores tomen el control de la economía y del país, imponiendo un gobierno propio con una perspectiva anticapitalista.

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Ante el salto en la crisis empieza a haber respuestas. Miles de trabajadores se empiezan a organizar contra los despidos, la desocupación, por aumento salarial y mejoras en las condiciones de trabajo. Inclusive en el Subte los trabajadores se organizan por la reducción de la jornada laboral, justamente para trabajar 6 horas, 5 días a la semana; y es la izquierda la que está en cada una de estas luchas. Queremos llegar con este programa a los millones que ya no aguantan vivir cada día peor, y exigirle a las conducciones de los sindicatos que rompan la tregua escandalosa que permite los ataques. Si ellos se organizan cada día contra nosotros, tenemos que organizar una fuerza social para cambiar la historia. Por eso es indispensable que en cada laburo, cada barrio, cada lugar de estudio, haya trabajadores y estudiantes que defiendan estas ideas, las discutan con sus compañeros, y difundan este programa para demostrar que se puede pelear por otra salida.

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Nosotros queremos patear el tablero, lo producimos todo, movemos el mundo, tenemos que poder decidir qué hacer con él. Por eso la pelea por la reducción de la jornada laboral es la pelea por cómo se produce de la mejor manera, para que todos puedan tener un trabajo digno. Apuntando además a tener más tiempo libre, para poder dedicárselo a lo que queramos, a nuestras familias, al arte, la cultura, la ciencia, al deporte, o a descansar. No vivir para trabajar, sino vivir para disfrutar la vida, una que merezca la pena ser vivida.

La clase trabajadora necesita su propia salida. La campaña del Frente de Izquierda, difundiendo propuestas como la del reparto de las horas de trabajo y la reducción de la jornada, van en este sentido, como parte de un programa de conjunto que implica también la pelea por un trabajo con derechos y un salario digno, para que nadie cobre por debajo de la canasta básica familiar, contra las jubilaciones de miseria, y para terminar con la desocupación, la pobreza y la precarización.

Es por eso que apostamos a que desde las universidades los estudiantes podamos poner nuestros conocimientos al servicio de los trabajadores. Y que se puedan generar más estudios como este, junto a ocupados, precarios y desocupados, como un aporte a la lucha, para poner en pie un movimiento histórico que le arranque esta y otras conquistas a los capitalistas, y reorganizar el país desde abajo.

 
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