El presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral de Paraguay, Jorge Enrique Bogarín González, confirmó esta noche la victoria del candidato oficialista Santiago Peña en las elecciones presidenciales de este domingo
"Habiéndose escrutadas más del 90 por ciento de las mesas escrutas, nos da como resultado el que está en la pantalla", dijo Bogarín González mostrando el resultado de un 42,87 por ciento para Peña con el 95,73 por ciento de las mesas escrutadas.
Bogarín González reportó que un 63 por ciento de la población participó en la contienda electoral.
"Felicitamos al pueblo paraguayo por su madurez cívica (…) estoy realmente orgulloso y quiero felicitar a quienes acudieron a ejercer su derecho de forma pacífica. Quiero saludar a los funcionarios por su impecable trabajo", agregó.
En segundo lugar, el candidato opositor Efraín Alegre obtuvo el 27,53 por ciento de los votos.
Unos 4,7 millones de ciudadanos estuvieron llamados a las urnas, que abrieron a las 7:00 hora local y cerraron a las 16:00 horas (una hora menos que en Argentina).
La jornada electoral en Paraguay de este domingo transcurrió con varios incidentes, peleas entre dirigentes políticos e incluso acusaciones de un posible secuestro, informó la prensa local.
Además de presidente y vicepresidente, se eligieron a 45 senadores, 80 diputados y 257 integrantes de las juntas departamentales y sus respectivos suplentes, así como a los gobernadores de los 17 departamentos del país, de los cuales sólo el Departamento Central (que incluye a Asunción) e Itapúa para la Concertación.
Santiago Peña es un político con fuertes vínculos con el establishment norteamericano. Estudió en la Universidad de Columbia en Nuerva York, trabajó para el Fondo Monetario Internacional, y formó parte del directorio del Banco Central de Paraguay.
Peña entre otras cosas declaró la hermandad con el Estado de Israel y que mantendrá el reconocimiento de Taiwán, ambos indiscutidos aliados de Estados Unidos.
También se declara en contra de una de las libertades fundamentales para las mujeres: el aborto legal seguro y gratuito. Al nuevo presidente le parece “lo más fácil, un atajo”. Y se declara decidido a defender la familia “en su composición tradicional: mamá, papá e hijos”. Viendo a su vez, una posición clara en relación a los derechos LGTB.
Como frutilla del postre, reivindicó a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), aunque trató de tomar cierta distancia. “Creo que Stroessner rompe con el ciclo de inestabilidad política. Lastimosamente se cercenaron, se coartaron muchas libertades y derechos humanos con el pretexto de la estabilidad”, dijo.
El jóven nuevo presidente paraguayo que se mostraba como una renovación, se trata más bien de una continuidad conservadora del Partido Colorado. |