El primero de mayo se decretó en 1889 a propósito de enormes huelgas reclamando por la reducción de la jornada laboral a 8 horas y en conmemoración a los mártires de chicago, luchadores obreros que con montajes viles fueron condenados y ejecutados. Así, esta lucha se hizo bandera de los trabajadores de todos los países haciendo popular y práctica la idea socialista de reducir la jornada laboral para ser cada vez menos esclavos del trabajo y dedicar nuestro tiempo y fuerza para el ocio, para el cultivo de las artes y las ciencias, para el desarrollo cultural, deportivo, para la familia y, en definitiva, para hacer lo que se nos plazca;
Como bien sabemos, la jornada laboral de 8 horas hoy es una realidad minoritaria, hoy a cuantos les toca trabajar el primero de mayo?, cuántos trabajan hasta 12 o más horas?, ¿que ha pasado? pues el sistema capitalista avanza cada vez que puede para arrebatarnos lo que ayer habíamos conquistado.
Por esto la lucha por la reducción de la jornada laboral debe volver a estar inscrita en la bandera de la clase obrera internacional, demostrando que más allá de las particularidades nacionales, la clase obrera no tiene fronteras, los trabajadores no tenemos patria, hoy mas que nunca el internacionalismo y la solidaridad proletaria es fundamental.
Vivimos un momento más de crisis de proyecto globalizador neoliberal, que la con la crisis económica del 2008 abre un nuevo momento, empezando a reconfigurarse el planeta.
Estamos presenciando un momento histórico, se acabó es relato triunfalista de la burguesía, y que así como se cae su mentira, su gran operación ideológica, donde nos hacian creer el fin de la historia, que la clase obrera ya no existia, donde ya no había lucha de clases, donde la guerra entre estados se había quedado en el siglo xx, la revolución también vuelve a la orden del día, como una necesidad para sacar a la humanidad del camino de la barbarie
Hoy estamos viviendo situaciones gravísimas. Hace unos años veíamos como el mar mediterráneo se llenaba de cuerpos de hombres, mujeres y niños que se ahogaban intentando cruzar hacia europa, hoy esta realidad está a punto de repetirse en la frontera con el Perú, en donde vemos como nuestros hermanos venezolanos, buscando un mejor pasar, son tratados como perros y peloteados entre los pacos y los tombos, carabineros y la PNP. Toda nuestra solidaridad con la tragedia que vive el pueblo venezolano.
Este nuevo 1ero de mayo, día internacional de las y los trabajadores, está marcado por la continuidad de la crisis económica internacional, agudizada por la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia, que todos los gobiernos capitalistas vienen descargando sobre los hombros de las familias trabajadoras.
Pero además está marcada por la heroica lucha de las y los trabajadores, la juventud y sectores populares en Francia que desde hace meses enfrentan a Macron y su reforma jubilatoria, llevando adelante importantes protestas en unidad superando incluso los intentos de contención de la propia burocracia sindical.
Lo que queremos decir es que está abriéndose un periodo en que las tendencias profundas de la época imperialista de guerras, crisis y revoluciones pueden empezar a estar nuevamente en desarrollo.
Estas tendencias se expresan en la continuación de la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones entre EEUU y China. En Ucrania el imperialismo se juega subordinarla al orden norteamericano para contener y debilitar las aspiraciones de Rusia de convertirse en una potencia y así fortalecer su decadente hegemonía, mismo objetivo tiene con China, evitar que continúe avanzando como potencia poniendo en cuestión el papel hegemónico norteamericano en franco declive.
Los internacionalistas debemos decir fuerte y claro:
¡No a la guerra! Fuera las tropas rusas de Ucrania. Fuera la OTAN de Europa del este. No al rearme imperialista. Por la unidad internacional de la clase trabajadora. Por una política independiente en Ucrania para enfrentar la ocupación rusa y la dominación imperialista.
Por otro lado en el terreno económico ante la agudización de la crisis vienen dando millonarios rescates a los grandes capitalistas.
Guerra, hambre y miseria, esto es lo que nos ofrecen los capitalistas. Sin embargo, ante este precipicio al que nos llevan los capitalistas, los trabajadores tienen mucho que decir, pues así como se agudizan las tendencias a las guerras y las crisis, también se agudizan las tendencias a la revolución.
El principal foco de lucha de clases está en Francia, en donde el pueblo francés, los trabajadores, la juventud, vienen enfrentando al gobierno de Macrón, un gobierno que se endurece cada vez más para enfrentar las protestas.
Macrón quiere imponer una reforma para elevar la edad de jubilación, para esto se ha valido de la policía y de la represión, pero también de facultades autoritarias que le otorga el régimen francés para pasar por encima de la asamblea nacional, el parlamento, y decretar el aumento.
La respuesta popular ha sido contundente, con importantes jornadas de movilización y lucha callejera, con un rol protagónico de los trabajadores de sectores estratégicos como los trabajadores del petróleo, esenciales como los recolectores de basura, además de la entrada de la juventud secundaria y universitaria en escena, pero que sin embargo no logra pegar un salto para derrotar la política de Macron, especialmente por la política de las burocracias sindicales que se niegan a ampliar la lucha y la coordinación.
En este marco, nuestros compañeras y compañeros de Revolución Permanente en Francia, organización hermana del PTR, se han puesto a la cabeza del objetivo de luchar por la autoorganización de las y los trabajadores, impulsando junto a estudiantes e intelectuales la Red por la Huelga General, una táctica que con cientos de delegados, luchadores y activistas organizan y coordinan diversos sectores en lucha y que viene marcando una alternativa a la estrategia de paros folclóricos y aislados de las direcciones sindicales tradicionales.
Lo que está sucediendo en Francia es parte de la tradición del movimiento obrero y de las y los revolucionarios. León Trotsky, ya en los años 30 planteó la lucha por el reagrupamiento de los sectores más decididos, buscando poner en pie “comités de acción”, sea para la lucha contra la represión del ejército y las policías, para la acción independiente y coordinación de los trabajadores, y en general unir a los distintos sectores en lucha para quebrar el cerco de las burocracias sindicales y políticas que frenan y desvían las movilizaciones.
Esta tradición de los comités de acción, que en Francia los compañeros de revolución permanente impulsan con la red de la huelga general para enfrentar a Macron, es parte de lo que intentamos poner en pie los revolucionario en Antofagasta, con el Comité de Emergencia y Resguardo en el pleno estallido social.
Pensamos que el proceso en Francia puede tener consecuencias internacionales desde el punto de vista subjetivo si es que se desarrolla y se abre una situación pre-revolucionaria, por esto es importantísimo la labor que realizan nuestros compañeros en Francia la cual invitamos a seguir con atención desde La Izquierda Diario, esta red internacional de diarios que impulsamos desde la FT-CI, Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, en Francia, EE.UU., España, Brasil, Argentina, Bolivia, Perú, etc., y desde acá, toda nuestra solidaridad con la lucha de los trabajadores y el pueblo francés.
Este primer de mayo las y los trabajadores revolucionarios levantamos las banderas de la lucha por el comunismo, por una sociedad sin clases ni explotados ni explotadores, para sacar a la humanidad del camino de la barbarie que amenaza con destruir nuestro planeta, los revolucionarios del siglo xxi llamamos a tomar y construir un partido revolucionario para terminar con el capitalismo, en cada lugar de trabajo, barrio y estudio, para retomar el camino que abrieron los cordones industriales y avanzar al socialismo. |