Por casi cinco horas, el denunciante relató las vejaciones que sufrió por parte de José Miguel Padilla, quien negó todos los hechos y hasta se sintió "sorprendido" por la denuncia.
Este martes comenzó en los Tribunales de General Pico, La Pampa el juicio oral contra el cura José Miguel Padilla, acusado de abuso sexual agravado por ser miembro de un culto.
En las puertas de la sede judicial, Padilla fue escrachado por personas y organizaciones que acompañan a Vicente Suárez Wollert, denunciando la complicidad de la jerarquía eclesiástica, a la que cada vez le cuesta más esconder sus crímenes y miserias.
Luego de la lectura de las exposiciones inciales de la Fiscalía, la querella y la defensa, el primero en declarar fue el propio Padilla quien, como era de esperar, negó los hechos por los que es juzgado y hasta se manifestó sorprendido por la denuncia. El acusado declaró que “no entendía cómo una persona tan inteligente había declarado estas cosas” en relación a los dichos de Suárez Wollert, y aseguró que se sentía “fusilado”, según informó la agencia Télam.
Posteriormente, y por casi cinco horas, el denunciante brindó un crudo y valiente testimonio sobre los abusos vividos por parte del sacerdote acusado, ratificando todo lo vertido en la denuncia inicial en el año 2019, . Según el joven denunciante, los hechos ocurrieron durante los seis meses que permaneció en la Fraternidad de Belén,"un lugar y una experiencia muy oscura, tanto por el delito de integración sexual como por todo el contexto de manipulación y de miedo”, señaló en declaraciones a Télam.