Recién estamos en Mayo, con los primeros fríos del otoño y la guardia del Hospital Garrahan se encuentra colapsada, tal como se viene repitiendo cada año. Han abierto servicios como la UCE que es la Unidad de Cuidados Estacionario hace un par de años, pero se sigue sin dar a vasto. ¿Qué va a pasar en pleno invierno con las bronquiolitis y demás afecciones respiratorias si ya hay camas en los pasillos? Esto es una clara muestra de que no hay atención pública de calidad, faltan centros de atención primaria para que puedan atenderse casos que no sean complejos y en los existentes falta personal, medicación, equipamiento como oxígeno. En algunos ni siquiera pueden abrir por cortes de luz.
Estás semana hubo varios hechos alarmantes en la guardia ya que los padres luego de estar yendo de guardia en guardia sin poder ser atendidos, llegan al Garrahan y está colapsada con entre 7 y 9 horas de espera. Esta situación hace que la gente se enoje cuando va preocupado porque necesita que su hija, hijo sea atendido. En la tarde del miércoles, por ejemplo, frente a esta impotencia, un familiar ingresó al consultorio médico y agredió a una médica rotante y a su jefa de residentes que salió en su defensa. Las enfermeras también han denunciado situaciones de violencia por falta de camas y ser ellas las que tienen que responder ya que están en la primera línea.
La bronca la tenemos todos pero la pelea no es entre trabajadores y usuarios, porque somos los únicos a los que nos interesa defender la salud pública mientras el gobierno destina la plata para el FMI para pagar la deuda y se recorta en algo tan esencial. Es por esto que la salida no puede ser pedir más presencia policial, eso puede provocar más inconvenientes y desvía el eje del debate de fondo, avalando políticas cada vez más represivas en medio de un brutal ajuste.
En términos reales, los salarios no alcanzan y se los come la inflación. Esto afecta a los que laburamos en salud porque cada vez los hacemos por menos salarios, con menos recursos y por más horas; a la vez que se degradan cada vez más las condiciones de vida de la población y no damos a vasto. Nuestros pacientes viven las consecuencias de la pobreza, hacinados en viviendas precarias, sin acceso al agua, sin poder alimentarse como corresponde.
Hay un 43, 1% de pobreza. Esto es responsabilidad del gobierno del Frente de Todos, tanto de Alberto como Cristina y Massa, que son junto a la oposición que votaron todas las políticas de ajuste contra las y los trabajadores y el pueblo como así también le dan rienda suelta a las empresas para aumentar todos los servicios y los alimentos
Desde la agrupación Marrón en el PTS del Frente de Izquierda decimos que tenemos que debatir salidas de fondo. Desde el momento que se firmó el acuerdo con el FMI decíamos que había que romper, y que la deuda no se pague. Esa plata debería destinarse a la construcción de centros de salud en los barrios, Hospitales y mayor número de camas para que todos realmente puedan tener acceso a una atención de calidad y gratuita. Tiene que triplicarse el presupuesto a la salud, esto debería ser una medida urgente frente a la situación social de empobrecimiento.
Además, planteamos 6 horas de trabajo y contratación de mayor personal para que se pueda tener otra atención, sin servicios saturados y se reparta el trabajo. Aumento de salario mínimo que sea igual a la canasta familiar y aumento según la inflación, pase a planta de todos los contratados y tercerizados.
Esta es una lucha que debemos dar en unidad entre pacientes junto al equipo de salud ya que somos los únicos que nos interesa que haya una salud al servicio de las necesidades populares, y no que sea para unos pocos. Mediante asambleas con todxs los profesionales y de todos los sectores, exigiendo a las burocracias sindicales que llamen a un paro por todas nuestras demandas y en defensa de la salud pública.
|