El empresario Marcos Galperin es constante noticia por aumentar sus ganancias, sus puestos de trabajo y "eludir una ola de despidos" en medio de una gran crisis económica. Sin embargo, en esta nota te contamos la realidad de trabajadores y trabajadoras despedidos por esta empresa que mientras factura millones de dólares, deja sin trabajo y en la calle a decenas de jóvenes.

Obtener un trabajo digno y con derechos para los jóvenes hoy es un problema que está en el centro del debate. Los gobiernos pasan y la situación es la misma.
Son las y los trabajadores quienes pierden: inflación, recortes, deterioro de los ingresos y precarización laboral están a la orden del día.

La empresa multimillonaria Mercado Libre viene de aumentar sus ganancias exponencialmente. Se registró que los ingresos de la compañía totalizaron los US$3002 millones. Al mismo tiempo que es subsidiada por el estado y conocida por evadir impuestos.
Se destaca hoy por los medios, por "eludir una ola de despidos" en medio de una gran crisis económica. Pero la verdad detrás del logo amarillo que todos conocemos, es que muchos de sus trabajadores están con contratos eventuales, de 3 a 6 meses.

A pesar de ser una empresa tan moderna, el trabajo en esta planta depende principalmente del esfuerzo físico. Del cuerpo de las pibas y los pibes que corren por las calles del centro de almacenamiento, que embalan, hacen “picking”, cargan y descargan. Son ellos a quienes mantienen en una posición eventual, que cuando ya no les “sirve” más los despiden. Después de dejar la salud en los distintos sectores de la mega logística, lo único que queda es la inestabilidad laboral como "premio".

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“Somos un numero mas, nos remplazan como si nada”

Desde este medio tuvimos la oportunidad de hablar con ex trabajadores quienes nos contaron de primera mano cómo es la experiencia en la "empresa modelo" de nuestro país:

Camila: “Trabajé en Mercado Libre 3 meses y me echaron. En ese lapso baje 7 kilos. La comida es mala, el ritmo de producción es muy difícil de alcanzar. Hacen competir continuamente a los nuevos que ingresan por un puesto".

Melina: “Estuve 11 meses en Mercado libre, tengo 23 y fue mi primer trabajo en blanco. Es un buen trabajo, pero no podes imaginar un futuro ahí, no tenes nada seguro”.

Sol: “Te pintan un trabajo que todos soñamos, pero la realidad es la misma que la de cualquier depósito: laburo pesado que te deja roto solo en unos años. Los materiales están en malas condiciones haciendo que te lastimes brazos, manos y piernas.”

“Vos entras sin saber que va a pasar, ni te avisan con anticipación para que puedas ir buscando otra cosa. En 3 meses vi despedir a muchxs compás que laburan bien y llegaban a sus objetivos”.

Franco: “Con la productividad, siempre nos exigían números altos sin importar nada. Había que llegar a toda costa”.
“Nos cambiaban los horarios a veces un día antes y nos exigían hacer horario de full time, cuando nosotros éramos franqueros” .

Mariano: “Trabajar en la logística, experimentas como es por dentro trabajar para una empresa tan grande como lo es Mercado Libre. El trato de por sí deja mucho que desear, ya que no es bueno como por fuera se ve. A medida que te vas dando mes por mes, te das cuenta que sos un numero más, y que te pueden reemplazar como si nada, aunque hayas hecho todo bien".

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Despedidos por WhatsApp

Catalina: “Un agente de RRHH (de la agencia Randstad), se comunicó conmigo vía WhatsApp y después por llamada telefónica. En la cuál, prescindió de mi contrato sin previo aviso.
Agrega: “No encuentro lógica en despedirnos como lo hicieron. Se que en una empresa multinacional, somos un número más, para ellos. Pero tal empresa ¿no tiene fondos para efectivizar? es una cargada!”

Camila: “Mí despido fue por llamado y sin motivo.
Me despidió un agente de RRHH de Randstad, alguien que nunca conocí más que su voz en ese llamado. Me depositaron y no se volvieron a comunicar más ni por mensajes”.

Melina: Mi despido fue presencial. Terminé mi jornada de trabajo y 20 minutos antes de irme me llamaron a subir a las oficinas. Me echaron junto a más compañeros, todos sin ningún motivo. No nos tenían en cuenta, aunque ya era tiempo de que nos efectivicen.

“Que nadie más pase por esto” ¡Trabajo con derechos Ya!

Catalina: “El reclamo, no solo es pensando en nosotros mismos. No tenemos idea de cuántos, pero estamos seguros, que antes de nosotros hubo otros. Nuestro reclamo es para ser escuchados y valorados. No queremos que más gente pase, lo que vivimos nosotros”.

Melina: “Buscamos visibilizar esta situación, porque a ellos les sirve tenernos eventuales, porque pueden despedir como les dé la gana. Si total hay mucha gente para entrar y hacer lo mismo de nuevo. Nos estamos organizando entre nosotros y exigimos un pago mayor al que nos dieron. Y que nos den un motivo razonable de por qué nos echaron. Le diría a los pibes que entran, que no sé dejen cagar por empresas como estás y que hagan valer sus derechos!”

Mariano: "A los futuros trabajadores que entren, mi pensamiento es que no se ilusionen y no se dejen pisar la cabeza por nadie, trabajen como se debe. Pero sin dejarse pisar la cabeza".

¡No hay que agachar la cabeza!

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En el marco del ajuste de gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa a pedido del FMI, los contratos basura y los despidos injustificados son moneda corriente. Por un lado desde el oficialismo se hace la vista gorda.

Mientras que los sectores de derecha como Javier Milei y Juntos por el Cambio, alientan que los trabajadores tengan cada vez menos derechos.

En la vereda de enfrente están las y los trabajadores que sufren estás situaciones y alzan la voz para decir basta. Como pasó con los trabajadores de Mondelez, que cortaron la panamericana en contra de los contratos temporales. O como denuncian los trabajadores de Techint, frente al anuncio de cientos de despidos de quienes trabajaron para el gasoducto Nestor Kirchner.
Frente a la prepotencia patronal, el silencio cómplice de los sindicatos, el aval del gobierno y la derecha que quiere más despidos.
Son las y los trabajadores quienes tienen la fuerza para enfrentar la desocupación, el hambre y la precarización, que tanto golpea a las grandes mayorías en el conurbano.

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Como proponen Myriam Bregman y Nicolás del Caño, diputados nacionales del Frente de Izquierda Unidad. Es necesario repartir las horas de trabajo!

Si se redujera la jornada laboral en las grandes empresas como Mercado Libre, se podrían generar cientos de miles de puestos de trabajo. Trabajo estable, con todos los derechos y con salarios igual a la canasta familiar, que alcancen para llegar a fin de mes!

¡Basta de Despidos en Mercado Libre, efectivización de todos los trabajadores eventuales!