Durante la jornada en el Congreso, en la comisión conjunta de Mujeres y Diversidad, y de Legislación del Trabajo, se dio inicio a la discusión sobre los distintos proyectos sobre las tareas de Cuidado que fueron presentados hasta el momento. La diputada Myriam Bregman, del PTS/Frente de Izquierda, intervino planteando que “en Argentina estamos en mora, tenemos una de las legislaciones más atrasadas de la región, hasta UNICEF cuestiona el tema de las licencias. Claramente la extensión del trabajo precario feroz que hay en nuestro país tiene que ver con esto”.
Sostuvo que son problemas que viven muchas mujeres y saben qué significa contando su experiencia: “a mí misma me pasó parir siendo monotributista, con lo cual hasta que no sentí dolores que claramente eran de parto ese mismo día no dejé de trabajar y no veía la hora de poder volver a hacerlo porque no tenés manera de poder sostenerte”.
El debate sobre las tareas de cuidado y reproducción social cobran cada vez más peso. No solo por la mayor sobrecarga que sufren las mujeres a medida que se profundizan los problemas económicos, sino también por lo que mostró la pandemia. Al respecto, Bregman sostuvo que “en este sistema capitalista las tareas de reproducción social no son pagadas por los capitalistas, precisamente tareas que son imprescindibles en una familia para que el resto de los miembros también vayan a trabajar. Entonces es un debate que hace la esencia de este sistema patriarcal y por eso para nosotras es tan importante”.
Tras puntualizar la relevancia del tema, abordó una problemática que atraviesa el Congreso, donde en muchos casos se abren debates que terminan dando vueltas o quedando cajoneadas: “Me gustaría saber de conjunto las fuerzas mayoritarias qué compromiso van a poner en este debate para que no pase como en otros temas que nos interesan muchísimo, como hipotecados UVA que se debate, se discute y nunca se llega a una votación”.
Al estar en un país regido por “la bota del FMI”, la diputada planteó que “tenemos que aclarar cuál va a ser la discusión y cuál va a ser la agenda a la que estamos dispuestos a llegar”. Lo hizo sobre ejemplos concretos que van en contra de esa agenda, como la campaña de Juntos por el Cambio de una reforma laboral: “¿Cómo se compatibiliza con esto? ¿Cómo vamos a hacer porque esto va a tener un costo para las empresas? Y queremos que tenga un costo para las empresas, que podamos empezar a discutir todo tipo de protección incluso los lugares de trabajo para las mamás que amamantan que puedan tener un lugar donde dejar a sus hijos”. Lo mismo con la oposición de ultraderecha de Milei y Villarruel, que “promocionan una reforma o contrarreforma laboral de quite de derechos” y votaron en contra de la moratoria jubilatoria que perjudica especialmente a las mujeres mayores.
A su vez, apuntó al rol del Gobierno que viene llevando adelante el ajuste de la mano del FMI. Al respecto sostuvo “con un presupuesto que lo discutimos hace unos meses y donde el Ministerio con menos presupuesto es el de Mujeres, Géneros y Diversidad, ¿cuántos fondos se pueden dedicar a esta discusión?”. También cuestionó por qué no se aprovechó el envión de la movilización tras la conquista del derecho al aborto para plantear el debate y relacionó el mismo a la propuesta de reducir la jornada laboral del Frente de Izquierda: “¿Por qué no podemos discutir seriamente avanzar con la reducción de la jornada laboral? A seis horas con el reparto de las horas de trabajo con un salario que alcance, la creación de trabajo genuino nos tiene a las mujeres como una de las principales interesadas”.
Sostuvo y abordó las problemáticas por las que vienen reclamando trabajadoras de distintos sectores: “Qué más interesada puede estar una mamá que trabaja en una fábrica de la alimentación supuestamente 8 horas. Como cuentan las mamás de Mondelez, las vieron ustedes en la Panamericana hace poco, les hacen cargar cajas aunque tengan una panza así, golpeando contra las máquinas, una de las principales multinacionales del país y del mundo, y trabajan 10 o 12 horas para hacer unas horas extras y poder sostener a su familia. Son todas discusiones que están relacionadas, pero aquí la agenda que primó es la agenda del FMI”.
De esta manera expuso la realidad de las mujeres bajo los gobiernos de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, las principales perjudicadas por políticas que llevaron a la transferencia desde los sectores asalariados hacia los sectores más concentrados del capital de 87 mil millones de dólares según un estudio de CIFRA.
Para finalizar, sentenció que “las mujeres sabemos que nunca nos regalaron nada”, agregando que “tendremos que pelear y mucho, recuperar la calle para que estos temas verdaderamente estén en agenda y podamos avanzar. Nosotras sabemos que obviamente son proyectos parciales, por eso somos socialistas, peleamos por una sociedad donde no haya opresión, donde realmente derribemos el patriarcado y que terminemos con este sistema de explotación. Donde se pueda pensar una forma de organización de la sociedad totalmente distinta, donde las tareas de cuidado sean socializadas desde la alimentación hasta el lavado de la ropa. Todo se puede pensar de una manera distinta y no cargándose individualmente a las mujeres en el hogar”. |