Ya cinco horas antes de que se presentase la comisión judicial aparecieron cinco furgones de la UIP dispuestos a reprimir a las activistas de la PAH que intentaban impedir el desahucio de la vivienda. Resistieron dentro del portal hasta que les echaron a la fuerza, agrediendo a varias manifestantes. Aunque hubo unas cien personas intentando pararlo, el desahucio se llevó a cabo finalmente.
Una de las activistas fue golpeada por la policía y sufrió una fuerte caída. Tuvo que ser atendida por una ambulancia y trasladada al hospital.
La PAH convocó una protesta hoy a las 17:30 en protesta contra el desahucio de Mariano y su familia y las 6 agredidas por la policía, una de ellas hospitalizada.
Todo esto está pasando el mismo día que se aprueba la nueva ley de vivienda, por irónico que pueda sonar. Eso sí, el desahucio se hubiese producido igualmente si esta ley ya estuviera en vigor. Es un “maquillaje progresista” en plena campaña electoral, como denuncian varios colectivos y sindicatos de vivienda
La única medida que trae esta ley es una regulación del precio del alquiler del 3%, sólo durante 2024 y para renovación de contratos, no se aplicará a los nuevos. Además hay varias maneras de saltarse este límite, por ejemplo si se alegan reformas en el piso, una definición muy vaga, se puede subir el precio hasta un 10 %. Una ley totalmente insuficiente, que además permite que bancos y fondos buitre puedan continuar desahuciando. Eso sí, se pone fin a los desahucios sin fecha y hora predeterminadas, pero más allá de eso se sigue dando carta blanca a que se siga echando a familias de sus casas. Tampoco se dan opciones a vivienda pública o alquiler social.
La crisis de la vivienda se ha venido agravando los últimos años, condicionada por la precariedad laboral a lo que hay que sumarle la voracidad de la lógica capitalista en mercados como el de la vivienda. Esto es un grave problema estructural que necesita soluciones de fondo, radicales, que toquen los intereses de los grandes tenedores de vivienda, como la congelación de los alquileres, la intervención del mercado del alquiler bajo el control de los inquilinos, la expropiación de las viviendas de los grandes tenedores para crear un parque público de alquiler social, así como otras no exclusivas al ámbito de la vivienda como la incorporación inmediata de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios que indexen el IPC de forma mensual y de forma automática o la nacionalización sin indemnización y bajo control de trabajadores y usuarios de los oligopolios de la energía y el transporte, entre otras.
Estas medidas que nos son tan necesarias a la clase trabajadora no nos las van a traer este gobierno, que es el mismo que manda a la policía a los desahucios. Solo las podemos conquistar la clase trabajadora unida organizándonos. |