Tras el triunfo de la derecha tradicional del Partido Popular (PP) en las elecciones autonómicas y municipales de este domingo, el jefe de Gobierno del Estado español, Pedro Sánchez anunció el adelantamiento de las elecciones generales para el 23 de julio.
La convocatoria formal de las elecciones será publicada este martes, con la disolución del Parlamento.
El jefe de Gobierno señaló que en la tarde de este lunes está prevista una reunión extraordinaria del Ejecutivo, la coalición que integran el partido socialista (PSOE) de Sánchez junto a Unidas Podemos.
El resultado de las elecciones de este domingo mostraron un giro a la derecha con la victoria del conservador Partido Popular y la extrema derecha de VOX (que obtuvo una buena elección y cogobernará con el PP en distintas regiones) y la pérdida de poder institucional del PSOE, junto a la casi desaparición de Unidas Podemos.
El anuncio también se produce a pocas semanas de que España asuma la presidencia de turno de la Unión Europea para la segunda mitad del año desde julio.
La editora de Izquierda Diario del Estado español, Lucía Nistal, señala que probablemente detrás del cálculo haya varios factores: Por un lado mostrar iniciativa para evitar que se hable de la debacle del PSOE y el avance de la derecha y, probablemente, quiera aprovechar la reacción “progresista” a este avance y a la colaboración entre el PP y VOX en distintos municipios y comunidades. En ese sentido va uno de los artículos del diario El País de hoy cuando señala: “El presidente convoca y fuerza a los progresistas a decidir si se movilizan para impedir un Gobierno PP-Vox”.
Al mismo tiempo, la maniobra de Sánchez quiere aprovechar la oportunidad para librarse de los socios de gobierno y neutralizar a Sumar [la formación surgida de Podemos y encabezada por la vicepresidenta Yolanda Díaz], tras el retroceso generalizado de Podemos en todos los territorios. El neorreformismo en sus distintas variantes ha quedado muy mal parado después de los resultados de las autonómicas, a lo que se suma el aprieto en el que puede poner a las formaciones que ahora deberán cerrar listas en dos semanas.
El plan, claro, no está exento de riesgos para el propio PSOE, que puede arrastrar los malos resultados de ayer a las próximas elecciones y es el resultado de una crisis que ha agitado el tablero político, ha borrado del mapa a la derecha de Ciudadanos, dejado en una posición testimonial a Podemos y acercado al PSOE a la situación crítica en la que estaban antes de que los rescatara Podemos.
En general, podemos hablar de un regreso a la situación de hace unos años, señala Nistal que concluye "para quienes hemos visto cómo nuestros derechos y nuestras condiciones laborales y económicas emporaban durante la legislatura del gobierno “progresista”, quienes hemos visto cómo subían los presupuestos militaristas más que en los últimos 40 años, pero que también sabemos que la derecha solo quiere venir a seguir atacando a los trabajadores, la juventud, las mujeres, las migrantes y los sectores populares, y desmontar los servicios públicos abriendo barra libre a empresarios y especuladores, la pregunta que nos queda es, ¿cómo construimos una alternativa independiente y de clase ante este callejón sin salida de chantaje entre mal mayor y mal menor?" | 
