Ya empezó la operación del pozo S2732H, el primer pozo no convencional de Tecpetrol en Chubut. El pozo se encuentra ubicado en la Formación ‘Mina del Carmen’ y es operado por las compañías Halliburton, Calfrac, Wenlen, Hidrofrac y Bacsa, entre otras. El FASP de Comodoro Rivadavia exige que paren el fracking en El Tordillo.
El secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut y candidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio visitó el Pozo S2732H de Tecpetrol donde ya se hicieron siete etapas de Fractura en un Pozo vertical de unos 3.500 metros de profundidad y otros 500 en forma horizontal.
Jorge Loma Ávila visitó el pozo junto al secretario adjunto Carlos Gómez; el presidente de Petrominera, Héctor Millar y la diputada nacional Ana Clara Romero y precandidata a intendente de Comodoro Rivadava por Juntos por el Cambio.
Por el lado del gobierno nacional y provincial del Frente de Todosa, la intención al promover el fracking, está vinculada a la necesidad de generar los dólares necesarios para afrontar los pagos del acuerdo aprobado en el Congreso nacional con el FMI. Para esto en 2021 votó con el apoyo de la oposición de derecha la ley de hidrocarburos, para generar dólares para pagar la deuda externa.
Por otro lado, el gobierno nacional autorizó a principios de 2023 a las petroleras a exportar sin pagar retenciones, es decir, que parte de la producción de petróleo y gas será exportada pagando 0% de derechos de exportación. La medida se basa en un decreto firmado por Cristina Fernández en el marco del pacto entre YPF y Chevron en 2013.
El beneficio para las petroleras consiste en la posibilidad de exportar el 20% de su producción de petróleo y gas sin pagar retenciones, y pudiendo disponer libremente del 100% de los dólares provenientes de dichas exportaciones. Es decir que, si así lo quisieran, las empresas podrían preservar sus dólares en guaridas fiscales.
El Gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, del Frente de Todos, reconocido por promover y derogar la Ley de zonificación minera tras la enorme rebelión obrera y popular de 2021, no se ha dado por vencido (ni lo hará) con su interés de abrir la provincia a proyectos extractivistas que atentan contra el medio ambiente, como lo son los pozos de fracking, así lo vemos con el proyecto de ley de soberanía energética, actualmente en la legislatura de la provincia.
Ambos referentes de los partidos tradicionales PJ y UCR -ahora Frente de Todos y de Juntos por el Cambio- demuestran una vez más que no hay grieta para el extractivismo: que a nivel nacional y provincial se ponen de acuerdo fácilmente para abrirle las puertas al fracking, que no se hacen drama por las consecuencias y costos ambientales, humanos y económicos con que estos pozos perjudicarán al pueblo, como es el caso de Neuquén con casas muy precarias sacudidas por los sismos de Vaca Muerta.
Como señala el informe de Emilia Delfino“Desde hace una década, prometen que será la “salvación” de Argentina. Sin embargo, quienes viven exactamente sobre las apetecibles reservas de hidrocarburos de Neuquén y el gasoducto Néstor Kirchner aún no tienen acceso a servicios básicos, como gas, agua potable o gasas en establecimientos de salud. Hay pueblos rajados por los sismos adjudicados al fracking, denuncias de contaminación del agua y el aire. Una sociedad atravesada por un negocio que les es ajeno, con ganancias para unos y desigualdad para otros”.
Tecpetrol: Una operadora que gana gobierne quien gobierne
La operadora Tecpetroltiene también una concesión para la explotación de shale oil en Fortín de Piedra, Neuquén, parte de la formación Vaca Muerta, donde entre el 14 de abril y el 9 de mayo de 2022 se registraron más de 35 sismos vinculados al proceso de fractura, y en mayo de 2019 dos obreros murieron al caer a una pileta de purga. Fue una de las empresas más beneficiadas por las políticas hidrocarburíferas durante el Macrismo.
Un ejemplo, señalaba Esteban Martine“Si tomamos como ejemplo un pozo de Tecpetrol en Fortín de Piedra, Neuquén, utilizó 97 millones de litros de agua. Son 25 piletas olímpicas llenas de agua. Frente a la emergencia hídrica, el discurso oficial plantea recomendaciones para el uso humano, pero no habla de los millones de litros que contamina el fracking”.
El año pasado, la abogada María José Quintana en La Izquierda Diarionos decía que “mal van a poder controlar una actividad como el fracking con todos lo malísimos precedentes que tiene en Neuquén. Estamos en una situación bastante delicada al respecto. Ahora, si esto se va a desarrollar y no hay una evaluación de impacto ambiental, no hay un proyecto que sea público y sometido a contralor, es una actividad que está por fuera completamente de los marcos normativos. Porque el peso normativo ambiental a nivel nacional, inclusive internacional con lo que es el Acuerdo de Escazú, que implica la participación de los afectados, el acceso a la información y la transparencia de parte del Estado que es quien gestiona los recursos -Estado provincial a través del Ministerio de Ambiente y por los antecedentes que manejo, no están dadas las condiciones de hacerlo-. El nivel de transparencia con que se está trabajando esto es muy pobre, muy baja”. La denuncia vuelve a poner en agenda una lucha de años contra las desastrosas consecuencias del fracking, mientras nuevamente los gobiernos apuestan millones a esta actividad.
Chubut y Santa Cruz una nueva zona de sacrificio para el fracking
La cuenca del Golfo San Jorge donde ese emplazan El Tordillo y otros Yacimientos, coincide geográficamente, con el Acuífero Patagoniano, o Unidad Hidríca Terciaria Superior, es una compleja área hidrogeológica compartida con Santa Cruz, o sea, es un recurso hídrico interjurisdiccional. En Santa Cruz, hay un área petrolera denomina “Bajo Oriental” que ha sido también publicitada como una nueva Vaca Muerta y casualmente esta misma operadora de área es la que estaría o iría a explotar a futuro.
El fracking (o fractura hidráulica) es una técnica no convencional de extracción de gas y petróleo. Se lleva a cabo con la perforación del suelo hasta alcanzar la roca de esquisto -roca madre- para fracturarla con grandes cantidades de agua y químicos para luego extraer los hidrocarburos. Es como una inyección gigante de compuestos químicos que se colocan en la gruesa piel del planeta para que los hidrocarburos salgan volando de las profundidades del subsuelo.
¿Tendrá algún tipo de impacto ambiental esta técnica no convencional extractiva? Por supuesto. Esta técnica forma "zonas de sacrificio": “Zonas donde tácitamente se está aceptando que la gente se va a enfermar de forma grave por la exposición a esos químicos. Por otro lado, contamina las fuentes de agua y eso también es un factor de exposición de enfermedades graves detrás”. Las personas más afectadas son las “comunidades indígenas” y “comunidades rurales pobres”.
Como señala Esteban Martiné “Sauzal Bonito en Neuquén es la capital de los sismos inducidos por el fracking. Las petroleras siguen perforando sin que el gobierno tome ninguna medida. Sauzal Bonito, un paraje rural cercano a las zonas de explotación, se transformó en el lugar del país con mayor sismicidad percibida”. Y agrega “Previo al desarrollo del fracking en Vaca Muerta no hay registro de sismos con epicentro en la zona. Desde 2015 a la actualidad, hubo más de 350. Ya nadie cuestiona la relación directa entre la fracturación hidráulica y los temblores”.
El informe señala que “La explotación de Vaca Muerta implica la multiplicación de perforaciones de fracking, que a su vez requieren de insumos como centenares de miles de toneladas de arenas silíceas, millones de litros de agua y miles de litros de químicos. Los cuantiosos niveles de intervención, con pozos que tienen entre 4 y 6 kilómetros de extensión, generan impresionantes cantidades de residuos”, y agrega “Buena parte de los líquidos que cada pozo produce son descartados en “pozos sumideros”. Es decir pozos que llegan a formaciones permeables del subsuelo donde esos millones de litros son depositados. Por otro lado, los residuos sólidos, semisólidos y parte de los líquidos son “tratados” en basureros petroleros”.
Por último, la responsabilidad del Estado nacional, bajo los gobiernos de Cristina Fernández, de Mauricio Macri y de Alberto Fernández, por ser los principales promotores del fracking. Como es costumbre, no hay grieta para el extractivismo y sus desastrosas consecuencias.
Nuestra propuesta es poner todos los recursos y la riqueza en manos del pueblo trabajador
El discurso que busca legitimar la nociva técnica del fracking o la explotación petrolera en el mar, ocultando sus consecuencias ambientales, económicas y sociales, afirma que la producción hidrocarburífera genera ingreso de divisas, soberanía, etc. Lejos de eso, la realidad es que gobierno tras gobierno, las petroleras fueron construyendo una estructura jurídica para facilitar la fuga y la remisión de utilidades a sus casas matrices o paraísos fiscales. No es “desarrollo”, es saqueo.
Hay que ponerle un freno a esta nueva ofensiva de los gobiernos que nos llevaron a esta crisis económica, social y energética. La salida no va a venir de aplicar las mismas recetar de quienes gobernaron y nos llevaron a esta situación. Por eso desde la izquierda planteamos que hay que luchar por reorganizar al país desde abajo.
Desde el PTS en el Frente de Izquierda no aceptamos que quieran explotar la tierra con agua de nuestros ríos, no aceptamos que quieran llevarse los bienes comunes naturales y las ganancias mientras nos dejan la contaminación a las mayorías populares. Peleamos para que las familias trabajadoras dejen de ser las principales perjudicadas por las decisiones de los gobiernos, peleamos porque no podemos aceptar como único futuro posible vender nuestros sueños y aspiraciones al negocio del petróleo, ni naturalizar el saqueo de los bienes comunes naturales, al contrario queremos organizarnos y discutir un cambio de matriz energética hacia uno de fuentes renovables que se lleve a cabo en función de las necesidades del pueblo trabajador y no de las ganancias de unos pocos.