El lunes 22 de mayo, un grupo paramilitar llamado la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) agredió a la comunidad autónoma Moisés Gandhi, una de las comunidades autónomas adherentes al Ejército Zapatista de Liberación Nacional dejando como saldo al tseltal Gilberto López Santis herido de gravedad. A más de una semana del ataque, López continúa en estado grave por los impactos de bala.
Este grupo paramilitar lleva asediando a las comunidades originarias y municipios rebeldes del estado de Chiapas desde inicios del 2020. La violencia ha incrementado en los últimos meses, con hasta 10 ataques en este año, quemando bodegas de café, escuelas y secuestrando pobladores.
Sembrando muerte
La ORCAO, según denuncias del EZLN, pretende despojar tierras recuperadas por la lucha indígena desde 1994, con agresiones perpetradas en complicidad de las autoridades, tanto estatales, como federales, pues están relacionados con el programa estrella de la 4T: Sembrando Vida.
Estos grupos paramilitares se han asociado al crimen organizado que, además de incrementar la violencia, se dedica al tráfico de migrantes indocumentados, controlan el tráfico y venta de drogas, la trata de mujeres, el secuestro de indígenas para trabajos forzados, el cobro de piso y el tráfico ilegal de especies. En los últimos años se ha dedicado a impulsar megaproyectos mineros.
Megaobras: desplazamiento y violencia para comunidades
Estos ataques han sido definidos como “conflictos entre comunidades” por el gobierno de Chiapas, encabezado por el morenista Rutilio Escandón Cadenas y vinculado a la familia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Sin embargo, durante años el gobierno local y federal fueron omisos ante el crecimiento de estos grupos paramilitares.
El incremento de la violencia en el estado coincide con la imposición de más de 40 megaproyectos energéticos, minería, cultivo de palma de aceite, energía eólica, turismo, así como la imposición del Tren Maya. Esta situación ha provocado el desplazamiento de decenas de comunidades y el incremento de la militarización en el estado.
Sembrando Vida, además de ser un programa clientelar, actúa como divisor entre pobladores y los grupos paramilitares como la ORCAO se benefician directamente de esta confrontación. Todo bajo el discurso de "desarrollo" del sureste del país enarbolado por la 4T para abrir la inversión a empresas extractivistas que despojan y destruyen a los ecosistemas, de la mano de “liberar" el territorio a través del despliegue del Ejército y la Guardia Nacional para que los grupos del crimen organizado y paramilitares como los de ORCAO siembren el terror y desplacen poblaciones enteras.
El clima de violencia que propician estos grupos paramilitares a su vez actúa para mantener a raya los procesos de expansión y organización de las comunidades indígenas y obstaculizar la protesta social ante la entrada de megaproyectos e industrias.
Ante el incremento de estos ataques, el EZLN ha convocado a una jornada global de protesta y en solidaridad con las comunidades afectadas y desplazadas el próximo jueves 8 de junio del 2023. En la Ciudad de México tendrá lugar una marcha del Ángel al Zócalo a las 16:00 horas.
Desde La Izquierda Diario y el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas, nos unimos al llamado a la solidaridad y rechazamos el ataque a las comunidades zapatistas y defensores del territorio, a la vez que hacemos un llamado a que los sindicatos se sumen y que las y los trabajadores se solidaricen en exigencia de justicia para los asesinados y heridos, en especial al activista indígena Gilberto López Santis, quien sigue en estado grave. ¡Juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales de estas agresiones!
A su vez exigimos la aparición con vida de todas las víctimas de desaparición forzada y por el retorno de todas las familias desplazadas, también exigimos al gobierno la desmilitarización inmediata de los territorios indígenas y el alto a los megaproyectos de muerte, que ocasionan el extractivismo y el ecocidio.
Cada megaproyecto debe ser analizado por los pobladores, científicos y profesionistas solidarios. Se deben planear en función de las necesidades sociales de las comunidades de la región, no en función de las ganancias capitalistas.
¡Fuera megaproyectos de muerte!
¡Fuera militares y paramilitares de las comunidades!
¡Justicia para l@s asesinados y herid@s! |