Hace algunos meses la administración Boric designó al PS José Roa, ex director del Sernac, hombre de confianza de Michelle Bachelet y Carolina Tohá, coordinador de derechos ciudadanos de la Fundación Dialoga y director ejecutivo de la Fundación Chile 21. Como el encargado de coordinar las acciones para llevar adelante la ley de reforma a las policías.
Es decir que de base hay que asumir que nada novedoso y pensado para los intereses de los sectores obreros y populares podrá salir de ahí, teniendo en consideración que Boric en su linea de moderacion y giro a derecha, designó a un portador del ADN Concertación/Nueva mayoría como encargado de coordinar la prometida reforma a las policías.
Atrás quedaron las ideas de “refundación” de las policías, más bien pasamos a una reforma tibia, diseñada en "la medida de lo posible" y a la medida de la derecha, con un manto de impunidad vergonzoso en especial sobre carabineros. A tal nivel que José Roa por mandato directo de Boric y Toha, declaró que su proyecto es una continuación de la reforma a carabineros de Piñera, en donde participan todos los partidos tradicionales, tanto de oficialismo como de oposición, en el comité consultivo.
Estamos frente a una operación del Estado y el régimen político de conjunto para legitimar a las policías (PDI/Carabineros) ante la opinión pública. En la misma línea de lo que hicieron para promulgar y buscar adherencia popular a la ley Nain Retamal. El propio delegado presidencial plantea a la prensa que: “La Reforma a las Policías busca no solo una policía que proteja mejor a la ciudadanía, sino que también sean legítimas y eso es parte del trabajo de la reforma”.
Gatos en la carnicería
El problema es que intentan tapar el sol con un dedo, ya que semana a semana se saben noticias de policías corruptos y criminales en todo el organigrama de la institución, desde los altos mandos, como con el conocido Paco-Gate, que lleva contabilizado cerca de 36 mil millones de pesos de fraude al fisco, (que es robo de platas públicas en el fondo), hasta pacos razos involucrados en asaltos y con bandas narcos.
Entonces, como dice el dicho popular “no podemos dejar al gato cuidando la carnicería". El problema de base de las policías no se soluciona con diplomas en Derechos humanos o probidad. Su descomposición crecientemente evidente habla de una crisis mayor del Estado capitalista en Chile. La que solo podrá resolverse positivamente para los intereses del pueblo trabajador echando abajo toda la herencia de la dictadura y avanzado en la perspectiva de conquistar un gobierno de los trabajadores y la disolución de todos los aparatos represivos del Estado. |