Cuando una decisión política anda como un pacto, nada como un pacto y vuela como un pacto: es un pacto. Los rostros compungidos sobreactuados de los regidores y regidoras de Barcelona en Comú en el pleno de investidura del sábado merecerían algún premio a la interpretación más sobreactuada.

La ex-acaldesa Colau quiso explicar la retirada de su candidatura y la suma de los votos de su grupo municipal a los del PP y PSC para investir a Jaume Colboni, alegando que en ningún caso habían negociado con ninguno de los dos. Pero poco a poco se van conociendo el contenido de un acuerdo imposible de ocultar.

El motivo oficial de los Comunes para votar con la derecha españolista y el PSC sería optar por el “mal menor” y evitar que llegara la derecha de Trias con un programa opuesto al de sus ocho años de gobierno. Pero solo unas horas después se filtraba en acuerdo entre el PSC y el PP para la cesión de los votos de la derecha españolista: retomar la ampliación del aeropuerto, frenar las superillas, paralizar el trazado del tranvía por la Diagonal y reforzar el número de Guardia Urbana y Mossos. Todas propuestas que se incluían también en el pacto entre Trias y Maragall.

Si lo que estaban votando entonces era a un gobierno también de derechas que asume buena parte de la agenda de Trias ¿A qué se debió este gesto de “generosidad” y “responsabilidad” de los Comunes con sus hasta ahora socios de gobierno?

Solo se han necesitado 24h para que se conocieran los verdaderos motivos del pacto entre los Comunes y el PSC, con el respaldo del PP. Ayer, el alcalde electo Jaume Collboni aseguró que, aunque gobierne en solitario, mantendrá intacto todo el “sottogoverno”. En declaraciones a El Periódico de Catalunya anunció que “no cambiará la estructural gerencial, será de continuidad, y la estructura directiva tampoco”.

Se trata de decenas de cargos políticos de libre designación que ocupan diferentes puestos de gerencia, direcciones de área y comisionados, que se seguirán repartiendo el PSC y Barcelona en Común. Una decisión que no es poca cosa.

Políticamente, supone mantener un cogobierno de facto con el PSC de toda la “segunda línea” de los Comunes, lo cual garantizará una oposición totalmente disciplinada a las decisiones del nuevo alcalde. Que esto suponga una asunción de buena parte de las propuestas de Trias y el PP no es ningún problema. Una muestra de que los ocho años de gobierno de Barcelona en Común - seis de ellos junto al PSC - han sido parte de ese cambio que no cambió nada.

Pero además, implica una larga lista de cargos y retribuciones de oro para dirigentes y cuadros de los Comunes e ICV. Concretamente son 17 puestos gerenciales y otros 6 de libre designación con retribuciones entre los 73.000 y 106.000 euros al año - salarios parejos a los del presidente del gobierno, vicepresidentes y resto de ministros y ministras -, otra camada de 24 altos cargos con retribuciones entre los 51.000 y 62.000 euros anuales y 4 comisionados con un salario de 68.000 euros. Una suma que asciende a los 3,8 millones de euros al año.

Que el neorreformismo es parte ya de una nueva casta política que reproduce todos los métodos de la política burguesa tradicional contra la que estalló el 15M es todo un hecho. El extraño Tripartitat escenificado el sábado fue presentado como un “mal menor” sui generis, votar a una opción de derechas contra otra opción de derechas. Pero lo que es también, y seguramente en primer lugar, una operación para sostener todo una red de altos cargos de libre designación fundamental para la supervivencia de un aparato electoral y vaciado como el que representan hoy las formaciones neorreformistas.

Esta nueva casta, como aquella contra la que se rebelaron miles en 2011, no representa en absoluto a las mayorías sociales, empezando por la clase trabajadora y los sectores populares que están lejísimos de estos salarios de oro.

Es urgente construir alternativa política que se propongan luchar por un programa que dé respuesta a todas las reivindicaciones sociales y democráticas que el neorreformismo dejó en un cajón hace ahora una década, para comprar chalés en Galapagar o repartir puestos con sueldos al nivel del Tribunal Supremo. Que pelee por medidas como que todo cargo público cobre el equivalente al salario medio, que está en 26.000 euros anuales, es decir, la mitad que los sueldos más bajos de los 51 altos cargos que Barcelona en Comú ha acordado mantener en el gobierno Collboni.

La clase trabajadora, la juventud y los sectores populares no podemos caer en el engaño del “mal menor” que solo abre el camino a la derecha y nos mantiene subordinados a los planes de una casta “progre” que solo persigue el fin de autoperpetuarse. Este 23J que no te la cuelen, votemos nulo. Es urgente que avancemos en construir una izquierda socialista y revolucionaria capaz de enfrentar a la derecha de verdad y todas las políticas de derecha, las aplique quien las aplique.

La "factura" de los votos de Barcelona en Comú

Gerentes

1- Jordi Ayala Roqueta: 106. 692 euros/anual
2- Josep Bohigas Arnau: 100.756 euros/anual
3- Mónica Mateos Guerrero: 95. 462 euros/anual
4- María Sonia Frias Rollón: 95. 462 euros/anual
5- Francisco Javier Burón Cuadrado: 95. 462 euros/anual
6- Laia Claverol Torres: 95.462 euros/anual
7- Frederic Ximeno Roca: 95.462 euros/anual
8- Laia Grau Balagueró: 95.462 euros/anual
9- Javier Matilla Ayala: 95.462 euros/anual
10- Francesc Jiménez Gusi: 95.462 euros/anual
11- Marta Clari Padrós-: 95.462 euros/anual
12- Joan Cambronero Fernández: 95.462 euros/anual
13- Aida Guillen Lanzarote: 95.462 euros/anual
14- Rufino J García Pérez: 89.846 euros/anual
15- Anna Terra Sans: 87.099 euros/anual
16- Cristina Vila Rutllant: 85.000 euros/anual
17- Carme Ribas Seix: 76.360/anual

Altos cargos de libre designación

18- Maria del Mar Jiménez Carreté: 94.124 euros/anual
19- MarcRius Pinies: 73.350 euros/anual
20- Adriana Partal Fernández: 73.350 euros/anual
21- Ignacio Martínez Padilla: 73350 euros/anual
22- Carles Spa Novellas: 73.350 euros/anual
23- Lucía Morale: 73.350 euros/anual
24- Tatiana Guerrero Muñoz: 61.152 euros/anual
25- Carlos Macias Caparrós: 61.152 euros/anual
26- Beatriz Martínez Alonso: 61.152 euros/anual
27- David Belzunce Barranco: 61.152 euros/anual
28- Júlia Trias Jurado: 61.152 euros/anual
29- Josep Barberá De Johera: 61.152 euros/anual
30- Elena Guim Vallejo: 61.152 euros/anual
31- Antoni Coll Tort: 61.152 euros/anual
32- Carlota Serarols Sánchez: 61.152 euros/anual
33- Xavier Joan Calafat Martínez: 61.152 euros/anual
34- Eudald Espluga Casademont: 61.152 euros/anual
35- Tsun Eduardo Ho Arriagada: 61.152 euros/anual
36- Alba Hahn Utrero: 61.152 euros/anual
37- Maria de los Ángeles Llorens García: 61.152 euros/anual
38- Sergi Santiago Cañero: 61.152 euros/anual
39- Alba Casadella Almar: 61.152 euros/anual
40- Vanesa Valiño Esparducer: 61.152 euros/anual
41- Ruth Toribio Serrano: 61.152 euros/anual
42- Pablo Castaño Tierno: 61.152 euros/anual
43- Ancor Mesa Méndez: 61.152 euros/anual
44- Rubén Serrano Martínez: 61.152 euros/anual
45- Andreu Beneit Viciano: 61.152 euros/anual
46- Montserrat Monpió Gallart: 61.152 euros/anual
47- Júlia Miralles De Imperial Pujol: 61.152 euros/anual

Comisionados

48- Alvaro Porro González: 68.000 euros/anual
49- Maria Truñó Salvadó: 68.000 euros/anual
50- Sonia Fuertes Ledesma: 68.000 euros/anual
51- Khalid Ghali Bada: 68.000 euros/anual

TOTAL: 3.796.357 EUROS