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28 de noviembre de 2024 Twitter Faceboock

Editorial Antofagasta
El litio y el cobre por el cielo, la educación y la salud por el suelo
Natalia Sánchez | Concejala Antofagasta por el Partido de trabajadores Revolucionarios, Médico del Hospital Regional de Antofagasta y parte de la Agrupación de Trabajadores de Salud "Abran Paso"

¿A dónde se van los recursos de una región donde abunda la riqueza? Antofagasta es una región con importantes riquezas mineras versus una profunda crisis social. Los beneficios de que el precio del cobre y el litio estén por el cielo no se traduce en garantizar derechos sociales elementales para los habitantes.

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¿Qué es Antofagasta?

La principal característica de la región donde vivimos es que es una región minera, rica en cobre, el sueldo de Chile, y parte del triángulo del nuevo oro blanco, el litio. Ambas riquezas permiten a un puñado de empresarios saquear nuestros recursos, ganar a manos llenas y de paso controlar el ritmo de vida de la región, sus progresos y su cultura. BHP, SQM, AMSA, son algunas de las grandes empresas que manejan la región.

Sin embargo, esa riqueza aparente esconde una verdadera cuestión social que hace de nuestras ciudades simples campamentos mineros, ciudades dormitorios, zonas de sacrificio, con más o menos población, más o menos desarrollo, según las migajas que logran repartirse de la renta minera el gobierno y los municipios.

Esta relación entre saqueo, con unos pocos gozando los beneficios y miles padeciendo los sacrificios, no es nada muy alejado de lo que fueron en su tiempo las salitreras: un puñado de grandes capitalistas extranjeros, en complicidad con empresarios nacionales, controlando la vida de miles de pampinos, portuarios y peonetas bajo condiciones mínimas de vida, mientras había bonanza para los dueños del salitre, chilenos, ingleses y estadounidenses. Hoy pasa algo similar con el cobre y el litio.

La precariedad en la educación pública

En el último año, las y los trabajadores de la educación, han denunciado como se caen a pedazos los establecimientos educativos. La condición de la educación de los más pobres les impide enseñar y a les jóvenes aprender.

Ya sea por el frío en el invierno, por las salas sin calefacción o por el calor en el verano con ventanas sin cortinas. Además de los incontables problemas de infraestructura, en escaleras de emergencia que se tambalean, con hoyos, gomas sueltas en pasillos y canchas. El hacinamiento es una realidad en cada sala, mientras el ministro Ávila hace un llamado de atención a las y los docentes para soportar esta situación de contingencia.

Las plagas que enferman a los niños, con ratones y baratas en las cocinas, palomas en todos los techos y heces en los comedores, mientras las autoridades afirman que se fumiga mes a mes.

Muchos niños, niñas y jóvenes solo se alimentan en las escuelas y liceos, lo que poco les importa a las empresas externas de JUNAEB, que no llegan con colaciones y almuerzos. Esa es la verdad que las corporaciones y municipios dicen no conocer, pero no seamos ingenuos, los docentes justamente vienen denunciando cómo hace meses se viene pudriendo la educación pública.

La salud pública contra las cuerdas

En el Hospital de Antofagasta estamos a dos semanas de llegar a un peak en los contagios de enfermedades respiratorias, con colapso de la red asistencial por la ocupación mayor al 90% de las camas críticas, vamos a entrar en una crisis y nadie hace nada.

Quienes trabajamos en la salud comentamos con rabia cómo los directores del Servicio de Salud y del Hospital Regional, pasean por los pasillos de las distintas unidades sacandose fotos, incluso junto a la Delegada Presidencial del Partido Socialista, cuando aún siquiera inyectan dineros y no comienza, en los hechos, la campaña de invierno. Los recursos destinados a contratar profesionales, técnicos y auxiliares -anunciado por el MINSAL- aún no llegan a los servicios de urgencia y unidades de paciente crítico y cuando lleguen lo harán por apenas 45 días.

Servicios de urgencia colapsados, demoras de hasta 20 hrs de espera para atender a un usuario, con esperas de 7 o 10 días para una cama de hospitalización a personas con problemas de salud mental, con larguísimas listas de espera para cirugías porque la concesionaria no arregla la climatización de los pabellones. Llegan con muy poco, y además llegan tarde.

¿A dónde se van los recursos de una región donde abunda la riqueza?

Esta crisis es insostenible, porque recursos hay, pero ¿a donde se van esos recursos?. El cobre y el litio podrían inyectar los recursos necesarios para resolver la crisis en educación y en salud.

Recientemente muchos celebran la aprobación de un royalty al cobre, porque, según se promete, permitirá el ingreso de recursos frescos a la región, especialmente en atención a la explotación de cobre. Sin embargo, detrás de este supuesto beneficio viene una mayor explotación del cobre, facilitando los permisos de extracción para proyectos mineros contra la calidad de vida de las comunidades y el medio ambiente.

Por otro lado, SQM viene, en líneas generales, gozando de los altos precios del litio, que se traduce en un aumento de sus ganancias por US$ 3906 millones solo en 2022, es decir más de $3 billones y 7 veces más ganancias que en el 2021. De eso, en el 2023 llegaron 8 mil millones de pesos (0,1%) a la Municipalidad de Antofagasta, por medio del convenio CORFO. Es decir, por el saqueo de los recursos naturales se le entrega una ínfima parte de las ventas de la litrífera a la comuna. Pero incluso con este mínimo porcentaje de sus ganancias, hay que preguntarse ¿dónde están estos recursos?

Un ejemplo aberrante de cómo se mal utilizan los millones del oro blanco, es lo ocurrido en la cancha Cobre Mar del “Parque Perla del Norte” que todavía no se termina, o con la Plaza Salar del Carmen, que aún no finalizan las faenas a pesar de que ya se transfirieron los recursos.

Vivimos en una región con importantes riquezas mineras versus una profunda crisis social, donde los beneficios de que el precios del cobre y el litio estén por el cielo no se traduce en garantizar derechos sociales elementales para los habitantes.

Mientras las empresas se llevan recursos millonarios con el famoso litio y los parlamentarios firman royalties a la baja para que las mineras sigan haciendo proyectos con luz verde sin importarles el medio ambiente, se desfinancia la salud y la educación pública.

Los secundarios el 2006 lograron cuestionar la crisis de la educación municipal de la LOCE con la consigna el “cobre por el cielo y la educación por el suelo”.

Hoy en Antofagasta se encuentra en toma el liceo B-13 como medida de reclamo contra problemas de infraestructura, como también contra los malos tratos, discriminación de género, entre otras demandas mínimas. Más profundamente, lo que dejan ver los estudiantes es el mismo problema del 2006, más aún, hoy es el litio y el cobre que están por el cielo y la educación y salud por los suelos.

 
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