LID: Ante la falta de dólares, la apuesta es que las exportaciones del sector se conviertan en una nueva cantera de divisas. Algunas estimaciones optimistas sostienen que hacia 2030 las exportaciones podrían pasar de los u$s 700 millones anuales a u$s 6.000 millones anuales. ¿Cuánto de esto es así, si se tiene en cuenta que al momento sólo son dos las mineras que exportan? Además, existe una gran flexibilización en las leyes mineras y las retenciones son de 0% como consecuencias de las medidas que incentivan la exportación ¿Quién se queda entonces con los dólares?
A pesar de que no tengo un enfoque economicista, sino que la prioridad tiene que ver con el respeto a los derechos humanos y el derecho que también tienen las comunidades originarias (los aspectos socioambientales), desde todas las dimensiones económicas, tanto desde la recaudación fiscal (tanto nacional como provincial), tanto desde el ingreso de divisas, como así también la generación de empleo y el ascenso en cadenas de valor y que Argentina tenga un importante despliegue tecnológico, hay tres elementos que obturan o que son un problema para las tres cosas anteriores. Es decir, son malos para la generación de divisas, malo para la recaudación fiscal y para el empleo de calidad y el despliegue tecnológico de Argentina. Y esos tres elementos son la configuración de la cadena global de valor, el marco legislativo de Argentina y las políticas hacia el litio que han tenido los últimos gobiernos, desde que se extrae el litio, tanto a nivel nacional como provincial.
Empiezo por el primero de estos elementos, que es la configuración de la cadena global de valor. El litio viene subiendo de precio, como se sabe, por la importantísima demanda para la electrificación del parque automotor, más que nada en Asia y, en segunda medida, en Europa y Estados Unidos. En la cadena global de valor de baterías de iones de litio, que es la que es económicamente relevante para la demanda de productos primarios derivados de litio, en los eslabones finales tenemos a las grandes automotrices y a los fabricantes de las propias baterías. En los eslabones intermedios tenemos lo que es la fabricación. Voy yendo del final hacia el inicio: tenemos la elaboración de paquetes, módulos, celdas. Antes que eso, los elementos de una celda, es decir, el ánodo, el cátodo, los separadores, el electrolito. Y antes de eso, los eslabones casi intermedios en la cadena: los precursores, los elementos químicos y los precursores para los elementos catódicos y anódicos de las baterías. Y después en las etapas iniciales la fase primaria extractiva.
Hay una tendencia creciente a la integración vertical y si no es integración vertical, asociaciones entre empresas. Empresas como Tesla, BYD o Beidai de China, pero también Great Wall Motors, o Volkswagen, si no tienen su propio fabricante de baterías y partes de baterías, tienen una asociación estratégica con alguno de ellos, como CATL de China, la propia BYD que fábrica baterías.
Estos fabricantes de baterías o automotrices están yendo cada vez más hacia atrás. Primero en sociedades o compra de acciones de empresas químicas, pero ahora están participando activamente en la fase extractiva, siendo accionistas de proyectos o firmando contratos de mediano plazo o gestionando los financiamientos. Las empresas extractivas, las más importantes, controlan más del 80% del mercado mundial. Albemarle de EEUU, Livent de EEUU, Ganfeng Lithium de China, Tianqi Lithium de China, SQM (asociada como capital chileno, Ponce de Leroux, ex-suegro de Pinochet, como principal accionista, pero Tianqi Lithium también siendo accionista), Pilbara Minerals, parcialmente controlada por otras de las empresas, como Ganfeng. Y desde Shell Chem, también aparece como australiana, pero siendo de propiedad de varios fondos comunes de inversión y parcialmente de Toyota. Livent y Alkem por fusionarse. Estas grandes empresas no generan proyectos nuevos, si no es para suministrar una planta concreta de baterías y una planta automotriz concreta.
Lo que hacen en general es venderse a sí mismas. El 100% del carbonato de litio y cloruro de litio que exporta Livent desde la Argentina, se lo vende a sí misma. Esto hace que, en un juego de precios de transferencia, haya algún esquema de subfacturación. Ya se denunció en el año 2022 que Livent se vendía desde sí misma el carbonato de litio y el cloruro de litio que extrae desde el Salar del Hombre Muerto, a sus respectivas plantas. En el caso del carbonato de litio a Estados Unidos y China, para la fabricación de hidróxido de litio, y el cloruro de litio a Estados Unidos, China, India y Gran Bretaña, que también con ese cloruro de litio elaboran por ejemplo buti-litio y otros productos. Al venderse a sí mismo se lo vendía muy por debajo del precio del mercado mundial. Con una tonelada de carbonato de litio aproximadamente en 70 mil dólares la tonelada, ha habido operaciones de hasta 5 mil dólares. Entonces, este esquema de venta a sí misma, con poca regulación y poco conocimiento de qué pasa en la Argentina en cuanto a precios de transferencia, es lo que permite que para las empresas sea un muy buen negocio radicarse en Argentina.
Argentina tiene uno de los marcos jurídicos, fiscales y legislación ambiental más flexibles.
A las empresas no les atrae la coyuntura macroeconómica de la Argentina y la inestabilidad política en sus términos. Pero les es muy atractivo todo lo que es la legislación, el régimen de extracción de minerales, el marco jurídico. Les es muy atractivo, muy beneficioso todo lo vinculado a la forma de regulación y el escaso cumplimiento de la normativa ambiental. Entonces, la configuración de la cadena de valor obtura que se generan divisas.
En el caso de Alkem, por ejemplo, la ampliación que está haciendo Alkem en el proyecto de Sales de Jujuy, es para venderse carbonato de litio a sí mismo a una planta donde ese carbonato de litio va a ser tomado para hacer hidróxido de litio, y ese hidróxido de litio, a su vez, Alkem, desde Naraja, Japón, donde va a tener la planta, se lo va a vender a un joint venture entre Toyota y Panasonic para hacer baterías de iones de litio. Entonces, esta integración vertical es lo que genera una mala negociación, desde lo económico, de los contratos de exportación, y a su vez, también atenta contra la generación de valor agregado. Ya hasta en lo que es la refinación del carbonato de litio, el hecho de que esta empresa sepa que va a necesitar hidróxido de litio grado batería para las baterías de Toyota, ese hidróxido de litio grado batería se puede obtener de carbonato de litio grado técnico, de menos contenido de valor agregado. Entonces, la planta actual de Alkem procesa carbonato de litio en un mix de carbonato de litio grado batería y grado técnico. El grado batería tiene mayor contenido de valor agregado, el de grado técnico tiene un contenido de valor agregado menor. La ampliación de planta omite el proceso de purificación para que se obtenga el grado batería teniendo menos valor agregado todavía. Es decir, nos podemos fijar en cómo la configuración de la cadena de valor y el marco normativo de Argentina atentan contra la propia generación de divisas. Las divisas van a ser menores.
La proliferación de proyectos extractivos, que ambientalmente va a ser muy mala, en un contexto de alza de precios de litio y a medida que entren más proyectos en operación, va a hacer que se exporte más cantidades de carbonato de litio, de cloruro de litio, con muy poco procesamiento. La venta a sí mismo hace que los dólares que se generen no van a ser las cantidades de litio multiplicadas por el precio mundial, sino por precios menores. Entonces esos incrementos de los dólares que van a ingresar al país por la proliferación de nuevos proyectos y el alza de precios, van a invisibilizar estas cosas, que son producto de la configuración de la cadena de valor.
Lo otro que obtura la generación de valor agregado, pero que también genera trastornos desde lo socioambiental, es la configuración jurídica que tenemos en la Argentina. El mismo marco normativo que tiene cualquier mineral, una constitución del año ´94 que provincializa los recursos, un Código de Minería reformado en los ´90, que distingue la propiedad superficial y la de la propiedad del subsuelo. La propiedad del subsuelo es otorgada a quien denuncia un yacimiento minero, se mantiene pagando un canon minero muy bajo y da origen a un negocio especulativo también muy importante. El sostener ese canon tan bajo permite que muchas empresas exploradoras junior vayan y salgan a tratar de denunciar yacimientos mineros para hacerse la pertenencia y tener la esperanza de vendérsela en algún momento a alguna de las empresas grandes. Hay un negocio alrededor del acaparamiento de pertenencias mineras y alrededor de hacer valorizar las acciones de estas empresas junior. Para denunciar yacimientos hay que saber que hay minerales, entonces eso también promueve prospecciones que no siempre respetan los derechos de las comunidades o presiones a que haya algún tipo de audiencias. Las autoridades provinciales tratan de hacer aparecer reuniones informativas como si fueran consultas a las comunidades, que no lo son genuinamente y no siguen los esquemas que diseñan las propias comunidades.
Y la ley de inversiones mineras les da muchísimas exenciones fiscales a las empresas mineras, deducciones y exenciones de ganancia que son increíbles. Deducen absolutamente todo, hasta la nafta que terminan por usar y demás deducciones que no tienen otras empresas. Además, privilegios para la importación de bienes durables de producción y una serie de cuestiones y la estabilidad fiscal por 30 años. Y también esta idea de la regalía: que es de lo que se quejan como excesivo las mineras, esa regalía es el 3% del valor en boca de la mina, es el precio del mineral recién extraído menos los costos que pueden declarar y deducir. Las mineras declaran cuánto están extrayendo y luego exportando, porque exportan y también declaran sus propios costos. Entonces ese 3% del valor en boca de la mina termina siendo aproximadamente un 1%, un 1,5%, 1,6%, no más que eso de la facturación de las empresas. Curiosamente en Argentina tienen la exportación de carbonato y cloruro de litio y hasta de hidróxido de litio tienen reintegros de exportación del 1,5% de la nación. Entonces, finalmente la regalía que tributan a la provincia termina cubierta prácticamente por el reintegro de exportación, que en un momento, creo que hasta 2017, 2018, en un momento era hasta del 3%, por lo cual desde lo tributario también es un muy mal negocio.
Los ejemplos anteriores explican también por qué en la Argentina lo que se termina haciendo son los eslabones vinculados a lo extractivo y el contenido de conocimiento y valor agregado también es reducido.
-En un trabajo muy interesante sobre el rol del litio en el país -que elaboraste junto a Melisa Argento- introducen el concepto de “acumulación por desfosilización y despojo”, que se da en un contexto de transición energética global que avanza en los países centrales, y sitúa a litio como un recurso estratégico. ¿Podrías explicarnos cómo se consolida este proceso por las políticas económicas en el sector?
Se trata de un concepto que elaboramos junto a grupo de geopolítica y bienes comunes del GIVC, del que formé parte por 10 años. Es un trabajo colectivo, además del texto que mencionas con Melisa Argento, Florencia Puente y Martín Kazimierski elaboraron sobre el tema. Con este concepto aludimos a cómo todo lo vinculado a una retórica de la transición energética y un perfil de transición energética, que consiste en mostrar cómo se piensa primero la transición energética con una perspectiva más bien empresarial o corporativa [1]. Como pensar que la transición energética es un mero cambio de matriz de lo fósil a otras energías posfósiles, que demandan muchos más minerales. Proliferan para las empresas, para determinados gobiernos, y el capital financiero también, una perspectiva nueva de negocios: rentabilizar acciones y generar un nicho a veces especulativo alrededor de estos nuevos activos relacionados con ese perfil de transición energética. Es decir, una transición energética amigable para la proliferación de nuevos negocios ahora pintados de verde.
Entonces, con el concepto de acumulación por desfosilización [2] se muestra cómo quienes terminan pagando o padeciendo con sus cuerpos, con su modo de vida y con un ataque a su cultura, son las comunidades. Lo hemos trabajado para el caso de los salares altoandinos, y también en otros artículos para Bolivia, Argentina y Chile, también teniendo una perspectiva crítica.
Incluso las retóricas también son afines a ese tipo de transición energética corporativa de la que habla Pablo Bertinat, por ejemplo al mostrarnos que esto es un triángulo del litio, nosotros hablamos de los salares altoandinos, hablamos de pueblos atacameños. Bajo el concepto de acumulación por desfosilización también tratamos de mostrar cómo esta nueva forma de hacer negocios alrededor de la transición energética, terminan siendo avasallantes. Como el concepto de David Harvey sobre la acumulación originaria de Marx a partir del trabajo con los enclosures o con el aparato represivo y opresivo sobre la clase trabajadora, sobre el campesinado y demás. Harvey dice que eso pasa de manera recurrente y sostenida, especialmente con comunidades originarias en América Latina y sobre sus formas de vida. Nosotros tomamos de Harvey la acumulación por desposesión y vemos cómo esa acumulación por desposesión se da ahora pintada de verde con el argumento de la transición energética.
El concepto alude a eso y trata marcar también un horizonte político, justamente el no hablar de triángulo del litio, no reproducir esa retórica, no hablar de una Arabia Saudita del litio. Hablar de una Arabia Saudita del litio es hasta colonial, digamos. Entonces el concepto de acumulación por desfosilización -más allá de algo académico o teórico- se propone intentar marcar un horizonte político, de posicionamiento, en donde los saberes sean construidos no por técnicos y técnicas de la academia, sino justamente valorizar los saberes de las comunidades.
-Otro eje, central en tu enfoque, tiene que ver con el impacto socio ambiental de estas prácticas, en particular, con el impacto de los métodos de extracción del litio sobre los humedales altoandinos que son los salares. ¿Qué nos podes decir al respecto? ¿Qué lugar se le da a este aspecto en la ecuación económica que hacen los gobiernos?
Hay muchos métodos de extracción de litio, el más usado es el de evaporación solar, básicamente consiste en la perforación de la costra salina, y el bombeo de la salmuera que está por debajo de la costra salina de los salares, hacia grandes piletones. Se utiliza geomembrana, y el negocio es aprovechar la energía del sol y que se vaya evaporando el agua. A medida que se va evaporando el agua, esa salmuera -que cada vez va a tener una concentración mayor de litio junto a otros minerales y otros elementos químicos- se va pasando de piletón en piletón.
Para la obtención final de carbonato de litio, se van utilizando distintos elementos químicos. Lo más común es catalizar al principio cloruro de litio y combinarlo con soda ash. Lo que esto genera es que la perforación de estos entornos, estas cuencas endorreicas que son lugares muy áridos, es que el bombeo de la salmuera, siempre es muy superior a la recarga del salar. Las empresas siempre argumentan que esa salmuera no es apta para consumo humano, pero el salar ¿cómo se recarga? Con las escasas lluvias y con las escasas aguas de deshielo. Lo que termina pasando es que por bombear el agua que está por debajo de la costra salina, el agua que está a la vera de los salares en vegas, termina por rellenar ese desequilibrio hídrico generado por el excesivo bombeo de salmuera. Básicamente, están destruyendo el salar.
También necesitan usar agua dulce para la separación final de carbonato de litio. A las empresas les gusta separar varias aguas, pero asumiendo esa separación, el bombeo de la salmuera también perjudica el uso del agua dulce, porque al romper el equilibrio hídrico, ese desequilibrio se termina llenando o rellenando con la destrucción de las vegas, bofedales, napas, etcétera, que son categorías distintas. Estos también son los reservorios o los generadores de vida, y eso no se recompone como ha sucedido en el salar del hombre muerto con la vega trapiche, que es irrecuperable.
Por este motivo, actualmente las empresas están estudiando otras técnicas de extracción, se habla mucho de una técnica nueva (que en realidad son hasta 3 o 4 técnicas distintas), la famosa extracción directa de litio. Son procesos, en algunos casos electroquímicos o de electrólisis, en algunos casos hay uso de químicos, en otros no. Otra forma de proceder es con la reinyección parcial de la salmuera, lo en este caso hay que ver las distintas profundidades en las que se reinyecta, y además es una salmuera con propiedades diferentes. Más allá del diseño de metodologías que tengan impactos ambientales menores, toda la configuración de la cadena de valor y el entramado jurídico que expliqué para la Argentina (en la primera pregunta), generan que las empresas no tengan propensión a utilizar estos métodos más amigables.
Aunque también –y además la discusión no es una cuestión de método nada más- sino también de si se está respetando el derecho o no de las comunidades, si se las está consultando. Si la información es asequible, y si se están respetando los derechos que tienen las comunidades, la sociedad civil, los movimientos sociales, a participar y a decir que no, si quisieran decir que no. O incluso derecho a que directamente no se meta nadie y no los consulte nadie. Sino que directamente ni siquiera se acerquen a consultar. Las comunidades tienen derecho a eso. Entonces, más allá de la técnica, esta discusión que mencionaba antes viene primero. Si hubiera licencia social, consentimiento para la actividad, las empresas no van a adoptar, no van a desmantelar su esquema de bombeo a salmuera, levantar las geomembranas y utilizar esa otra técnica más amigable, que puede ser más costosa. Ya tienen costos hundidos, no van a modificar sus técnicas y la legislación argentina avala que no haya tales modificaciones.
-En el mismo artículo plantean que “las disputas por la apropiación y control del recurso y los conocimientos articulados al litio ejercen presión sobre los territorios de América Latina y vulneran sus derechos sociales políticos y ambientales”. ¿Podrías darnos algunos ejemplos?
Creo que a lo largo de las respuestas anteriores fui dando ejemplos de vulneración de derechos, pero lo que creo que más se puede ver es que primero en la Argentina, se debe respetar toda la legislación indígena, que es constitucional. Y debería tener el mismo peso que el artículo 124 de la Constitución.
Las comunidades, la sociedad civil, los movimientos sociales tienen derechos de distintos tipos, y el derecho a un ambiente sano es un derecho humano, y los derechos vinculados con la información y la participación también son derechos humanos. Es importantísimo que se cumplan con los derechos que tienen las comunidades indígenas, originarias, aborígenes -según cómo se auto perciban las comunidades- que habitan los territorios ancestralmente, a ser consultadas sobre los proyectos que influyen en su modo de vida. Estos derechos se vulneran de manera permanente.
Se vulnera de manera permanente todo lo vinculado al derecho al ambiente sano, derechos humanos y el derecho que tienen las comunidades. Se detectan muchos casos de violaciones de derechos laborales, como en el Salar del Hombre Muerto y en el caso del proyecto de la empresa Xijin de China, (con su subsidiaria Liex), están denunciados públicamente despidos arbitrarios, malas condiciones de higiene y seguridad. En Jujuy, en la etapa de construcción del proyecto de Mineral Sarlox, se han difundido los casos de contagios de COVID.
No podemos omitir bajo ningún punto de vista que lo que se está viendo en Jujuy es un ejemplo claro de represión de la protesta social, el intento de prohibir la protesta y la forma en que se pretende sancionar la nueva constitución, la violencia que se ve y que se ha propiciado por el gobierno de Gerardo Morales, con detenciones arbitrarias que ha incluido a periodistas y a Natalia Morales, legisladora, constituyente renunciante, me parece importante destacarlo. El grado de violencia y arbitrariedad es una muestra cabal de la connivencia entre las empresas, las élites provinciales y gobiernos provinciales para dar los permisos para el avance de la minería y la obtención del agua a toda costa, sin importar lo que le pase a la población.
- Dejando de lado si resuelve o no el problema del calentamiento climático, mientras que el avance en la electrificación del parque automotor se está dando exclusivamente en los países centrales, uno de los reclamos por parte de sectores afines al kirchnerismo o neo desarrollismos, es el de sumar valor agregado a las exportaciones. ¿Esto es posible, bajo qué condiciones? ¿Cuáles son hoy las características de la cadena global de valor de baterías de Ion-Litio?
Es una pregunta interesante, es una pregunta difícil de contestar en cuanto a que el orden... hay muchas cosas que para mí tienen igual jerarquía, que preferiría que no se omitan. Bueno, primero, en la Argentina tiene un desarrollo científico alrededor de la producción de materiales vinculados con elementos para las baterías, ensamblaje de baterías o baterías de iones de litio con tecnologías como más de vanguardia como la de litio-azufre, también tienen muchas investigaciones para los usos nucleares del litio. Bueno, de vuelta, ensamblaje de baterías, materiales, para que se mejoren la energía energética, etcétera. Argentina tiene un importante acervo de científicos y científicas que, de vuelta, no están remunerados y remuneradas como deberían, en primer lugar, que no tienen tampoco acceso a los mismos presupuestos de investigación que tienen los grandes laboratorios, como puede ser el presupuesto de investigación que tenga CATL de China, BYD, Panasonic, Samsung, las empresas de Japón y Corea del Sur además de las chinas, son las que lideran esto.
Yo creo que hay muchas propuestas loables o pensadas desde ese punto de vista del uso o el aprovechamiento de estos saberes que están armadas a veces desde esa lógica del propio sector y en algunos casos creo que las propuestas terminan siendo economicistas o pensando que el desarrollo está vinculado exclusivamente al ascenso en una determinada cadena de valor. Que evidentemente es la cadena de valor que se viene, el tema de las baterías de iones de litio y las baterías sustitutas o complementarias y las tecnologías complementarias para las baterías de iones de litio, que todavía tiene una curva de aprendizaje importante; y por ende de desarrollo alrededor de esto.
Estas perspectivas a veces están pensadas de manera loable, pero a veces las veo falta de conocimiento o de empatía de las vulneraciones de derechos humanos que tiene la extracción de litio y eso debe ser fundamental. En otros casos veo que algunas propuestas vinculadas con la producción nacional de baterías y demás exceden los reclamos del sector científico que deben ser atendidos, sino que están pensando más en políticas económicas, están pensando de manera integral en la generación de empleo, en la captura de renta. Por ende, también siguen siendo economicistas y a veces cuando hablan de la generación in situ de valor, algunas propuestas las veo dialogando con el propio lenguaje de valoración de quienes elaboran las propuestas y no necesariamente teniendo en consideración los deseos y los anhelos que pueda tener una comunidad.
Se habla de generación in situ de valor, se habla de la gobernanza de los salares, pero muchas propuestas a veces no consideran los derechos que tienen las comunidades a directamente ni siquiera considerar la extracción de litio, y son las comunidades que habitan las zonas de los salares alto-andinos o los humedales alto-andinos, entonces estas comunidades tienen derecho a directamente ni siquiera considerar que se acerquen empresas transnacionales, empresas nacionales, entonces evidentemente yo en las preguntas anteriores remarqué varias cosas que considero fallas desde lo económico y demás, entonces hay muchas propuestas que tienden a superar las críticas que yo hice en las respuestas anteriores y eso está muy bien, es loable, pero ninguna propuesta puede ignorar los derechos de las comunidades y ninguna propuesta debe dejar de poner a la par de la cuestión económica los derechos sociales, los derechos culturales, los derechos ambientales, y desde ya los derechos de las comunidades.
Creo igualmente que estos actores en algunos casos tienen vocación de diálogo con las comunidades, en otros casos no, pero la estatalidad, es decir, que sea una empresa nacional la que se ocupe de la extracción y una propuesta como la de Bolivia de control de la extracción, control de la comercialización, control estatal de la industrialización, la decisión con respecto a socios, creo que tiende a superar varios de los problemas económicos que vengo mencionando. Pero no resuelve o no garantiza que se cumplan los derechos de las comunidades, o que no haya violaciones de derechos humanos, o que no haya violaciones de derechos ambientales. Entonces, es un comienzo, pero primero debe ser la vocación de escuchar a las comunidades y la vocación de incorporar distintos lenguajes de valoración no economicistas a la cuestión. |