Franco Reverberi Boschi, fue miembro del grupo de tareas del centro clandestino “La Casa Departamental”, que durante la dictadura funcionó en dependencias de los tribunales de San Rafael. Está acusado por su participación en torturas, secuestros y en el homicidio de José Berón, quien permanece desaparecido.
Desde el 2011 se radicó en Italia para evitar ser juzgado.
El Tribunal de Apelación de Bolonia tomó la decisión de extraditar a Reverberi Boschi, después de negarse durante una década, al reclamo del Estado argentino a través de la Secretaría de Derechos Humanos.
En 2011, durante el primer juicio de lesa humanidad que se realizaba en Mendoza, varios sobrevivientes y testigos señalaron la participación de Reverberi Boschi en las torturas, describiendo cómo asistía a las sesiones y utilizaba su condición de sacerdote para intentar obtener información de los detenidos. Se le identificaba como parte del grupo represivo y se le veía tanto con el hábito religioso como con un uniforme militar, portando una pistola y una Biblia.
Después de huir a Italia, Reverberi Boschi evitó su extradición alegando problemas de salud y argumentando que el delito de tortura no era imprescriptible en el Código Penal italiano. Sin embargo, nuevos testimonios ampliaron las acusaciones en su contra, lo que llevó a un nuevo fallo de extradición esta semana.
Aunque aún existe la posibilidad de una apelación por parte del cura, se espera que sea extraditado a Argentina para enfrentar los cargos en su contra.
El caso de Boschi no es aislado. El excapellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Christian Von Wernich, cumplió un rol semejante en los centros clandestinos del “Circuito Camps”, donde también asistía a las torturas y "confesaba" a los detenidos, mientras que al mismo tiempo extorsionaba económicamente a sus familias. Por eso crímenes hoy cumple una condena de prisión perpetua. Von Wernich fue condenado a cadena perpetua. Una de las abogados querellantes fue Myriam Bregman
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