Estefanía Banini con la pelota: los mejores momentos de fútbol, la tuvieron como protagonista.
En su partido debut, el equipo dirigido por Germán Portanova hizo un gran desgaste y jugó de igual a igual ante las europeas. Italia se pudo imponer recién a los 87 minutos con gol de Girelli.
Pese a que tuvo momentos de dominar el partido ante Italia, la Selección Argentina perdió por 1-0 en su arranque por el grupo G del Mundial Femenino de Fútbol de Australia / Nueva Zelanda 2023. En un marco colorido por las hinchadas en el estadio Eden Park de Auckland (Nueva Zelanda), el público que en Argentina madrugó o interrumpió su sueño para ver al femenino de la celeste y blanca se encontró con un partido intenso y con ráfagas de buen fútbol, aportados sobre todo en el primer tiempo por Estefanía Banini: en menos de 20 minutos de partido, la mendocina que actualmente juega en el Atlético Madrid ya había desbordado al menos 3 veces a pura gambeta y apilando rivales, sello indiscutido del fútbol argentino que tan bien representa esta crack. El equipo de Portanova pasó algún sobresalto en el primer cuarto de hora con una pelota perdida por Aldana Cometti (que luego se afianzó en defensa) y con dos llegadas de las italianas que fueron al fondo de la red (primero Arianna Caruso y luego Valentina Giacinti) pero en posición claramente adelantada. En el segundo caso fue mérito de la defensa argentina que tiró “el achique” (movimiento que comandó con eficacia Cometti).
La impresión que dejó Argentina en ese primer tiempo fue muy buena: ante un equipo un poco más ordenado y experimentado como el italiano, pudo complicar con voluntad, presión alta (tarea en la que se destacaron Mariana Larroquette y Florencia Bonsegundo) y hambre de gloria. Era merecido el empate y hasta pudo haber tenido una chance de gol si una media chilena de Larroquete pasaba más cerca del arco defendido por una sobria Francesca Durante.
En el segundo tiempo, la balanza se fue inclinando paulatinamente a favor de las azzurras sobre todo en el aspecto físico. La DT Milena Bertolini fue refrescando a su equipo en posición ofensiva con los ingresos de Greggi y Cantore mientras que Argentina aguantaba con garra pero comenzando a dar señales de agotamiento. Banini bajó en intensidad y fue Bonsegundo la que tomó el relevo para aportar la cuota de explosión que preocupara a la defensa azul. Pero la diferencia física comenzaba a notarse mucho en el último tramo de la segunda etapa.
En Italia ingresó la experimentada Cristiana Girelli a los 82 minutos en reemplazo de la joven Giulia Dragoni, la “pequeña Messi” del Barcelono, que -aunque dio muestras de talento- no pesó en el partido, muestra del buen trabajo defensivo argentino. A Girelli le llevó apenas 5 minutos abrir el marcador cuando cabeceó en el punto del penal un centro llovido de Boattin: la pelota superó a Vanina Correa (de buena actuación) que estuvo cerca de cachetearla pero no llegó. El festejo efusivo de las italianas fue un desahogo ante un partido que se les presentó más difícil de lo que se preveía.
Pese al resultado, el balance en principio es positivo: Argentina se mostró más competitiva y se configuró como un rival a tener en cuenta para los equipos más poderosos como son los europeos. La Selección busca su primer triunfo mundialista y todavía quedan chances: este jueves 27 a las 21 (hora argentina) se medirá con Sudáfrica, que perdió ante Suecia por 2-1, y también necesita ganar para mantener esperanzas de clasificación. Será un partido durísimo pero que definirá mucho sobre el presente y el futuro de nuestras muchachas.