El déficit habitacional en Argentina se agrava con las enormes dificultades para alquilar | Ricardo Palmadessa
¡Abajo la especulación inmobiliaria! El peronismo le hace pagar al pueblo la deuda macrista con hambre, frío y desamparo. Para garantizar el derecho a la vivienda hay que terminar con el ajuste del FMI.
La casa propia es un sueño irrealizable para las mayorías populares desde hace años. Conseguir alquiler es cada vez más difícil por los requisitos que hay que cumplir y el mercado que se dolariza empujado por el avance de los alquileres temporarios.
Propietarios y cámaras inmobiliarias reducen la oferta de unidades para alquiler de vivienda tradicional. Presionan para que caiga la Ley de Alquileres, defendida por la población inquilina porque incluye mínimas garantías a su favor y determina los aumentos anuales según la evolución salarial y la inflación. Los especuladores inmobiliarios no se conforman con esto y quieren eliminar cualquier tipo de regulación de su mercado, como hizo la dictadura genocida en 1977.
Con el avance de la crisis actual, cada vez más familias se ven arrojadas a la calle, pasan el invierno sin techo o amontonadas en casas en mal estado, bajo peligro de derrumbes, incendios o escapes de gas.
La cara más cruel del déficit habitacional saltó a la luz con claridad durante la pandemia, cuando miles se vieron en la obligación de salir a pelear por un pedazo de tierra para vivir, en tomas de terrenos a lo largo y lo ancho del país. La represión y las falsas promesas fueron - y siguen siendo - la respuesta privilegiada del gobierno nacional, del de la Ciudad de Buenos Aires y las provincias.
Las principales coaliciones políticas le dieron palo en desalojos a mujeres que escapaban de la violencia de género en pandemia. Ahora, en plena campaña electoral, usan demagógicamente el drama habitacional de millones, pero apuntan sus propuestas hacia los intereses del mercado inmobiliario y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según denuncia Inquilinos Agrupados, el staff del organismo de crédito viene advirtiendo en contra de la norma vigente y quiere eliminar toda regulación del mercado inmobiliario, lo que haría más difícil aún el acceso a este derecho para las mayorías trabajadoras del país.
El plan del Gobierno, con Massa a la cabeza, se ciñe a las exigencias del FMI. Más allá de los matices que puedan tener el oficialismo y la oposición de derecha, no difieren en sus planes de fondo, en el qué hay que hacer. Como evidencia el debate por la Ley de Alquileres, lo que orienta sus propuestas políticas es la necesidad de llevar a cabo un ajuste contra la condiciones de vida de las mayorías populares, para pagar la deuda externa ilegal al FMI.
Los mal llamados “libertarios” quieren dolarizar no solo el mercado inmobiliario, sino el conjunto de la economía, hecho que provocaría una devaluación brutal y una enorme pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
La lista Unir y fortalecer a la izquierda que encabezan Myriam Bregman y Nicolás del Caño en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, es la única que presenta propuestas realistas para terminar con el déficit habitacional. El ajuste - que pagan los y las de abajo - no es la única salida.
El peronismo en el gobierno le está haciendo pagar al pueblo la deuda ilegal e ilegítima que contrajo el gobierno anterior, con hambre, frío y desamparo. La izquierda sostiene que a la crisis la tienen que pagar los capitalistas que la generaron y los gobiernos que gestionan la riqueza del país a su servicio.
Es la única fuerza que propone:
Romper con el FMI: para poner esos recursos que se van con el pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta al servicio de las necesidades de las mayorías. Hay que destinar la riqueza que produce la clase trabajadora Argentina, que se la fugan para evadir impuestos o la usan para pagar la deuda, a construir las viviendas que necesitan millones de familias. Recursos al servicio de las mayorías, no de los especuladores, de los fugadores, ni de los bancos.
Aumento de emergencia de salarios y jubilaciones: para recuperar lo perdido con el ajuste de Macri que continuó bajo el gobierno de Alberto y Cristina.
Basta de gente sin casas y casas sin gente: Según Inquilinos Agrupados la cantidad de casas vacías destinadas a la especulación es casi igual al déficit habitacional. Casas hay, pero están vacías. Hay que pelear por imponer un plan de alquileres accesibles para las mayorías populares, garantizado con impuestos progresivos a la vivienda ociosa o, directamente, la expropiación de la gran propiedad inmobiliaria ociosa.
Registro público de la propiedad: para saber en manos de quién se concentran las viviendas. Impuestos progresivos a la vivienda ociosa en manos de grandes grupos inmobiliarios para que se pongan en alquiler y aumente la oferta.
Regulación de los alquileres temporarios: como AirBnB. Propietarios e inmobiliarias optan por esta modalidad de alquiler en dólares, para aumentar su ganancia y evadir el cumplimiento de la Ley de Alquileres vigente. Así extorsionan con la reducción de la oferta de alquileres para vivienda tradicional, dejando a miles sin opciones, con tal de lograr que la ley caiga.
Plan de obras públicas a gran escala, controlado por trabajadores y trabajadoras: porque el mercado construye pero no resuelve el drama habitacional de millones. Y al ritmo del actual gobierno, llevaría 91 años terminar con el déficit habitacional. Si repartimos las horas de trabajo entre las manos ocupadas y desocupadas podemos llevar adelante un verdadero plan de obras públicas, en el que trabajadores y trabajadoras definan desde abajo qué se construye, dónde y cómo. Así se podría dar salida al problema de la falta de empleo y de un techo digno para vivir en un ambiente sano para las mayorías populares. También se podría construir y refaccionar escuelas, hospitales, comedores, toda la infraestructura que los barrios populares necesitan.
Sistema bancario unificado, estatal, controlado por trabajadoras y trabajadores: para cortar con la fuga de los recursos que la mayorías laboriosas generan con su trabajo. Créditos accesibles con tasa subsidiada para las viviendas de las familias trabajadoras.
Por más fuerza para luchar por vivienda: no te resignes, levantá al Frente de Izquierda de Bregman y Del Caño
"Hernán Lombardi, dueño de unas cuantas viviendas en alquiler, pide el tratamiento de derogación de la Ley de Alquileres". Martín Tetaz "presentó un proyecto para que los contratos tengan un plazo de un año y no haya regulación del precio". "Graciela Caamaño ahora dice que los inquilinos estamos mal pero presentó un proyecto para que los propietarios nos puedan pedir 6 meses de alquiler por adelantado", sentenció en su cuenta de Twitter la agrupación Inquilinos Agrupados.
El gobierno nacional ha demostrado "una incapacidad gravísima para controlar el cumplimiento de la Ley de Alquileres. Los alquileres se están dolarizando, no hay contratos registrados, y cerraron el área de alquileres del Ministerio de hábitat de Nación", describía un comunicado de la Federación de Inquilinos Nacional en abril, cuando Alberto y el precandidato a presidente oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa, anunciaron que la ley no va más sin presentar ninguna alternativa que proteja los derechos de las familias inquilinas.
Hace unos días, Leandro Santoro, candidato a Jefe de Gobierno por Unión por la Patria, se unió a a la campaña de los que critican la Ley de Alquileres para dar más beneficios a propietarios y grupos inmobiliarios. Declaró en los estudios de TN que "hay que pasar de tres a dos años. Fue una mala decisión pasar a tres años. Creo que hay necesidad de ir actualizando lo que se le cobra a la gente de acuerdo a la raíz inflacionaria, que no es la que había cuando se sancionó la ley".
"¿Se viene la inmobiliaria Larreta Sabtoro?", se preguntaron desde Inquilinos Agrupados.
Hoy Leandro Santoro dijo en TN que los contratos tienen que ser de 2 años y los aumentos semestrales. Las dos medidas perjudican a los inquilinos y generan aumentos de precios. ¿Se viene la inmobiliaria "Larreta-Santoro"?
— Inquilinos Agrupados (@InquilinosAgrup) July 12, 2023
La izquierda pone sus bancas al servicio de las luchas y necesidades populares, como demostró Myriam Bregman en el Congreso en el debate por la derogación de la Ley de Alquileres y como demostraron los referentes nacionales y provinciales del PTS-FITU con la lucha de Jujuy. Dirige su campaña hacia el objetivo de organizar la fuerza de la clase trabajadora, los sectores populares, de las mujeres y la juventud que sufren con más fuerza el drama habitacional a causa de la precarización.
