Llegan las comunidades indígenas de Jujuy, la mayoría kollas, a reclamar que se respeten sus derechos: la propiedad comunal de sus tierras y el acceso a agua potable, ambas en peligro por la Reforma constituyente de Gerardo Morales y el PJ (ambos agentes del extractivismo depredador del litio de la Puna). La izquierda, el partido de Alejandro Vilca, Myriam Bregman y Natalia Morales apoyan esos reclamos. Raúl Godoy nos da su opinión. |
Una movilización histórica ha llegado a Buenos Aires: el Tercer Malón de las comunidades indígenas de Jujuy. En 1946, durante el gobierno de Perón, se hizo una primera demanda que no fue resuelta, el Primer Malón, que terminó con la expulsión y represión de las comunidades regresadas en tren al norte. Y en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner, se manifestó el Segundo Malón también en defensa de sus tierras y sus derechos históricos.
La resistencia de estas comunidades no ha cesado, y ahora protestan contra una legislación antidemocrática y extractivista en Jujuy. La lucha incluye el reconocimiento de sus territorios ancestrales, acceso al agua y cese del avance de empresas sobre sus tierras. El Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) muestra su apoyo a estas demandas y aboga por la nacionalización de industrias extractivas y energéticas bajo gestión de trabajadores, respetando la consulta previa a las comunidades.
Bajo un gobierno de trabajadores, no solo la consulta a las comunidades sobre los bienes comunes sería respetada, sino que se haría partiendo de todos sus derechos y pensando en el bien común para todo el pueblo.
A diferencia de lo que vemos con el gobierno peronista y sus candidatos de Unión por la Patria, como el actual gobernador de Chubut, Arcioni, un abanderado del extractivismo y la represión, muestran la voluntad del oficialismo. A pesar de enfrentamientos con trabajadores y activistas en defensa del agua y del medio ambiente, ha perdido la provincia en manos de Juntos por el Cambio. Los gobiernos peronistas han favorecido el crecimiento de la derecha y han perpetuado la miseria y la pobreza en el país.
Peleamos por una solución de fondo. Esta presión que están sufriendo centralmente por el extractivismo que tiene que ver con empresas multinacionales y nacionales que quieren saquear el litio este como en Vaca Muerta también el petróleo y el fracking. Queremos que toda la industria energética se estatice bajo control de trabajadores y usuarios populares, con la consulta previa, libre e informada a las comunidades.
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