El ministro serbio del Interior, Nebojsa Stefanovic, declaró hoy a la prensa que el cuerpo de coordinación de los servicios de seguridad "no ha prohibido la celebración de la Marcha del Orgullo, el día 28, a pesar de diferentes opiniones".
Indicó que ese cuerpo se ha reservado el derecho de cancelar el desfile si “nuevas evaluaciones muestran riesgos”, y llamó a “evitar actos de violencia” el domingo.
En 2010 se realizó la primera manifestación del orgullo gay en Belgrado, pero grupos homófobos reventaron el acto, lo que desató enfrentamientos en los que hubo unos 150 heridos.
En los tres años siguientes el Orgullo Gay fue suspendido por el gobierno, cediendo a las amenazas de grupos homófobos y ultraderechistas. Esta decisión fue criticada por Amnistía Internacional por considerar que el Gobierno no garantizaba derechos fundamentales como el derecho de reunión.
Las personas homosexuales sufre en Serbia una gran discriminación. Los activistas homosexuales aseguran que este año los preparativos de la marcha se han llevado a cabo en un ambiente de menos tensiones.
No obstante, han expresado hoy su "preocupación" porque todavía exista la posibilidad de suspender la marcha, lo que sería "inaceptable, y una vez más, la violación de los derechos humanos y constitucionales garantizados en Serbia".
El país balcánico negocia desde enero pasado su ingreso en la UE, algo que se ha propuesto completar en 2020.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, advirtió ayer que cualquier incidente será sancionado con la mayor severidad, mientras que en la ciudad han aparecido inscripciones con lemas homófobos y algunas organizaciones derechistas anunciaron manifestaciones de protesta. |